Viene de lejos la paulatina desertificación comercial del centro de Vitoria, un tema recurrente en el Ayuntamiento de Vitoria, pero aún más en las calles y en los sectores afectados. Pablo Ochoa de Retana, responsable de Lakú, una tienda de accesorios para el diseño de bisutería ubicada en plena plaza de la Virgen Blanca, y presidente a su vez de la asociación Comercio Vitoria, analiza la situación para DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA.

Pablo considera que más allá de los nuevos hábitos de consumo o de las sucesivas crisis económicas, el problema viene de las instituciones. “Esto no tiene vuelta atrás mientras se mantenga la mentalidad, la actitud y las mismas políticas desde hace veinte años. Nadie quiere escucharnos a los comerciantes, que estamos a pie de calle y sabemos la repercusión de las medidas que se van tomando”, lamenta Pablo.

¿Y cuáles son esas reivindicaciones del sector? Principalmente una. “Todo va orientado a quitar plazas de aparcamiento, y la gente que no vive en el centro no va al centro. Eso provoca la desaparición del comercio, pero no te quieren ni oír, quieren trabajar en la postal idílica de Vitoria, cuando es una ciudad que para bien o para mal vive del automóvil, de la Michelin y la Mercedes, rodeadas de aparcamientos por todas partes, pero en el centro queremos hacer un reducto donde sea todo al revés”, explica.

En su opinión, la movilidad de la ciudad se ha diseñado bajo criterios “aplicados en ciudades que no tienen nada que ver con Vitoria, ni en cuanto a clima, ni industria, ni número de habitantes. No se ha hecho un análisis crítico, y si no funciona se hace más de lo mismo”.

En ese sentido, afirma que no se puede vetar el coche cuando los nuevos barrios han sido construidos para usarlo. “A 50.000 habitantes de Vitoria se les ha sacado del centro y se les ha dado de todo tipo de facilidades para moverse en coche, con dos o tres plazas de aparcamiento por cada vivienda y todas las grandes superficies que quieran, todas con su parking. Tardan dos minutos en ir, tienen parking gratis, hacen la compra del mes y si le hace falta algo más lo compran por Internet”, señala.

Pablo cree además que las grandes cadenas señaladas hace años son a su juicio un elemento tractor del comercio, “y además se han marchado a El Boulevard”, y el parón del proyecto Urteim no puede explicar todo lo que sucede. “El centro está vacío de arriba abajo, no tienen un problema porque esos locales no se comercialicen, porque tienes al lado, en Postas, General Álava o Dato todos los locales que quieras. Han pasado además dos años de pandemia que afectan a todo el mundo, y un plan estratégico tan importante como ese se habrá visto perjudicado, pero parece que todos esperamos a que lleguen a un acuerdo con una serie de cadenas para que todo cambie, y no va a cambiar nada si no cambia la mentalidad de las instituciones”, insiste.

En relación a la pandemia, además, lamenta que no se hayan aprovechado estos dos años para reformar las calles donde más problemas de dinamización hay, calles en las que el precio de los alquileres tampoco justifica que haya tantas persianas bajadas. “El centro es más caro que otros sitios, pero no especialmente, Vitoria es más barato que las ciudades del alrededor, y hay locales de todo tipo, no es una cosa inaccesible, el problema es la rentabilidad que le sacas y lo atractivo que es. Hay calles que han muerto, Ortiz de Zárate, Florida, Landázuri, Prado, Diputación... Eran calles importantes aunque no de primer orden, y han muerto. ¿Cómo te vas a instalar, por muy barato que sea, si no tienes vecinos?”, reflexiona.

A pie de mostrador, Maite, responsable de la tienda de moda Fifty, en la calle Dato, pide más actividad en el centro para atraer público, y que llegue cuanto antes la alta velocidad a la estación. “Hay muchísimos locales vacíos, las tiendas que se abren son de colchones y cosas así, que no son atractivas ni para el turista ni para el que va a salir a la tarde a dar una vuelta”, explica Maite, para quien el traslado de las oficinas municipales a San Martín fue todo un varapalo.

