Las nuevas tecnologías son clave en el desarrollo de la salud 3.0. Una salud planteada para dar una cobertura de 360 grados a la población, optimizar los servicios de salud, desarrollar nuevos fármacos y vacunas y reducir los costes del sistema. Pero para una implantación tecnológica eficaz es preciso seguir las siguientes recomendaciones realizadas por la consultoría especializada en salud Antares Health Lines con el objetivo de que los sistemas de salud, la industria y los pacientes unan sus fuerzas para alcanzar "unos objetivos comunes que permitan lograr un equilibrio entre el acceso a la mejor tecnología médica y la sostenibilidad de los sistemas sanitarios".
Priorización
Las administraciones de salud deben estar informadas acerca de las nuevas tecnologías emergentes y valorar cuáles ofrecen soluciones a los problemas más urgentes. Se trata de saber priorizar las tecnologías que mayor impacto puedan tener entre la población y que tengan mejor proporción de coste/beneficio clínico, dejando a un lado aquellas que carezcan de resultados tangibles o sean de escaso recorrido.
Evaluación
Antes de implantar una tecnología médica de última generación es necesario evaluar las necesidades tecnológicas y la adecuación de dicha tecnología a las necesidades detectadas en la población. Si los beneficios son claros hay que determinar cuál será el mejor momento para su implantación. Las agencias de evaluación de tecnologías se encargan de estas labores, como la Eunethta, la agencia de Evaluación Europea, que impulsa la colaboración entre todas las agencias de la eurozona.
Antes de implantar una tecnología médica de última generación, es preciso evaluar su adecuación a las necesidades de la población
Desinversión
Puede parecer paradójico, pero el hecho de incorporar nuevas tecnologías al sistema de salud conlleva la desinversión en otras tecnologías que han quedado obsoletas, que han sido sustituidas por otras o que simplemente no han alcanzado el impacto esperado, siguiendo la filosofía del movimiento 'right care', que persigue la identificación de prácticas que, aunque puedan estar arraigadas, no aporten valor a los pacientes y cuyo balance de costes y efectos sea negativo.
Establecimiento de un modelo de compra
Tal y como hemos dicho, los sistemas sanitarios deben establecer con qué recursos cuentan, analizar sus necesidades internas y las externas, es decir, las de la población a la que atienden, y hacer una priorización de las nuevas tecnologías, teniendo en cuenta sus resultados y beneficios. Pero además, deben implementar un modelo de compra 'value-based health care', que se fundamenta en una atención centrada en las necesidades del paciente y la generación del valor y no en la cantidad de servicios prestados.
Proyectos de I+D activos 2016-2021 (Nº, %)
Estrecha relación con la industria sanitaria
El tejido industrial de tecnologías sanitarias juega un relevante papel en la introducción de innovaciones tecnológicas en los sistemas de salud. Así, las empresas del sector deben colaborar con las administraciones, que deben verlos como 'partners' en vez de como 'proveedores', involucrándoles en el desarrollo de modelos asistenciales eficientes y que ayuden a la sostenibilidad de los sistemas sanitarios.
Nuevo modelo
Pero además, no podemos olvidarnos de que la innovación tecnológica puede ayudar a realizar un cambio de enfoque en el modelo de prestación de cuidados y servicios sanitarios. Un ejemplo claro de ello es la aplicación de tecnologías destinadas a la telemedicina y al seguimiento remoto de los pacientes, que, tal y como destacan desde Antares Health Lines, "este modelo de atención conlleva considerables ahorros al sistema sin disminuir la calidad de la asistencia prestada".
Promoción de hábitos saludables
Por último, desde las nuevas tecnologías debe realizarse un esfuerzo extra en materia de prevención, incentivando cambios en el estilo de vida de la población que favorezcan una salud más robusta. En este sentido, las apps y los dispositivos inteligentes enfocados a la prevención y a la promoción de un estilo de vida saludable pueden ayudar a favorecer estos cambios.
Aceleración digital de la mano del COVID-19
La pandemia de COVID-19 ha impactado en todo el mundo y ha requerido una implementación de la digitalización y las nuevas tecnologías de forma acelerada, tanto para empresas como para administraciones, organizaciones, usuarios, etc. Sin embargo, los desafíos que ha puesto sobre la mesa la crisis sanitaria ha supuesto una oportunidad para que las empresas evolucionen de forma ya irremediable "hacia una nueva realidad donde predomina lo digital", tal y como indica Sandra Zelada, gerente de consultoría en Deloitte. "Hasta cierto punto, el COVID-19 se ha convertido en un instrumento de medición para saber cuán preparados estábamos a nivel privado y púbico en la ruta de la transformación digital", señala.
En el ámbito que nos atañe, el de la sanidad y la industria biomédica y de la salud, la implantación de avances tecnológicos ha adquirido un fuerte impulso desde el inicio de la crisis sanitaria con el objetivo de optimizar procesos, eliminar ineficacias, aumentar la productividad y mejorar la toma de decisiones. Entre las tendencias más relevantes que se han implantado de forma acelerada en el sector sociosanitario apoyándose en soluciones tecnológicas, desde la consultora tecnológica Virtual Desk destacan:
Asistencia sanitaria a distancia
Aunque es algo que lleva utilizándose desde hace años de forma ocasional con algunos pacientes, ha sido desde marzo de 2020 cuando la atención sanitaria a distancia, especialmente para las consultas de atención primaria, se ha impuesto como el método de atención más utilizado. Este cambio de modelo ha sido impulsado por las restricciones a la movilidad y la recomendación de minimizar los desplazamientos a los centros de salud.
"Además de resultar cómodo y seguro en pandemia, también ha servido para ahorrar mucho tiempo en traslados innecesarios de pacientes y ha permitido que los médicos sean más eficientes y puedan atender a más personas", subrayan desde la consultora. Su buena aceptación hace pronosticar que poco a poco vaya imponiéndose como medio preferente, siempre y cuando resulte eficaz para resolver los problemas a los que deba responder, ya que evidentemente sigue habiendo gran cantidad de enfermedades que deben ser analizadas de forma presencial.
Movilización de procesos
Durante los meses más graves de la pandemia del COVID-19, con los sanitarios sobrepasados, se introdujo la utilización de dispositivos móviles en determinados procesos asistenciales, permitiendo de esta forma mejorar los flujos de trabajo y las comunicaciones entre el personal médico y los pacientes. A día de hoy "resultan imprescindibles", aseguran.
Predicción de la demanda hospitalaria
La utilización de datos históricos está permitiendo conocer de forma anticipada los niveles de ocupación hospitalaria de forma que se puede dimensionar y planificar las necesidades de personal en las distintas unidades de los hospitales.
Soluciones tecnológicas para agilizar las altas y mejorar el suministro a los hospitales
Se están implantando soluciones que permiten gestionar el estado y evolución de los pacientes con el fin de ajustar su tiempo de ingreso, lo que permite obtener altas más rápidas, reducir las listas de espera y atender a un mayor número de pacientes. También para reducir los tiempos de suministro de material médico a hospitales y centros de salud.