La jueza titular del Juzgado de Instrucción número cuatro de la capital alavesa, María Antonia Blanco, ha dictado un nuevo auto en el que recoge medidas cautelares contra los grupos antiabortistas que se concentraban frente a la clínica Askabide. En concreto, la magistrada dicta la prohibición de aproximación a menos de 100 metros del citado recinto médico mientras se sustancia la causa abierta para dirimir un presunto delito de coacciones por parte de los citados colectivos hacia los usuarios de la clínica gasteiztarra.

El auto de la jueza, datado este miércoles, fundamenta la disposición en que en los casos en los que se investigue un delito como el mencionado, el tribunal podrá imponer cautelarmente al inculpado la prohibición de “residir” en un determinado lugar. Con dicha medida se trataría de protegerlos derechos de los usuarios del recinto médico.

Identificados

El auto refleja que los investigados fueron identificados por la Ertzaintza, indicando que 40 días por la vida –así se denomina el grupo antiabortista al que se le ha impuesto la medida cautelar– estaba en el lugar “para rezar por las almas”.Los agentes hicieron constar en el atestado que variaba el número y la identidad de los concentrados, aunque todos ellos fueron identificados.

40 días por la vida

El auto señala que los investigados presuntamente pertenecen a la Asociación o movimiento antiabortista 40 días por la vida, un grupo que en su web recoge instrucciones concretas para acudir a estas clínicas con la finalidad de presionar a las usuarias y al personal que trabaja en las mismas.

Instrucciones para presionar

El auto señala que los investigados presuntamente pertenecen a la Asociación o movimiento antiabortista 40 días por la vida, un grupo que en su web recoge instrucciones concretas para acudir a estas clínicas con la finalidad de presionar a las usuarias y al personal que trabaja en las mismas.

Dados los hechos, el denunciantes efectuó varias denuncias ampliatorias, señalando que desde el 29 de septiembre han seguido produciéndose concentraciones de igual calado frente a las puertas de la clínica. Desde la clínica se añade que la citada situación afecta tanto a los trabajadores de la clínica como a las clientas que pretenden salvaguardar su intimidad y que en alguna ocasión han decidido no acudir al recinto, situado en la calle Rioja.