El Ayuntamiento de Vitoria sigue adelante con la construcción del polémico laberinto vegetal de Olarizu. Al tiempo, crece la oposición de la ciudadanía a este proyecto y la indignación de los vecinos del barrio, que ya han recogido más de 4.500 firmas contrarias a esta iniciativa.
Hoy, miembros de la plataforma SOS Olarizu comparecieron en sede municipal para repetir por qué son contrarios al laberinto vegetal. “Venimos a defender la campa”.
Con estas palabras iniciaron su intervención, argumentando que la futura infraestructura verde destrozará las campas del parque más visitado de toda la ciudad; un lugar de esparcimiento del que ya disfrutan cada día los gasteiztarras, un espacio natural del Anillo Verde que, en su opinión, únicamente está pensado para los turistas y no para los vitorianos.
Mantenimiento
Punto este último que desmiente la concejala de Espacio Público, Beatriz Artolazabal, quien afirma que el futuro laberinto vegetal es un proyecto de ciudad para los gasteiztarras que, además, servirá de atractivo para que más ciudadanos conozcan y se acerquen al desconocido jardín botánico.
Además, indica la concejala que paralizar ahora la obra, que en noviembre tomará impulso, sería perjudicial para la ciudad, dado lo adelantado del proceso y a punto de contratar las obras.
Laberinto vegetal
El laberinto vegetal es un juego a semejanza de los existentes en otros parques de Europa, que ocupará cinco mil metros cuadrados, “solo el 0,4%” del jardín botánico. Tendrá un horario de apertura y cierre al público y vigilancia.
En cuanto a su mantenimiento, el riego será por goteo los primeros años y se cortarán los setos dos veces al año. No se echarán productos químicos sobre esta zona verde en la que se plantarán 6.138 ejemplares. “El mantenimiento será similar al de otros parques y jardines”, apunta la edil.
EH Bildu, PP y Elkarrekin critican que se haya hecho sin participación ciudadana, de espaldas a la ciudadanía.