Las cooperativas agrarias y alimentarias, agrupadas en la Confederación de Cooperativas de Euskadi-KONFEKOOP, siguen aunando esfuerzos dentro del contexto actual, en el que la pandemia tiene una importante influencia. Su objetivo, seguir siendo el pilar de la producción agroganadera de Euskadi.
La Agrupación Sectorial de Cooperativas Agrarias y Alimentarias de KONFEKOOP continúa trabajando para representar, promocionar, fomentar y colaborar con otras organizaciones, la Administración y la sociedad, para ser punto de encuentro del cooperativismo agrario y alimentario de Euskadi. Actualmente está compuesta por 60 cooperativas, más de 6.200 personas socias y un total de 677 puestos de trabajo. Desde hace más de 30 años hemos establecido vínculos con diversos grupos de interés para hacer llegar las necesidades y oportunidades que permitan la consolidación, el crecimiento y el fortalecimiento del tejido cooperativo agrario y alimentario de Euskadi.
Las cooperativas han demostrado que son garantía de sostenibilidad del territorio. Y muestra de ello es que cuentan con el relato y la autenticidad de base, dado que las personas propietarias son las que hacen producciones agrícolas y ganaderas, que mantienen nuestro entorno y nos alimentan, así como mantienen a sus familias.
La evolución desde hace 15 años da evidencia de la mayor profesionalización de las personas productoras vinculadas a las cooperativas agrarias y alimentarias, así como de la integración y desarrollo de empresas cooperativas más sólidas y competitivas, pasando de 80 cooperativas en 2005, a 60 en la actualidad. También se aprecia la mayor dimensión por el incremento de empleos, aumentando casi un 13% en estos 15 años.
Para explicar las actividades a las que se dedican las cooperativas integrantes de la sectorial, utilizamos los distintos eslabones de la cadena alimentaria, que dividimos en tres:
1 - Primer eslabón, integrado por cooperativas que se dedican al suministro de inputs para la actividad agrícola-ganadera, como semillas, fertilizantes, fitosanitarios, zoosanitarios, piensos, etc.; y otras que prestan servicios de almacenamiento, asesoramiento técnico y de gestión, así como servicios veterinarios. En este grupo destacan las tiendas de suministro, las cooperativas de utilización de maquinaria agrícola (C.U.M.A.s), las cooperativas cerealistas, las fábricas de pienso y los centros de gestión. En este grupo hay un total de 34 cooperativas.
2 - Segundo eslabón, formado por las cooperativas de explotación dedicadas a la producción agrícola y ganadera. En este grupo hay 7 cooperativas entre las que la producción de vacuno de leche, la actividad agrícola y la hortícola son las más destacables.
3 - Tercer eslabón, agrega a las cooperativas que transforman el producto aportado por sus socios y socias, añadiendo valor y llegando en la mayoría de los casos a los clientes finales. En este grupo hay un total de 19 cooperativas, entre los que destacamos las dedicadas a la venta de leche, huevos, carne, vino de bodegas de la D.O.Ca. Rioja -que en su mayoría disponen de marcas donde reflejan la subzona de producción Rioja Alavesa-, venta de cereales, legumbres y oleaginosas, patata, hortalizas, quesos y aceite.
Las cooperativas agrarias y alimentarias han vertebrado los sectores productivos en el País Vasco, siendo el pilar sobre el que se ha conseguido mantener y sostener la producción agroganadera, como es el caso de Kaiku, S. Coop., Harakai, S. Coop., Garlan, S. Coop. y Udapa, S. Coop., todas ellas cooperativas en las que la innovación y la mejora continua son motores por los que siguen siendo líderes y referentes.
El sector de avicultura de puesta está fuertemente cooperativizado a través de Corporación Ovo 12, S. Coop. y Euskaber, Koop. S., y dicha producción puede garantizar el autoabastecimiento de este alimento.
En el resto de producciones, a excepción del vino, en el que las bodegas cooperativas suponen 7,5 millones de litros de vino, el País Vasco es deficitario y necesitamos suministrarnos con producciones externas.
