La más reciente Encuesta Sociolingüística en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) acredita el crecimiento y consolidación del euskera en la sociedad y sitúa fuera de la percepción y el respaldo social los debates artificiales sobre los procedimientos de fomento e implantación de su uso. Los datos recogidos por la encuesta acreditan varios mensajes nítidos que redundan en el éxito de la recuperación de la lengua propia. En primer lugar, que el proceso es sostenido en el tiempo, con un mayor calado de la implementación y uso del euskera en las últimas tres décadas hasta situar el conocimiento activo o pasivo de la lengua por encima ya del 50% de la ciudadanía. En segundo lugar, la encuesta revela el carácter integrador del proceso de recuperación en un entorno mayoritariamente castellanoparlante. El acercamiento ha sido natural, fruto de las posibilidades de formación ofertadas y un éxito objetivo entre la población más joven, que ha normalizado su conocimiento y lo valora como un activo propio que ya manejan tres de cada cuatro jóvenes de entre 16 y 24 años, que son el núcleo principal y creciente de euskaldunes. El caudal de jóvenes incorporados al euskera a partir de entornos no euskaldunes es un activo excepcional que marca el umbral de supervivencia de cualquier lengua minorizada. Esta juventud aporta el relevo generacional a quienes portaron en su día el testigo de la sostenibilidad de la lengua y lo hacen entendiendo que la convivencia de las lenguas es una suma de riqueza cultural y no un ejercicio de sumas y restas en detrimento de una de ellas. Es residual el recelo hacia la promoción del euskera (no llega al 7%) y abrumador el respaldo a propiciar su conocimiento a las nuevas generaciones (89%), así como a la capacitación en euskera como un criterio normal para acceder a la administración (74,7%). No hay en la encuesta atisbo alguno de polémica sobre la potenciación del euskera ni la presencia del castellano, que ni se ha visto arrinconado en el proceso de recuperación de la lengua vasca, ni se percibe esta como imposición. Pese a los discursos interesados que pretenden cuestionar un proceso que ha sido un éxito del conjunto de la sociedad apoyado en las herramientas facilitadas por la administración, no parece amenazado el consenso en favor de su desarrollo fruto de una libre adhesión.