Juan Carlos de Borbón ha visitado Vitoria este domingo antes de poner fin a su visita a España de los últimos días. A las 18:15 de la tarde su avión privado despegaba desde el aeropuerto de Vigo rumbo a la capital alavesa, de la que dista apenas una hora de vuelo. Aterrizó en el aeropuerto de Foronda alrededor de las 19:00.
El rey emérito bajó las escaleras del jet privado con algunas dificultades, pero solo. A pie de pista le esperaban sus colaboradores y una furgoneta Mercedes con la que se ha desplazado hacia la ciudad alavesa.
El rey emérito ha pasado unos días de regatas en la localidad gallega de Sanxenxo, donde llegó el pasado miércoles para participar en la I Volvo Autesa Cup. Sin embargo, Juan Carlos I, con evidentes problemas de movilidad, no ha podido salir a navegar ninguno de los dos días de competición.
Después de los cinco días que ha pasado en tierras gallegas,TVE ha infomado de que el rey emérito viajará a Vitoria por motivos personales. No se conocen más detalles de su escala en Vitoria ni cuando retomará su previsible regreso a Emiratos Árabes Unidos.
El rey emérito ha partido en la tarde de este domingo de la localidad pontevedresa de Sanxenxo y se ha dirigido al aeropuerto de Vigo, desde donde abandonará Galicia. En el aeropuerto de Vigo esaba todo preparado para la salida de Juan Carlos I y alrededor de las 6 de la tarde ha puesto rumbo a la capital de Euskadi.
Ya estuvo en Vitoria en 2015 para ver a Mikel Sánchez
En 2015 Don Juan Carlos visitó en Vitoria para acudir a la consulta del prestigioso traumatólogo gasteiztarra Mikel Sánchez, que tene despacho en el hospital Vithas San José y se especula con que éste pueda ser el motivo de su paso por la capital alavesa, que se espera a lo largo de este domingo por la tarde. El exmonarca llegaría a Vitoria en un vuelo privado que aterrizaría en Foronda.
Segunda visita desde su exilio emiratí en 2020
El rey emérito llegó a Sanxenxo el pasado miércoles 19 de abril procedente del aeropuerto de Peinador, en Vigo, donde ha aterrizado en un jet privado procedente de Londres. Se trata de su segunda visita privada a la zona en un plazo de once meses desde que en agosto de 20020 se marchó a Abu dabi
Su visita privada a la localidad costera de la comarca de O Salnés ha estado orientada al ocio y el deporte, ya que el rey emérito desea participar, a bordo del Bribón que lidera su amigo Pedro Campos, en la segunda regata de la Liga española de la modalidad de seis metros.
El plan de viaje preveía que la visita de Juan Carlos I concluyera este domingo, por lo que su paso por la capital alavesa podría ser fugaz.
La primera de ellas despertó una gran expectación tanto por parte de los medios de comunicación como de la ciudadanía. La expectación en esta ocasión ha sido también grande pese a que el exmonarca no se ha prodigado en declaraciones y gestos ante el público y la prensa como en su vista de hace casi un año.
La atención que recibe el rey emérito ya se sintió en Londres, ciudad en la que acudió a Stamford Bridge, el estadio del Chelsea, en el oeste de Londres, para presenciar el partido del club inglés contra el Real Madrid de Liga de Campeones antes de volar rumbo a Galicia
Allí acudió en un vehículo todo terreno negro tras el autobús del Real Madrid y a la vez que el presidente del club madridista, Florentino Pérez, con quien no se le vio saludarse.
Y el lunes fue fotografiado mientras abandonaba un exclusivo club privado en Oswald's, centro de la capital inglesa, donde, según publicó el tabloide "Daily Mail", cenó con un grupo de amigos.
Malestar en Zarzuela
De esta manera, el Juan Carlos I ha vuelto al Estado español, un viaje que ha generado "malestar" en Zarzuela. Consideran particularmente "inoportuno" que la visita se produzca en estos momentos dada la proximidad con las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo y por tanto en periodo preelectoral, aunque reconocen que se trata de una decisión personal del padre del rey y la enmarcan en su vida privada, como también ha hecho el Gobierno.
Ya la primera visita que hizo al Estado español Juan Carlos I a finales de mayo del año pasado había generado malestar en la Casa del Rey, debido a la expectación con la que se siguieron todos sus movimientos durante su estancia en Sanxenxo y al interés suscitado, muy lejos de la privacidad con la que había manifestado que quería que transcurrieran este tipo de desplazamientos.
En aquella ocasión, padre e hijo se reunieron posteriormente en Madrid. Tras el mismo, la Casa del Rey le recordó a Juan Carlos en un comunicado que en su carta para notificarle que Abu Dabi sería su residencia permanente también le había dicho que cuando visitara el Estado español quería hacerlo con "la mayor privacidad posible".
Entonces, el mensaje caló aparentemente en el emérito, ya que no regresó en junio para una nueva regata como se había adelantado, y en los meses siguientes ha mantenido un inusual silencio, sin recurrir a su entorno más cercano para trasladar mensajes sobre sus intenciones o sobre su vida en el exilio emiratí.