El Hospital Psiquiátrico de Álava puso en marcha a comienzos de 2020, justo antes de la pandemia, una pionera sala de confort sensorial para ofrecer a sus pacientes una alternativa terapéutica humanizadora a la hora de abordar situaciones de crisis. 

El centro sanitario gasteiztarra contrastó experiencias similares desarrolladas en el extranjero, pues no existía un recurso como este en las redes de salud mental del Estado, y contactó también con profesionales del único hospital general del entorno que contaba con un espacio parecido, el Santa Lucía de Cartagena. 

Sanitarias como Mariola Olalde se empaparon también de la bibliografía disponible y, finalmente, decidieron importar el recurso al hospital alavés, concretamente a su unidad de Rehabilitación Funcional, de la que esta enfermera es supervisora. 

“La sala ha servido para que los pacientes reconozcan sus emociones, sean conscientes de ellas y recuperen el autocontrol”

Mariola Olalde - Supervisora del área de Rehabilitación funcional del Hospital Psiquiátrico

El centro contó a la hora de diseñar y equipar la sala con la colaboración de sus propios pacientes, que tienen patologías de larga duración y en muchos casos edades avanzadas. 

La evidencia científica de que estos espacios aumentan la calma y el autocontrol en enfermos de este perfil estaba ahí, pero faltaba testar la eficacia del recurso sobre el terreno.

Faltaba, porque un grupo de enfermeras de la Red de Salud Mental (RSM) de Álava han podido realizar este trabajo con el paso del tiempo y datos objetivos como aval y comprobar, efectivamente, la utilidad de su sala de confort. 

La segunda de más salas

Tanto es así que, si los plazos previstos se cumplen, el Psiquiátrico va a estrenar en la recta final de este año su segundo espacio de estas características, una inauguración a la que progresivamente se irán sumando todas las áreas del hospital.

Decorada en tonos suaves y con motivos inspirados en la naturaleza, la sala ya en marcha cuenta con un sofá reclinable, mecedora, puf, difusores de cromoterapia y aromaterapia, un proyector que emite relajantes vídeos, musicoterapia, mantas ponderadas –con peso–, pelotas antiestrés, revistas, libros, balones suaves o cojines para inducir la relajación de sus usuarios.

Elementos de relajación en la sala del hospital vitoriano. Pilar Barco

Un total de 76 pacientes del hospital vitoriano utilizaron el recurso en su primer año de funcionamiento normalizado, entre mayo de 2021 y el mismo mes del ejercicio pasado, con unos “muy buenos resultados” que saltan a la vista.

El 82% de los pacientes que utilizaron la sala en su primer año de funcionamiento disminuyeron su angustia

Según sus propios testimonios, el 82% de los usuarios lograron disminuir su angustia tras acceder a la sala, a un 89,5% les resultó “útil” y el 99% afirmaron que la recomendarían.

Desde el punto de vista sanitario, los profesionales del hospital ayudaron a los pacientes a recuperar la calma y el autocontrol en el 96,5% de los casos.

El trabajo, que fue presentado en el reciente Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental celebrado en Málaga, obtuvo el primer accésit en la categoría de estudio de investigación.

“Está siendo una de las mejores herramientas terapéuticas: humanizamos la asistencia y empoderamos a los pacientes”

Flora Murua - La directora de Enfermería de la Red de Salud Mental de Álava

“La experiencia ha sido muy positiva. La sala ha servido para que los pacientes reconozcan sus emociones, sean conscientes de ellas y recuperen el autocontrol. La mayoría de las veces ha sido así: salen tranquilos”, remarca la propia Mariola Olalde en conversación con este periódico. 

Flora Murua, directora de Enfermería de la RSM, certifica también que la sala de confort “está siendo una de las mejores herramientas terapéuticas” en manos del personal del centro.

Humanizar la asistencia

“Además, humanizamos la asistencia y empoderamos de forma muy importante a los pacientes”, subraya la profesional. 

El Psiquiátrico, que hace bien poco tenía que mirarse en otros espejos, recibe ahora de forma habitual peticiones de asesoría desde las áreas de salud mental de otras comunidades autónomas que estudian implementar igualmente salas de confort.