Para Juan Carlos Antolín, presidente de SEA Hostelería, ha llegado el día de que los bares se pongan las pilas con la insonorización de sus locales y vean la situación de cada uno de ellos “para ver si la obra se puede asumir o se quedan sin metros para poder hacerla”.
No en vano, recuerda que en la mayoría de los casos se trata de “reformas integrales” y que la cuantía de las mismas es importante.
Teniendo en cuenta que la fecha se acerca, recomienda “que hay que ir pensando bien antes de coger un local”, además de tener presente esta obligatoriedad de tener el aislamiento acústico a la hora de negociar los alquileres. “Que estén atentos y que cada uno piense en cómo poder adaptar esta obligatoriedad en su local”, aconseja.
Kutxiko Taskeroak, críticos con la medida
Por su parte, Karlos Sobrón, portavoz de Kutxiko Taskeroak, insiste en que la mayor parte del ruido se produce fuera de los locales hosteleros, no dentro. Y prueba de ello, como argumenta, es que “a día de hoy en todo el Casco Viejo de Gasteiz no hay ninguna denuncia por ruido dentro de los locales. Quieren poner una tirita a un problema que no existe”.
"A un bar de 60 metros cuadrados del Casco Viejo, que le hagan tirar todo y poner un cajón dentro, cuesta entre 100.000 y 200.000 euros"
En cualquier caso, Sobrón pide más comunicación por parte del Ayuntamiento “porque es una normativa para todos los hosteleros de Gasteiz y no la han explicado los cambios de la ordenanza, que nos digan que nos piden porque mucha gente no lo sabe y al final, esto es lo de siempre, que son cosas que se hacen a golpe de imposición”.
Y eso que, como destaca, insonorizar un local “es una inversión importantísima y mucha gente no puede hacer ese gasto. A un bar de 60 metros cuadrados del Casco Viejo, que le hagan tirar todo y poner un cajón dentro, cuesta entre 100.000 y 200.000 euros. Y si tienen que gastarse una media de 100.000 euros y hay más de 500 locales que tienen que hacerlo, tendrían que ponerse unos 5 millones de euros para esas ayudas. El Ayuntamiento tiene que poner una línea de financiación y resulta que eso se nos ha olvidado. Hablamos del negocio de mucha gente. Que nos llamen y que nos den soluciones porque el problema lleva enquistado muchos años”, reclama el portavoz de Kutxiko Taskeroak. – A.S.
