A doce mujeres y diez hombres en condiciones vulnerables se les abrieron las puertas de cinco hogares de Vitoria en régimen de alquiler el año pasado, gracias al proyecto Con-viviendo, una iniciativa de la asociación para la integración social Ali-Etxea que nació en 2019, tras darse cuenta de las dificultades que tenían para acceder a una vivienda de alquiler a un precio asequible personas en situación o riesgo de exclusión social.

Este caso era el de inmigrantes que vienen solos y familias, sobre todo mujeres con menores a cargo, con las que realizaban procesos de acompañamiento en diferentes ámbitos: desde documentación, salud o formación, trabajo a conocimiento de los recursos y de la cultura local.

Hasta entonces, esta asociación sin ánimo de lucro, formada por laicos y presidida por el párroco de Ali, era conocida por gestionar la casa que da nombre a su agrupación Ali-Etxea, una vivienda comunitaria, sita en la calle Ali 30 de Vitoria, en la que convivían de manera temporal, personas solas y familias que estaban realizando procesos de inserción.

La gestionaron durante casi una década, en concreto, desde el año 2012, es decir, desde el mismo momento en el que se creó como proyecto social por los 150 años de la diócesis, hasta septiembre de 2021.

Desde 2019

Pero en esos diez años de andadura, la asociación constató que una de las mayores dificultades a las que se enfrentan estas personas es acceder a una vivienda de alquiler, a un precio asequible, que les permita culminar su proceso de inclusión, viviendo de manera autónoma. Para dar respuesta a esa necesidad, en 2019 la asociación Ali-Etxea puso en marcha el proyecto Con-viviendo.

De esta manera, el proyecto tiene como objetivo facilitar el acceso a una vivienda en régimen de alquiler a personas y familias en situación de vulnerabilidad que, por diferentes circunstancias, no pueden acceder a una vivienda pública por la vía ordinaria y que se encuentran realizando un itinerario de inclusión.

Gracias a ello, se ha conseguido que en este 2022 haya cinco viviendas de Vitoria en las que viven siete unidades de convivencia.

En la primera, en concreto, reside un matrimonio más tres menores y un adulto solo. En la segunda, un matrimonio y cuatro menores. En la tercera, una madre y un menor. En la cuarta, una madre más un menor y una adulta sola y en la quinta, un matrimonio con dos menores.

“La pretensión no es que pasen muchas personas por las viviendas sino que las personas/familias que residan en las viviendas puedan hacerlo de manera estable y en condiciones dignas. Tener una vivienda estable, que puedas hacer frente al pago del alquiler y los suministros, posibilita que las personas puedan hacer procesos de inserción (formación, búsqueda de empleo…)”, explica Arantza Caballero, tesorera de Ali-Etxea.

Las viviendas que gestiona la asociación son de personas que optan por dar a su vivienda una finalidad no solo económica sino también social

Para conseguir las viviendas, sobre todo, funciona el “boca a boca”. “Las condiciones de acceso hoy a una vivienda de alquiler en el mercado libre son abusivas: precios altísimos (800-1.000 euros), presentación de avales, fianzas de miles de euros… y si eres persona de origen extranjero y tienes hijos pequeños, muchas puertas se cierran de antemano. Las viviendas que gestiona la asociación son de personas que, por diferentes vías, han conocido el proyecto y optan por dar a su patrimonio (vivienda) una finalidad no solo económica sino también social, posibilitando el acceso a una vivienda digna y en condiciones éticas a personas que están haciendo procesos de inserción en nuestra sociedad”, añade.

¿Cómo funciona?

Ali-Etxea actúa como intermediaria entre personas propietarias y beneficiarias del proyecto, asegurando un acompañamiento a las familias y un apoyo en la gestión del pago de la renta y los suministros de la vivienda.

Los propietarios de la vivienda firman un contrato de arrendamiento con las personas beneficiarias del proyecto a un precio asequible que oscila entre los 525 y 650 euros.

Por su parte, Ali-Etxea firma un documento con las personas arrendatarias y beneficiarias del proyecto, en el que quedan establecidos ciertos compromisos y acuerdos relacionados con buena convivencia, respeto entre convivientes, participación en reuniones periódicas, cuotas a pagar, entre otros.

