Abrió sus puertas el 10 de abril de 2017 como una “apuesta estratégica” de la UPV/EHU para Araba y el campus de Gasteiz en particular, donde las Ciencias Sociales y las Humanidades representan un pilar clave.

12 grupos de investigación especializados en áreas como el patrimonio construido, la historia medieval, las lenguas minorizadas o la fonética estrenaban la moderna infraestructura, de cuatro plantas y 7.750 metros cuadrados de superficie, todavía una especie de hermano pequeño del anexo edificio Lucio Lascaray, volcado en las Ciencias Experimentales y de la Salud.

Pero incluso pandemia mediante, el centro Micaela Portilla ha pasado de bebé a niño de seis años de edad –los cumple hoy mismo– ya consolidado como la “referencia principal en investigación” en el campo de las letras de todo el País Vasco, según celebra en declaraciones a este periódico la vicerrectora del campus alavés, Manoli Igartua.

15 grupos estables ocupan ya las instalaciones del recurso, que en palabras de Igartua “ha supuesto una contribución invaluable al conocimiento” en este ámbito, “clave en la construcción del futuro” de la sociedad.

El centro, además, va a incorporar próximamente un nuevo grupo de investigación especializado en la Arqueobotánica, una disciplina que se basa en la recuperación, el análisis y la interpretación de materiales vegetales provenientes de sitios arqueológicos. Estará dirigido por la doctora Amaia Arranz, que ha recibido una ayuda europea para echar a andar.

Una trayectoria "muy positiva"

Pero antes de que esto suceda, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha invitado a los equipos ya integrados en el Micaela Portilla a celebrar este aniversario y analizar una trayectoria valorada en líneas generales “muy positivamente”.

Tres investigadores principales han accedido a compartir sus impresiones. Se trata de David Río, catedrático de Literatura Norteamericana y cabeza visible del grupo REWEST, que está especializado en la literatura y la cultura del Oeste americano; María del Pilar García Mayo, del grupo Language and Speech; y Juan Antonio Quirós, coordinador del grupo de investigación en Patrimonio y Paisajes Culturales –Heritage and Cultural Landscapes–.

"Nos ha dotado de un espacio estable y de un punto de referencia para realizar actividades"

David Río - Investigador principal del grupo REWEST

Río, por ejemplo, celebra que el centro ha dotado a sus equipos “no solo de un espacio de trabajo estable”, sino también de “un punto de referencia para la realización de actividades”, como seminarios, simposios, reuniones con investigadores invitados o cursos de postrado.

Además, se está pudiendo “trasladar a la sociedad” la labor de investigación que se lleva a cabo en Vitoria.

Una idea compartida por García Mayo, para quien el Micaela Portilla ha tenido “un impacto reseñable” para la ciudad porque “ha acercado a la sociedad la investigación” que se realiza en la UPV/EHU.

"Ha tenido un impacto reseñable porque ha acercado a la sociedad la investigación que se hace en la UPV/EHU"

María del Pilar García Mayo - Investigadora principal del grupo Language and Speech

Quirós, entretanto, valora la “valiente” iniciativa que supuso abrir este recurso, “hasta un cierto punto de vista arriesgada y desde luego contracorriente”, y celebra que el centro haya permitido “consolidar” numerosos grupos, dar espacio para la formación de jóvenes investigadores y “generar espacios de creación y crecimiento científico que no existían”.

Este investigador, sin embargo”, lamenta que la pandemia “ha limitado muchísimo la capacidad potencial” del centro, que tiene todavía “mucho margen de crecimiento”. “Siempre es más fácil invertir en infraestructura y equipos que en nuevo personal”, enfatiza Quirós.

“La pandemia ha limitado muchísimo la capacidad potencial de la infraestructura; hay mucho margen de crecimiento”

Juan Antonio Quirós - Coordinador del grupo Heritage and Cultural Landscapes

¿Y qué tienen a día de hoy entre manos estos grupos?

David Río detalla que el objetivo prioritario de REWEST pasa por “consolidar e impulsar el nuevo interés crítico por el Oeste norteamericano como un espacio plural y en constante proceso de reinvención”, prestando especial atención a aquellos autores y artistas que “han destacado por su capacidad para renovar el imaginario tradicional de este territorio”.

Además de la literatura y el cine, la música contemporánea, la televisión o el cómic son algunos de sus campos preferentes de investigación.

Proyectos diversos

Tres son, mientras tanto, los proyectos activos en el grupo Language and Speech, todos financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación. En el primero, el grupo encabezado por García Mayo está explorando el potencial de distintas intervenciones pedagógicas para revertir las dificultades en el aprendizaje del inglés en Educación Primaria; en el segundo, analiza el impacto que el uso de este idioma ejerce como lengua de instrucción en la universidad; y en el tercero, las herramientas que se utilizan en el aprendizaje integrado de contenidos en lenguas extranjeras –francés, inglés y alemán– dentro del marco multilingüe vasco.

Por su parte, el grupo liderado por Quirós trabaja en diferentes estudios histórico-arqueológicos que están proporcionado según el investigador resultados “de notable importancia y significado” tanto en términos científicos como sociales, entre ellos el hallazgo del primer castillo medieval en Berbeia (Valdegovía).

Este equipo tiene también una línea de trabajo “muy fructífera” en la educación patrimonial, mediante el análisis de “temas difíciles que tienen que ver con las heridas aún abiertas en la memoria de la sociedad vasca”.

La movilidad en el pasado

Una tercera línea de trabajo incide en el estudio de la movilidad de las personas en el pasado.

A través de estudios isotópicos de restos humanos, el grupo ha descubierto que las migraciones y los desplazamientos de personas “han sido más comunes” de lo que se ha pensado casi hasta nuestros días, y ha podido estudiar fenómenos más concretos como la alimentación en el pasado.

“Determinar qué se comía, quién comía determinados alimentos o cómo se utilizaban los banquetes para construir grupos e identidades permite comprender la historia de los vascos desde otra perspectiva”, subraya Quirós.