“De tienda multimarca por esta zona solo estoy yo, si fuera una zona de tiendas la gente vendría más, aquí tienen que venir expresamente a mi tienda, a mi me gustaría que hubiera más tiendas de este tipo”, concluye la comerciante.

Gorbea, la otra cara de la moneda

Si en el centro de la capital alavesa la situación del comercio es preocupante, muy cerca, en la calle Gorbea, se siguen abriendo negocios. El último, la cafetería Valle, que vuelve a subir la persiana, y pronto en la zona habrá una tienda de mobiliario, tal y como explica Xabier Vellé, técnico de la Asociación de Comerciantes de la calle Gorbea.

¿Por qué hay tanta diferencia entre la situación de una y otra zona de la ciudad? “El eje de Gorbea tiene un tránsito, un flujo natural de gente, y en el centro también hay un cambio de tendencia, ahora el centro igual se utiliza más como ocio o paseo y ya no hay ese músculo de ventas, se han cerrado ciertos comercios, todo ha agilizado ese proceso. En la calle Gorbea sí existe ese pulso por el tipo de cliente, vecinal, activo, con un poder adquisitivo igual un poco mayor, son varios factores”, explica Xabier.

Además hay una oferta integral, que permite al vecino tanto comprar el pan como comprar artículos en una tienda erótica. “Los sectores aquí son variados, desde equipamiento personal, muebles y decoración hasta servicios de belleza, peluquerías, estética, ópticas o música”, señala el experto, quien explica que en general se trata de una zona con mucha movilidad. “Cuando se cierra un comercio poco después vuelve a haber otro en esa misma lonja”, apunta.

Su compañero Rubén Samperio se posiciona en el debate sobre la necesidad o no de que el comercio local entre en el universo de Internet. “Los ayuntamientos y el Gobierno Vasco dicen que tenemos que estar ahí, pero es imposible competir con las grandes plataformas, lo digital a veces fomenta que no se consuma en el comercio local”, advierte Rubén, quien afirma que “las grandes plataformas siempre te van a ganar porque tienen unos posicionamientos que hacen que nunca vayas a estar en la primera página de Google, y si no estás en la primera página de Google estás muerto”.

Además, añade, “hay gente a la que todavía le gusta la experiencia de tocar, de oler, de sentir, de pasear, de disfrutar de los escaparates, que al fin y al cabo son pequeños museos, exposiciones que se hacen con mimo para que se nos haga ameno ir por la calle”. Y eso, concluye, “sin entrar en lo que supone el comercio local en el PIB de una ciudad”.

Gorbea

114

Abiertos. En la actualidad en la calle Gorbea de la capital alavesa hay un total de 114 bares, restaurantes y tiendas de todo tipo abiertos a pie de calle, según la Asociación de Comerciantes de esta arteria vitoriana.

12

Cerrados. Por su parte, una docena de locales de la calle y de su entorno inmediato permanecen cerrados a día de hoy.

Las frases

Pablo Ochoa de Retana “A 50.000 habitantes de Vitoria se les ha sacado del centro y se les ha dado todo tipo de facilidades para moverse en coche”

El presidente de Comercio Vitoria cree que los barrios de la periferia de la capital alavesa han sido diseñados para el uso del vehículo privado, lo que les lleva a hacer sus compras en los centros comerciales.

Maite “De comercio multimarca aquí solo estoy yo, si fuera una zona de tiendas la gente vendría más”

La responsable de la tienda de moda Fifty, de la calle Dato, cree que se debe fomentar la actividad en una zona de la ciudad en la que la ausencia de comercio la hace poco atractiva para iniciar un negocio.

Xabier Vellé “El cliente de Gorbea es un poco mayor, y busca cercanía, atención y asesoramiento”

En Gorbea, al contrario de lo sucede en el Ensanche, el comercio sí se mantiene vivo y con buena salud por diversas circunstancias, tal y como explica el técnico de la Asociación de Comerciantes de esta calle vitoriana.

Rubén Samperio “La digitalización trae problemas, si no estás en la primera página de Google estás muerto”

El técnico afirma que para el comercio local es imposible competir con las grandes plataformas.