Actividades esenciales
Las cooperativas agrarias y alimentarias estaban entre las actividades esenciales cuando se declaró el estado de alarma, y la actividad no paro en ningún momento.
Este periodo ha servido para la apuesta por el comercio electrónico y la comercialización directa al consumidor final, que si bien no alcanza actualmente las cuotas que se lograron en primavera, sí que es un canal que ha llegado para quedarse.
Se han hecho importantes esfuerzos en seguridad y salud de las plantillas en las cooperativas, colaboración para el diseño de protocolos para el sector agrario y la industria agroalimentaria, así como para el trabajo de temporerismo en las distintas campañas productivas como la de la patata y la vendimia.
Además, las cooperativas han sido canalizadoras de la gestión de los excedentes alimentarios generados durante las primeras fases del estado de alarma, hasta la recuperación de la nueva normalidad. En definitiva, la estructura cooperativa ha permitido dar soluciones al sector. Una vez más la unión hace la fuerza.
Dimensión y valor añadido
Los principales retos de las cooperativas agrarias y alimentarias son tres: dimensión, valor añadido y profesionalización.
Las cooperativas deben ganar dimensión para poder realizar inversiones, ganar poder de negociación e interlocución y así poder ser más competitivas. Desde la sectorial vamos a seguir trabajando y realizando formación para el personal técnico con el objetivo de profundizar en la integración cooperativa y en los diversos modos de abordar proyectos colaborativos.
De cara a la interlocución con la Administración, seguiremos trasladando la importancia que tiene apoyar los proyectos de dimensión que dan soporte y solidez a las personas del sector primario y que deben garantizar la producción de alimentos en nuestro territorio.
Seguiremos muy de cerca la evolución y el despliegue de las estrategias enmarcadas en el Pacto Verde, la Estrategia de la Granja a la Mesa (F2F) y la de Biodiversidad 2030, dado que van a tener un impacto importante en el futuro de las cooperativas y las personas socias. Y por supuesto, hemos trabajado en defender los intereses de las cooperativas en las negociaciones de la futura PAC.
Del mismo modo, las personas socias de las cooperativas de nuestra sectorial han creado las cooperativas para comercializar conjuntamente sus producciones. Por ello, para que generen un mayor retorno de estas, deben avanzar en el valor añadido de los productos que comercializan y desarrollar proyectos que aúnen esfuerzos en este aspecto. La sectorial sigue poniendo a disposición de las cooperativas su estructura para el acercamiento de buenas prácticas y ejemplos, así como, la colaboración e intercooperación en proyectos para acercar el conocimiento y la red de soporte autonómica, estatal y europea que nos traslada información relevante cooperativa y sectorial.
El último reto es la profesionalización. Las personas socias, agricultores y ganaderas, deben ser profesionales en sus tareas agroganaderas, y las cooperativas deben contar con equipos profesionales que den lo mejor de sí para generar ese valor a las producciones, a través de la dirección, la innovación, la comercialización y el asesoramiento. Nosotros en la sectorial mantenemos la formación a consejos rectores y personal técnico en materia de cooperativismo y también formación sectorial a demanda de las cooperativas.
En la actualidad la sectorial trabaja en la representación institucional a nivel europeo, estatal y autonómico; en la intercooperación y promoción del modelo cooperativo, la formación a los consejos rectores y al personal técnico de las cooperativas y en la promoción y acercamiento del modelo a los jóvenes, así como, en avanzar en igualdad y en visibilizar a las mujeres en las cooperativas agrarias y alimentarias del País Vasco.
En el año 2020 celebramos el I Campus de jóvenes en el mes de enero, una jornada para mujeres de cooperativas agroalimentarias del País Vasco en febrero y en la elaboración de planes de igualdad, que actualmente 5 cooperativas de la sectorial están realizando.
De cara al próximo año vamos a seguir aunando esfuerzos en la promoción del modelo a los jóvenes y en apoyo al emprendizaje a través de la fórmula cooperativa y a reforzar la formación y el apoyo para la digitalización en las cooperativas agroalimentarias.