Los educadores de las Haurreskolak de Vitoria han mostrado este miércoles su "total disconformidad y preocupación" ante las consecuencias que los nuevos horarios establecidos para el próximo curso 2023-24 puedan tener para las familias y los propios trabajadores.

Gasteiz cuenta con 24 escuelas infantiles públicas, de las que 19 pertenecen al Consorcio Haurreskolak del Gobierno Vasco. Para el próximo curso, los horarios han cambiado, desapareciendo algunos y alterando las entradas y salidas.

A partir del próximo curso, en el que se estrena la gratuidad del servicio, el horario de mañana en las Harrueskolak del consorcio será de 8.00 a 14.00 horas, quedando el de mañana y tarde de 8.00 a 16.00 horas y proponiéndose un nuevo horario de tarde de 14.00 a 19.00 horas. Hasta ahora existían dos tipos de horario con entrada y salida flexible de 7.30 a 17.00 horas, en base a las necesidades de las familias.

Sin embargo, según recuerdan en un comunicado, "ha desaparecido la entrada a las 7.30 horas, la que eligen muchas familias que tienen que estar trabajando a las 8.00 horas, y esa demanda continúa hoy en día". También ha desaparecido la opción de permanecer hasta las 17.00 horas, una posibilidad que "también ha tenido demanda en estos años". "Esto se anula y se propone un nuevo horario de tarde (de 14.00 a 19.00 horas). En las escuelas que tienen que llevar adelante este horario, desaparece un aula en el horario de mañana, cuando hay demanda real y lista de espera", censuran. "En Euskadi sólo 11 alumnos se han inscrito para este servicio. ¿Esto es una necesidad de familias reales? ¿O es la necesidad que ha generado la empresa?".

Los educadores y educadoras de las Haurreskolak gasteiztarras se cuestionan "en qué se ha basado el Consorcio Haurreskolak" para tomar la decisión de cambiar los horarios. También se preguntan "por qué esta nueva necesidad sólo se da en niños de 0 a 2 años y sólo en los centros del Consorcio Haurreskolak". "Tener esta información es imprescindible para nosotros, ya que no concuerda con lo que nosotros recibimos de las familias. Es más, las familias de este año no han entendido por qué el próximo curso no podrán hacer el mismo horario, cuando sus necesidades no han cambiado", advierten.

Poner la mirada en los niños y niñas

El pasado 7 de junio la plantilla celebró una asamblea para tratar estas cuestiones y compartir entre todos las opiniones e inquietudes en torno a los horarios y a la nueva normativa establecida. Ahora, en su comunicado, los educadores reclaman a las instituciones "poner la mirada en los niños y niñas".

"No entendemos por qué los más pequeños son los que pueden entrar y salir de la escuela a cualquier hora. Los que hacen más horas y tienen el calendario más largo y todo esto sin contar con la opinión de los profesionales. De hecho, toda la comunidad educativa (educadores, profesores, pedagogos, psicólogos) destacan la importancia de esta etapa. Lo vivido por una persona en los tres primeros años de vida, tiene total influencia en su desarrollo evolutivo en el resto de etapas, son, por tanto, niños y niñas a cuidar", inciden.

"Los educadores de Haurreskolak no hemos sido consultados, y no sabemos cómo van a afectar estos cambios en nuestro proyecto educativo. Estamos inmersos en proyectos educativos, cada Haurreskola ha llevado a cabo su propio plan anual de centro, atendiendo a su realidad, y de golpe y plumazo, todo esto se ve afectado. Esto exige una reorganización de cara al próximo curso, todavía sin saber cuál va a ser el equipo de trabajo de las escuelas, ya que estamos en medio de un proceso de consolidación de plazas. Todo esto nos aleja del modelo educativo que llevamos adelante en las escuelas", censuran.

Las escuelas rurales, en peligro de extinción

Por último, los trabajadores del Consorcio Haurreskolak de Vitoria temen las consecuencias que estos cambios tendrán de forma directa en sus condiciones de trabajo. "Por un lado, con la reducción horaria, consideramos que se va a producir una pérdida de puestos de trabajo y sobre todo en las escuelas rurales, a las que pone en peligro de extinción. Como no sabemos en qué condiciones se dará el cambio de modelo, estamos seguros de que tendrá un impacto directo en nosotros y nosotras", lamentan.

"¿Cuándo tendremos tiempo para organizar esto? Se ha ofertado el servicio de tarde en unas escuelas donde hasta ahora nunca ha existido, ¿Cómo se va a insertar? ¿Qué educadores/as prestarán el servicio? Una vez más sin ninguna previsión, estamos ante una cuestión impuesta. No se entiende que una institución pública actúe así. Queremos pedir a la gerente del Consorcio Haurreskolak que nos explique todo esto y dar a conocer nuestra situación a toda la sociedad", concluyen.