Los propietarios de la vivienda firman un contrato de arrendamiento con las personas beneficiarias del proyecto a un precio asequible que oscila entre los 525 y 650 euros

Ali-Etxea se encarga de supervisar que los inquilinos abonen mensualmente la renta y asegura el pago de los suministros adelantando el dinero de las facturas. En concreto, las personas arrendatarias abonan mensualmente a la asociación una cuota fija que oscila entre los 120 y los 150 euros en concepto de gastos.

El importe a pagar depende del número de personas que convivan. Así, se asegura el pago de todos los suministros (evitando que haya cortes de luz, gas, calefacción, agua...), posibilitando que usen la calefacción cuando sea necesario y facilitando una mejor organización de su presupuesto mensual, (al tener una cuota fija, se evitan picos de gasto).

Y si en algún momento los inquilinos no pueden hacer frente a los gastos (parcial o totalmente) o al pago de la renta, desde la asociación se apoya en esos pagos establecidos, siempre que sea posible, tiempos y cantidades para su devolución.

Ali-Etxea cuenta con una persona contratada a jornada parcial que es quien realiza el acompañamiento a cada persona o familia. Esta profesional, diseña junto con las personas un itinerario de inclusión, adaptado a su situación particular y buscando los recursos necesarios que faciliten el proceso de inclusión social: formación, trabajo, salud, ocio...

El coste de estos servicios es asumido por la propia agrupación, por lo que no se cobra ningún importe a las personas/familias por este concepto.

Proyecto Con-viviendo

  • En 2022. En Con-viviendo de la asociación Ali-Etxea han participado cinco viviendas con siete unidades de convivencia. En la primera, había un matrimonio más tres menores y un adulto. En la segunda, un matrimonio y cuatro menores. En la tercera, una madre y un menor. En la cuarta, una madre más un menor y una adulta sola y en la quinta, un matrimonio con dos menores.
  • En 2021. Participaban cinco viviendas con siete unidades de convivencia. En la primera, un matrimonio más tres menores y un adulto solo. En la segunda, un matrimonio más cuatro menores. En la tercera, una madre más un menor. En la cuarta, una madre más un menor más una persona adulta sola (en junio de ese año salieron de la casa y entró en su lugar, otra mujer con un menor). En la quinta, un matrimonio más dos menores.
  • En 2020. Dos viviendas con siete unidades de convivencia. En la primera, un matrimonio más tres menores y un adulto solo. En la segunda, un matrimonio más cuatro menores.
  • Número de socios. 38
  • Grupo de voluntarios. 8
  • Personas propietarias. Si se está interesado en participar en este proyecto se puede contactar con Ali-Etxea a través del email ‘proyectoetxea@yahoo.es’.


Buscan más voluntarios y más casas

Además, Ali-Etxea cuenta con un grupo de voluntariado disponible para otro tipo de apoyos: gestiones con la Administración (Lanbide o servicios sociales de base), acompañamiento al médico, a reuniones en la escuela cuando existen dificultades con el idioma, cuidado puntual de menores, apoyo escolar...

Exactamente, cuentan ahora con ocho voluntarios y cada uno de ellos está asignado a una unidad de convivencia. Pero necesitan más voluntarios, porque “siempre hacen falta más, bien para tareas puntuales (apoyo al estudio a menores, acompañamiento a gestiones…) o bien para apoyar, en coordinación con el equipo, el acompañamiento que se hace a las familias en la realización de su proceso de integración”.

También necesitan más personas propietarias que opten por esta manera alternativa de facilitar la “con-vivencia”. “Personas que valoren, además de la rentabilidad económica, la rentabilidad social. Personas que quieran aportar su granito de arena construyendo una sociedad más humana y más humanizadora en la que prevalezcan valores como la diversidad y la solidaridad. Si se quiere conocer con más detalle el proyecto y cómo gestionamos las viviendas, puede hacerlo vía email (proyectoetxea@yahoo.es)”, solicita Caballero.

El balance que hace de estos tres años de proyecto es muy positivo, ya que, como resumen, “se genera buena relación entre personas propietarias e inquilinas. La asociación es un apoyo a diferentes niveles, tanto para propietarios como inquilinos. Estamos siendo una herramienta social para que personas/familias en situación de vulnerabilidad, que hacen procesos de inserción social, puedan acceder a una vivienda digna, de manera estable y a un precio asequible”.