Matías, Luis Carlos, reparte rosquillas y vino caliente tras la misa de recordatorio a blusas y neskas fallecidos. El presidente de Las Cuatro Torres pasa las fiestas colaborando en la organización de actividades.

Los blusas y neskas veteranos ya disfrutan de su día en La Blanca Pilar Barco/Jorge Muñoz

“Muy bien, muy bien, van unas fiestas sanas y alegres, y la gente está colaborando; las fiestas de Vitoria se disfrutan en la calle y los blusas y neskas lo dan todo”, apunta. Reconoce que los festejos han cambiado desde su época de blusa joven, pero “los cambios son siempre a mejor; las fiestas son ahora más dinámicas, aunque los jóvenes aguantan menos”, apunta en referencia a sus asociados. “Después de las fiestas, a uno le duele la cadera, a otro la pierna izquierda..., pero hay neskas de cien años que bailan más que yo porque los veteranos salen el día 8 de agosto a darlo todo”, dice.

Los blusas y neskas veteranos ya disfrutan de su día en La Blanca Pilar Barco/Jorge Muñoz

En su día grande de La Blanca lo hicieron de nuevo y en todos los saraos: vaquillas, ofrenda floral, misa, dianas, txoripan, potes en Plaza Nueva, comida en el antiguo Alkartetxe de San Prudencio, paseíllo de ida y vuelta, bailables y fin de fiesta con Paquito el chocolatero.

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Paseíllo del día 8: La experiencia se abre paso en Gasteiz en el día de los veteranos Josu Chavarri

“Es lo que más ilusión me hace, ver a los socios de Las Cuatro Torres en la calle”, reconoce Matías que de joven no se integró en ninguna cuadrilla porque en agosto trabajaba en Francia. Sobre si el nuevo Celedón es blusa o neska, le da igual. “Gorka se va, pero no va a pasar nada, llevamos 66 años con Celedón, lo importante es que la alegría baje de arriba”, anima.

Unos lucen pañuelo con la palabra veterano, otros con la inscripción Celedón y el resto blusas con el sello de su antigua cuadrilla de blusas y neskas, muchas ya desaparecidas y otras rebautizadas.

Los blusas y neskas veteranos ya disfrutan de su día en La Blanca Pilar Barco/Jorge Muñoz

“Ésta es de 1966 y sigo con el ella”, muestra Fernando, de Los Bainas, una de las primeras cuadrillas de blusas cuando Isasi era Celedón.

“Antes solo había ocho cuadrillas, hoy son tantas y tantas..., pero no saltan como antes; yo he dormido en la Plaza de la Virgen Blanca, después iba a casa, me duchaba, cambiaba de ropa y a las dianas”, recuerda este blusa veterano. “Lo que más siento es que hoy no voy a poder saltar tanto”, lamenta.

Ahora, bastón en mano, a sus 85 años y aquejado de la pierna izquierda, Fernando conversa en el pórtico de San Miguel con Gerardo, de 77 años, y en su día miembro de Los Elegidos, cuadrilla ya desaparecida.

Los blusas y neskas veteranos ya disfrutan de su día en La Blanca Pilar Barco/Jorge Muñoz

“Este año, muy bien, he salido todos los días y estoy sorprendido con el ambiente. Hay que divertirse, pero con educación, respeto y sin hacer daño a nadie”, puntualiza. Toros y Alavés son sus dos pasiones; hoy, a falta de reses bravas, acude a las vaquillas, y baila, le gusta, en las verbenas y con la fanfarre.

“Empezamos en La Florida con 14 años, pedíamos baile a las chicas, unas nos lo concedían y otras nos daban calabazas”, recuerda.

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En imágenes: Las cuadrillas vuelven a tomar protagonismo con sus actividades en fiestas de 'La Blanca' Josu Chavarri

Besos y reencuentros

Virgen Blanca, que maja eres/Virgen Blanca, Vitoria te quiere, Gasteiz te adora/Virgen Blanca serás siempre nuestra redentora. Gora la Virgen Blanca, Vivan los veteranos, los que están y los que no han podido venir, grita una neska desde lo alto de la escalera, tras depositar un ramo de flores a los pies de la imagen de la patrona.

En la balconada, besos y reencuentros dan paso al aurresku y homenaje a la dantzari Ofelia González de Aspuru, veterana en danzar ante la hornacina. Maite, Maite Merino y Trinidad escuchan la jota que otro blusa dedica a la virgen desde lo alto y corean la conocida Con ese lunar que tiene cielito lindo... “Aupa ahí, muy bueno”, responden.

Los blusas y neskas veteranos ya disfrutan de su día en La Blanca Pilar Barco/Jorge Muñoz

Se conocen de los coros en los que cantan y hoy han quedado para salir en cuadrilla. “Venimos todos los años, tenemos muchísimas ganas de salir en fiestas, lo que más nos gusta es bailar al son de las txarangas, tomar un refresco en la Plaza Nueva y montar en el trenecillo para degustar el txoripan; la pena es que estamos la mitad que hace tres años”, indican.

Su incógnita es si las fiestas les pasarán factura después. “He salido todas las noches, me emocioné mucho en el concierto de Víctor Manuel; también he ido al Machete, a escuchar trikitixa, comer tortilla y tomar un helado”, cuenta una animada Maite.

Los blusas y neskas veteranos ya disfrutan de su día en La Blanca Pilar Barco/Jorge Muñoz

“Las txarangas te levantan el ánimo, es un ambiente muy bonito el de los blusas”, considera Maite Merino, que el lunes acudió a la bajada de Celedón Txiki y Edurne con su nieta Iris.

También Trinidad dedica parte de las fiestas a comer con sus nietos, también blusas. “Que te cuente, que te cuente... La Trini es la neska veterana por excelencia, una institución en fiestas”, invita la otra Maite. “Lo mejor para disfrutar la jornada es enfundarte el traje de fiesta y salir de casa al tuntún, a lo que sea”, añade.

“Resulta que estamos jubiladas y más ocupadas que nunca; no tenemos tiempo para todo lo que queremos hacer”, reconoce Merino camino de Artepan.

El trenecillo se retrasa. “Hace dos días se averió”, cuenta Alex, de Biznietos de Celedón, mientras organiza los 150 txoripanes encargados que, entre baile y baile, degustan los veteranos. Hasta que el cuerpo aguante.