Tras varios tiras y aflojas, finalmente el Ayuntamiento comandado por Maider Etxebarria ha aceptado la propuesta del PP para tramitar una norma propia que regule la movilidad de los patines eléctricos, y que se estima que entrará en vigor el próximo 15 de diciembre.

DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA se ha puesto en contacto con varias tiendas para saber, por una parte, qué podría implicar para ellas la implementación de este nuevo reglamento, y por otra, para conocer más a fondo hasta qué punto está normalizado el uso de los patines eléctricos en la capital alavesa.

Luis Alberto Sancho, trabajador de la tienda de Patines Vitoria, responde con rotundidad. “En Vitoria no hay ahora mismo normativa municipal, por lo que se debe adoptar la normativa general de la DGT, la cual deja explícito que los patinetes no pueden circular por la acera. La gente que acude a nuestra tienda es consciente de ello, y si lo hace sabe que se expone a una sanción de 200 euros”.

Con el paso de los años, los patinetes eléctricos se están volviendo cada vez más frecuentes en el día a día de los gasteiztarras, y así personas de todas las edades hacen uso de ellos. Por lo general, los vecinos de Vitoria que adquieren estos vehículos de movilidad personal lo hacen para desplazarse hasta sus respectivos centros de trabajo. Así lo explican Luis Alberto Sancho y Jesús Calvo, este último del comercio Gasteiz Urban Mobility.

Teniendo en cuenta la cuestión del género, en este apartado se podría decir que la balanza está más o menos equilibrada. En el caso de Patines Vitoria, el porcentaje entre hombres y mujeres que acuden al establecimiento en busca de nuevos patines, o para arreglar los suyos, puede situarse en un 50%. En el caso de Gasteiz Urban Mobility, recibe una cifra similar de mujeres y de hombres, pero si hubiera que establecer porcentajes, estos podrían ser de un 60% de hombres y un 40% de mujeres.

En cuanto a los precios, la horquilla es bastante amplia, con un rango de entre 400 euros para los vehículos más asequibles, y hasta los 1.000 euros por patinetes de una gama mayor, según afirma el trabajador de Patines Gasteiz.

Sobre la reparación de estos, Jesús Calvo cuenta que lo que más suelen llevarse a arreglar son las ruedas, y es que el 70% de los usuarios que acuden a la tienda lo hacen por este motivo, por los pinchazos. El fallo en las baterías es otro de los problemas por el cual suelen acudir a tiendas como las mencionadas. El coste de estas reparaciones, según explica el trabajador, oscila entre los 170 y los 220 euros, pudiendo situarse el coste de reparar las baterías en torno a un 60% del precio del patín.

No es la primera ni la última vez que se ven por la calle patines circulando a alta velocidad, en muchas ocasiones incluso, a una mayor de lo legalmente establecido. Jesús Calvo relata que a su negocio han llegado a acudir clientes con el patinete trucado, es decir, con el patinete configurado de tal forma que este pudiera superar la velocidad máxima que marca la DGT para los vehículos de movilidad personal. “El año que viene, en 2024, entra la normativa nueva y eso implica que los patines que se vayan a vender a partir de ese año tienen que tener una homologación para así evitar que se puedan trucar y sobrepasar el límite establecido por la DGT, situado en 25 kilómetros por hora”, relata el trabajador.

Los patines trucados pueden alcanzar los 35 kilómetros por hora en los casos más frecuentes, aunque en ocasiones llegan a alcanzar los 50 o 60 kilómetros por hora. Cabe mencionar que estos casos son minoritarios.

Aumento de los Accidentes Según afirmó el PP en una rueda de prensa, en lo que va de año ha habido 183 accidentes con patinetes eléctricos en Vitoria, un 16% más que el año anterior, y el hecho de que existan patines trucados capaces de sobrepasar en un 40% el límite establecido aumenta el riesgo de accidente. El tiempo dirá si las nuevas normativas podrán ser capaces de reducir el número de siniestros.