Lando Norris ha conquistado, por fin, aquello para lo que parecía predestinado. Durante años, a este prodigio pareció esquivarle el éxito, hasta que a sus 26 años e inmerso en su séptima temporada completa en la Fórmula 1, se ha consagrado como campeón mundial en un ejercicio de madurez que es el colofón para una trayectoria marcada por la insistencia, el talento y una fe inquebrantable en McLaren, donde ha permanecido paciente hasta alcanzar la gloria con un monoplaza avasallador. "Es surrealista. He soñado con esto mucho tiempo, todos nosotros lo hemos hecho. Hay muchos altibajos a lo largo de una temporada, pero nada importa si terminas ganando, y lo hemos hecho", celebró en los altares de Abu Dhabi.

Ha llegado el momento de Norris, que se ganó una reputación que, durante mucho tiempo, no tuvo correspondencia en el palmarés; desembarcó en el Gran Circo en 2019 y en 2020 logró su primer podio, pero no fue hasta 2024 cuando llegó su primera victoria, en la antesala de lo que ya se antojaba como un glorioso 2025. El título ha llegado con suspense, más del esperado. El piloto de Bristol inició el curso con aires de campeón, liderando el Mundial durante las cuatro primeras citas. Pero ese halo se fue desvaneciendo a medida que fue creciendo la figura de su compañero de equipo, Oscar Piastri. El australiano atrapó la cabeza de la clasificación en Arabia Saudí y permaneció asentado durante las siguientes quince carreras de las 24 programadas.

Norris alcanzó una desventaja máxima de 34 puntos. Parecía desbordado por la presión ejercida por la responsabilidad. Las críticas se volvieron voraces contra el británico, destinado a reinar con el monoplaza dominador y como veterano ante la inexperiencia de Piastri, que desplazaba a su favor el rol de número 1 de la escudería. Pero la resiliencia de Norris le permitió dar la vuelta a la situación.

El título se decide por dos puntos

La perseverancia le devolvió al frente del campeonato en México, donde se enfiló hacia un título que se ha decidido en la última prueba, Abu Dhabi, escenario en el que le valía con acabar en posición de podio para coronarse en el Mundial más reñido de los últimos quince años, con hasta tres pilotos con opciones de campeón. Aunque Yas Marina no dio margen a la sorpresa. Norris correspondió a su condición de gran favorito, pero apuró, fue tercero, por detrás de Max Verstappen, que cumplió con su obligación de ganar, y de Piastri, quien sorprendentemente atacó a su compañero para concluir segundo. Era la última posición que le servía a Norris para consumar la proclamación y además fue amenazado por Charles Leclerc, cuarto. Así, Norris bajó el telón con 423 puntos, Verstappen con 421 y Piastri con 410. "He rendido justo cuando lo necesitaba, en la parte final de la temporada, es cuando he mostrado más de mí, he rendido y he podido generar la diferencia deseada", repasó el campeón.

2025 ha sido el año de la eclosión definitiva de Norris, un curso en el que ha conjugado velocidad y templanza en situaciones críticas. Sus cifras no destacan por encima del resto a nivel de victorias, de hecho Max Verstappen cierra el curso con ocho triunfos por los siete de Norris o de Piastri, pero su solidez ha sido envidiable, con 18 podios. Ha sido una de las grandes claves de su éxito, puesto que ha sido el tercero en número de vueltas lideradas a lo largo del campeonato con 373, superado por Verstappen (454) y Piastri (452).

La regularidad ha sido la columna vertebral de un éxito decidido por detalles, pero también por carácter. Y ahí, en esa trinchera invisible donde se dirimen los títulos, Norris ha demostrado estar hecho de una pasta especial. El paddock, que durante años había señalado al británico como “un futuro campeón”, observa ahora cómo esas las expectativas han encontrado materialización. Este título premia a un piloto que ha evolucionado del ímpetu juvenil a la solidez del campeón. También marca un punto de inflexión para McLaren, que vuelve a situarse en la cúspide del deporte, evocando épocas en que su grandeza era incontestable. El último título de pilotos databa de 2008, con Lewis Hamilton.

El dominio de McLaren

El dominio de McLaren ha sido el mayor argumento para la gobernanza de Norris. La escudería de Woking, proclamada campeona de constructores a seis carreras de la conclusión, ha presentado el coche de referencia. Entre Norris y Piastri han reunido 833 puntos, por los 469 de Mercedes, los 451 de Red Bull y los 398 de Ferrari. Entre ambos han firmado 14 de las 24 victorias. A nivel de podios, McLaren ha aglutinado 34, los mismos que han sumado en conjunto Red Bull (15), Mercedes (12) y Ferrari (7).

Imagen de los primeros metros del decisivo Gran Premio de Abu Dhabi. EFE

Solo Verstappen ha podido ejercer de competencia. Llegó a ceder 104 puntos con respecto al líder, que por aquel entonces era Piastri, pero se presentó en Abu Dhabi como principal rival de Norris, con solo 12 puntos de desventaja. El neerlandés ha sido el campeón moral de 2025, porque con un Red Bull en clara inferioridad ha firmado más victorias (8) y más poles (8) que Norris (7 y 7) o Piastri (7 y 6). El tetracampeón ha multiplicado el respeto que merece. Pese al subcampeonato, se ha visto probablemente su mejor versión. Como se ha acostumbrado a decir, ha logrado maximizar sus opciones. Ha convertido en posible lo que se antojaba imposible. “Si yo llevase un McLaren hubiese sido campeón mucho antes”, llegó a pronunciar tratando herir el orgullo de sus rivales, buscando generar dudas. Pero una vez más, como tantas ha sucedido en la Fórmula 1, el coche más completo de la parrilla ha impulsado hacia el título a uno de sus pilotos.

 “¡Oh, Dios! Hace tiempo que no lloro, no pensaba que iba a hacerlo; ahora parezco un perdedor. Es increíble. Ahora sé un poco lo que siente Max. Quiero darle la enhorabuena a él y a Oscar, porque me lo han puesto muy difícil y ha sido un honor competir con ellos. Ha sido un viaje muy largo, pero lo hemos conseguido”, expresó Norris, convertido en el trigésimo quinto campeón de la Fórmula 1.

Verstappen, orgulloso

Verstappen, por su parte, se mostró orgulloso pese a desfallecer a orillas de la gloria. "Hemos maximizado el fin de semana, hemos hecho todo lo que podíamos, pero no dependía de nosotros. Quizás algunos dentro del equipo estén decepcionados, pero yo estoy muy orgulloso. Nos hemos quedado a dos puntos, pero estábamos a más de 100 y no creía que esto fuera posible. La remontada ha sido increíble y por eso estoy muy contento", valoró el neerlandés.

Con este éxito de Norris y McLaren se da fin a una época para dar paso a un nuevo ciclo de la competición con la entrada en vigor de un nuevo reglamento que promete cambios.