El cierre del comedor del campus de Álava de la UPV ha pillado por sorpresa a los jóvenes que cursan sus estudios en la capital alavesa.

La empresa adjudicataria, Tamar, ha decidido renunciar al servicio sin previo aviso. El comedor tenía capacidad para 148 comensales, desde estudiantes, hasta profesores de la universidad o gente ajena a la universidad que se acercaba a comer al pabellón.

DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha salido a conocer la opinión de las personas que directa o indirectamente se han visto afectados por el cierre.

"Podías comer por menos de 10 euros y una buena cantidad. Ahora tendré que buscar otras alternativas como los bares y cafeterías de aquí alrededor o traerme la comida de casa”

Ainhoa - Estudiante de Traducción e Interpretación

Sorpresa generalizada

La falta de conocimiento y la sorpresa ha sido generalizada. Ainhoa, estudiante de Traducción e Interpretación, solía acudir con frecuencia. “Me enteré del cierre ayer en las noticias y hoy en Twitter", comenta esta joven universitaria de 20 años. Lo mismo que le ocurrió a Eider e Iraia.

Eider e Iraia: “Nos pilló de sopetón, los precios eran bastante bajos y nos rentaba bastante ir a comer" Unai San Pedro

“Nos enteramos ayer por Internet y hoy por Instagram. Me pilló de sopetón porque los precios eran bastante bajos y nos rentaba bastante ir a comer", comentan estas dos estudiantes de Magisterio mientras toman algo en un descanso en el bar Zeppelin, uno de los negocios que pueden beneficiarse del cierre del comedor universitario.

"Supongo que ahora a raíz del cierre vendrá más gente, además es una zona que vienen bastantes universitarios y se está haciendo bastante conocido porque el bar abrió en marzo, nos beneficiará", reflexiona Alejandro, uno de los camareros del Zeppelin.

"Supongo que ahora a raíz del cierre vendrá más gente", reflexiona Alejandro, camareros del Zeppelin Unai San Pedro

Además de los bares del entorno, es previsible que las cafeterías de otras facultades también noten el efecto del cese del servicio de comidas en el Pabellón universitario. "Podías comer por menos de 10 euros y una buena cantidad. Ahora tendré que buscar otras alternativas como los bares y cafeterías de aquí alrededor o traerme la comida de casa”, augura Ainhoa.

Ainhoa, estudiante de Traducción e Interpretación: "Los precios eran muy baratos, podías comer por menos de 10 euros y una buena cantidad" Unai San Pedro

"Todavía no sé donde voy a comer, pero el precio de las cafeterías de aquí alrededor es más elevado que el del comedor”

Paolo - Estudiant del máster de Literatura Comparada

Eider e Iraia también tienen claras las alternativas: "Tendremos que ir a la facultad de Ingeniería o traer la comida de casa. En 'ingenieros' tenemos bocadillos, pero el comedor era una buena opción para ir a comer”.

También hay quien no se ha enterado de la noticia hasta el momento de ser cuestionado por este diario. “No me había enterado del cierre, yo venía ahora a comer y ha sido una sorpresa", reconoce Paolo, que solía acudir un par de veces por semana, cuando le coincidía con las clases del máster de Literatura Comparada.

"Todavía no sé donde voy a comer, pero el precio de las cafeterías de aquí alrededor es más elevado que el del comedor”.

WhatsApp Image 2023 10 17 at 16.08.02 (1) Unai San Pedro

Alternativas al cierre

El bajo precio es uno de los motivos que varios de los estudiantes consultados dan por hecho que está detrás del cese de actividad de la empresa aunque Paolo lo pone en duda: "No creo que el precio bajo de los menús o la poca rentabilidad de dar este servicio sea el motivo del cierre, supongo que habrá más motivos. Aún así, no sé si el cierre es definitivo o temporal".

"Bastantes personas no universitarias iban a comer, muchos ciudadanos de Vitoria se beneficiaban del bajo precio"

Aitor - Estudiante de Trabajo Social

"Ojalá que el cierre no sea definitivo, pero tiene pinta de que estará un buen tiempo cerrado, espero que la empresa diga todo lo que tenga que decir y que sea sólo por un tiempo”, afirma Aitor, 20 años, estudiante de Trabajo Social que se encontraba comiendo con amigas delante del comedor cerrado.

“Tenía intención de venir toda esta semana, así que me han chafado la idea. Ahora mismo mi alternativa es un bocadillo hecho en casa por mí o si no ir a otra facultad o a una cafetería y bares de aquí cerca a comer", revela Aitor.

No solo los estudiantes están pendientes de lo que pueda ocurrir con la popular y económica cantina del campus de la UPV en Vitoria.

"Me enteré del cierre del comedor ayer cuando vi en Instagram la noticia. Me pareció muy sorprendente, sinceramente. Bastantes personas no universitarias iban a comer, muchos ciudadanos de Vitoria se beneficiaban del bajo precio", añade este estudiante de Trabajo Social.

Un par de universitarias acceden al la Facultad de Farmacia del Campus de Vitoria de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). | FOTO: ALEX LARRETXI 2 Idoia AlonsoNTM

La UPV prepara una nueva licitación

Desde la UPV han lamentado "las molestias que esta situación puede originar a la comunidad universitaria" recordando que la Universidad cuenta con cafeterías abiertas al público en las facultades de Farmacia, Letras, Educación y Deporte y en la Escuela de Ingeniería de Vitoria-Gasteiz así como "múltiples espacios para que la comunidad universitaria pueda calentar y comer sus propios tuppers".

La Universidad ha asegurado además que "pondrá todos los medios a su alcance para que las personas usuarias que tengan bonos no utilizados puedan ser compensadas por la empresa concesionaria". Para ello deben ponerse en contacto con la conserjería del Pabellón en el teléfono 945 01 43 65.

Por otra parte informamos desde la UPV se ha comunicado "la tramitación para el inicio de una nueva licitación con el fin de contar con una empresa concesionaria para la gestión del servicio de comedor en el Campus".