Oporto es, como Vitoria, una de las 100 ciudades elegidas por la Comisión Europea para la misión Ciudades Inteligentes y Climáticamente Neutras 2030. ¿Qué supone para Oporto?

Este es un reconocimiento muy importante para Oporto ya que valida el buen camino que venimos siguiendo en términos de sostenibilidad. Además, la inclusión de Oporto entre las ciudades líderes hacia la descarbonización muestra que nuestros objetivos son ambiciosos, con vistas a garantizar una ciudad mejor, más resiliente y sostenible para los portuenses que, al mismo tiempo, contribuya a una Europa del futuro, más digital y verde. Esta elección es un impulso adicional y una importante contribución que nos permitirá aumentar los recursos disponibles para convertir la ambición en realidad.

‘Por un modelo de vida más sostenible’. Palacio de Congresos Europa, 22 de junio. Rui Moreira participará en el diálogo a tres ‘El movimiento Green’.

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¿Qué pasos destacaría que ha dado la ciudad para lograr avanzar hacia la sostenibilidad?

Hemos sido capaces de desarrollar una enorme cantidad de trabajo en el ámbito municipal, del que me siento muy orgulloso. Los retos de la sostenibilidad han sido abordados con carácter multidisciplinar, presentando una visión integradora y holística. En los últimos años, por ejemplo, hemos apostado fuerte por la transición a la movilidad eléctrica en vehículos municipales que se alimentan de energía fotovoltaica producida para el autoconsumo y que cobrará aún mayor dimensión con las comunidades de energías renovables que estamos desarrollando. Reforzamos la capacidad de implementación del Municipio en el área de transición energética, en una estrategia anclada en la nueva empresa Águas e Energia do Porto, donde fuimos pioneros en la relación entre agua y energía. Además, toda la energía que consume el Municipio es 100% de fuentes renovables certificadas y se ha hecho un gran esfuerzo en movilidad sostenible. También puedo hablar de una trayectoria consolidada en una estrategia de residuos que ha tenido un excelente desempeño en tasas de reciclaje (en 2021 por encima del 39%), el nuevo proyecto de recolección de residuos orgánicos que ya cuenta con más de 1.000 toneladas de residuos recogidos, en aproximadamente un año, y que se transformarán circularmente en mejora de suelos de alta calidad. Destaco también varios proyectos de lucha contra los residuos y fomento de la reutilización, el fomento de la circularidad y la integración en la gestión del ciclo urbano del agua, la ampliación y rehabilitación de múltiples espacios verdes de la ciudad, el respeto y cuidado del patrimonio arbóreo, tan importante para la captación de carbono, como marcas imborrables del trabajo que se ha realizado en Oporto.

¿Cuáles son los principales retos y proyectos que afronta ahora Oporto?

Esta misión está en línea con nuestros objetivos y requiere del esfuerzo concertado de múltiples stakeholders de la ciudad. La mayoría de las emisiones en la ciudad provienen de los sectores de edificación, residencial y servicios (50%), y transporte (40%), lo que obliga a mirar con especial atención todos los proyectos que inciden en la reducción de emisiones en estos sectores. Tenemos que movilizar a la ciudad en torno a este objetivo común y eso es exactamente lo que justifica el lanzamiento del Pacto por el Clima de Oporto, un compromiso abierto con la ciudad, con las organizaciones públicas y privadas y con sus ciudadanos, que tiene como objetivo crear una gran comunidad de aprendizaje, intercambio y apoyo mutuo hacia la neutralidad de carbono para 2030.

¿Qué papel tienen o van a tener las nuevas tecnologías en estos procesos de transformación de nuestras ciudades?

