Tras la inauguración de las tan esperadas fiestas, este día 5 de agosto se ha realizado uno de los eventos más significativos, el Rosario de la Aurora. Hay quienes llevan más de doce horas disfrutando de las fiestas en la calle, hasta el punto de seguir en pie hasta el amanecer y acudir al punto de encuentro de la Virgen Blanca sin estar en plenas facultades. Otras personas como Moisés por ejemplo, la cual lleva viniendo “toda la vida”, resalta que merece la pena madrugar por la Virgen, por la patrona de la ciudad.
Las primeras personas se han ido reuniendo sobre las 6:45 de la mañana en la céntrica plaza , muchos de ellos vestidos de blusas y neskas . A falta de diez minutos para que dieran las siete de la mañana, un pequeño grupo de siete blusas ha comenzado la andadura con la figura de la patrona sobre sus hombros por la calle Mateo Moraza.
Al llegar al final de dicha calle y antes de poner rumbo hacia las cuestas de San Francisco y San Vicente, Los blusas han hecho una pausa para que los alaveses pudieran ir uniéndose poco a poco a la procesión. En ese instante las calles se encontraban casi a oscuras, y el único sonido que se podía apreciar era el de los jóvenes rezagados de la madrugada que deambulaban por la zona. Los asistentes que estuvieron presentes en el rosario a primera hora han sido en su mayoría personas mayores que han acudido tanto individualmente como en grupo, guardando silencio a la espera de que comenzara a sonar el himno de la Virgen Blanca, cuando las campanas indicaran las siete de la mañana.
Una vez escuchado el himno, el recorrido ha iniciado a las siete y cuarto, el cual ha pasado por las siguentes zonas de la capital alavesa: Mateo de Moraza, cuesta de San Francisco, cuesta de San Vicente, Fray Zacarías Martínez, plaza de Santa María, cantón de Santa María, Chiquita, Correría, Herrería, Pedro Egaña, plaza de la Provincia, Diputación y plaza de la Virgen Blanca. Los protagonistas del Rosario han sido, como no podía ser de otra forma, los rezos y los cánticos religiosos, los cuales han acompañado a los vecinos vitorianos durante toda la procesión.
La radio para acompañar el Rosario
Décadas atrás, los alaveses solían seguir el recorrido con un inseparable transistor de radio, antiguamente era muy común contar con uno. Ahora sin embargo, con el avance de la tecnología y el paso del tiempo, parece que las personas han ido dejando a un lado la radio para este tipo de eventos, aunque una señora se ha mantenido fiel a su tradición, transportando consigo el receptor.
El recorrido de una hora ha llegado a su final tras ver cómo los blusas se han adentrado en la plaza de la Virgen Blanca. La respuesta de la multitud ha sido muy positiva, recibiendo a la estatua de la Virgen entre aplausos y cánticos. Una vez finalizada la procesión, sobre las 8:10 ha dado inicio la gran eucaristía del párroco, teniendo una duración estimada de media hora, y concluyendo con el arengador grito de ¡Viva Celedón!