La noche de San Juan, la más corta del año en el hemisferio norte, representa el triunfo de la luz sobre la oscuridad. Anoche, el fuego purificador de las hogueras iluminó Gasteiz por Judimendi y Lakua-Arriaga coincidiendo con el solsticio de verano.
Cuenta la leyenda que las cenizas curan enfermedades de la piel y conviene saltar tres veces por encima de las brasas para tener un buen año. Igualmente reza la tradición que las hogueras queman todo lo malo y preservan de todo lo negativo durante un año.
Ya sea por creencia o por tradición, muchos estudiantes se acercaron a Judimendi para avivar las llamas con los desgastados apuntes que arrojaron al fuego para dar carpetazo otro curso más.
Otro tanto hicieron los vecinos de Lakua-Arriaga en la fogata encendida en el barrio, junto a las casas regionales, mientras las autoridades acudían a misa, a la bendición de los campos y al aurresku en la ermita juradera de San Juan de Arriaga. Echada la noche, y por segundo año consecutivo, la mágica noche de San Juan dio paso al espectáculo de danza, luz y sonido de la Diputación en torno a la ermita juradera, en la zona del anfiteatro del parque.
Hoguera virtual
La hoguera virtual sustituye a la fogata de antaño. El motivo del cambio de formato radica en que la zona de encendido de la hoguera ha quedado reducida de manera considerable por la ampliación con una tirolina de la zona de parque infantil, lo que impide mantener las llamas en las debidas distancias y medidas de seguridad, tanto para las personas como para el arbolado, argumenta la institución foral. “Seguimos apostando por la cultura y la tradición para mantener las costumbres populares más arraigadas, pero con la perspectiva del siglo XXI”, apuntan desde la Diputación.
Virtuales o de leña, el fuego y su connotación purificadora es la excusa perfecta para seguir de fiesta en Judimendi y Lakua-Arriaga.