La transición digital, la apuesta continuada por las nuevas tecnologías y la innovación son cruciales para el éxito de la transformación de las ciudades. Recientemente, hemos sido testigos de profundas transformaciones debido a la pandemia de covid-19. Algunos de los cambios, forzados por las circunstancias, permitieron experimentar la realización de las mismas actividades de forma diferente. Por ejemplo, en Oporto, la interacción con la Oficina del Municipio (GM) ha cambiado profundamente. En el GM, la asistencia promedio diaria es de alrededor de 1.200. En el período precovid, alrededor de 800 eran presenciales y el resto por teléfono y canales digitales. Hoy, todo está al revés. En Oporto, a través de Porto Digital, poseemos y gestionamos nuestra propia infraestructura de comunicaciones de fibra óptica, lo que nos permite tener un enorme alcance y potencial en términos de gestión de servicios municipales. Semáforos inteligentes que mejoran la movilidad urbana, creación de zonas de acceso wifi gratuito para residentes y visitantes, sensorización de la ciudad e inversión en IoT son solo algunos de los resultados de esta digitalización de la ciudad. Destaco también nuestro Centro de Gestión Integrada (CGI), una instalación que aglutina en un único espacio a los servicios responsables de Movilidad y Transportes, Policía Municipal, Bomberos, Protección Civil, PSP y Medio Ambiente que trabajan las 24 horas del día los 365 días del año.

¿Contemplan esta transformación digital y de sostenibilidad también como una oportunidad para la economía y el empleo?

Sin duda. Estas transformaciones tienen beneficios directos en la calidad de vida de nuestros ciudadanos. Estamos invirtiendo en la producción de nuestra propia energía a partir de la energía solar. O incluso, a un nivel más amplio, en vivienda social, en la que la rehabilitación de edificios establece como premisas un conjunto de factores que aúnan eficiencia energética, confort y modernidad. De hecho, en los Presupuestos Municipales de 2022, en la inversión para vivienda que ronda los 28 millones de euros, se destina cerca del 63% (17,4 millones de euros) a la rehabilitación mayor de viviendas públicas. Esta inversión pública, en la que tenemos índices de ejecución muy satisfactorios (superiores al 90%) en comparación con otras ciudades portuguesas e incluso con el Gobierno portugués, genera externalidades positivas en términos de economía local y creación de empleo.

¿Qué idea tiene Oporto respecto a lo que ha de ser la movilidad en la ciudad en el futuro?

Queremos contrarrestar el uso excesivo de vehículos individuales y, para ello, es fundamental invertir en una estrategia basada en un transporte público mejor y más competitivo. Los vectores de esta estrategia son diversos. En 2021, asumimos la gestión de Sociedade de Transportes Colectivos do Porto – STCP, lo que nos permitió invertir en nuevas líneas y, junto con el Gobierno, renovar la flota, con autobuses propulsados por gas natural y eléctricos. Hay nuevas líneas de metro en construcción, planes para la construcción de una línea BRT (Bus Rapid Transit), mucha inversión por hacer en los próximos años. Es muy importante que el transporte público, además de cómodo y respetuoso con el medio ambiente, también sea atractivo por el precio de los billetes, de ahí las inversiones en simplificación de tarifas que hemos realizado. El Municipio de Oporto fue más allá y financió los pases de niños y jóvenes hasta los 18 años para que puedan viajar gratis en cualquier transporte público en Oporto. Este es el apoyo necesario para las familias en las que Oporto quiere seguir invirtiendo y que se refleja, y mucho, en su presupuesto familiar.

¿Ha influido la pandemia en la manera de concebir la ciudad de Oporto de cara al futuro?

Sí. Con la pandemia aceleramos políticas que, en cierto modo, estaban latentes. Hablo, por ejemplo, de la devolución del espacio público al ciudadano. En el nuevo Plan Director Municipal aprobado hace un año y que estará vigente en Oporto al menos durante la próxima década, definimos la peatonalización del Centro Histórico de Oporto como una de las prioridades. Sin duda, influidos por el covid-19, empezamos antes de lo esperado a probar algunas iniciativas, como las zonas peatonales temporales, un proyecto que pusimos en marcha en verano de 2020 y que consiste en cerrar al tráfico varias arterias del centro de la ciudad los fines de semana. Ahora estamos adoptando el modelo por tercer año consecutivo, que también incluye un programa de entretenimiento dirigido a niños y familias, y la aceptación va en aumento. Este cambio de hábitos es absolutamente crucial para la ciudad del futuro que imaginamos.