El Plan vasco de Inversiones dedicará 1.000 millones a la transformación "estructural" de la economíaIrekia
El Plan vasco de Inversiones ‘Euskadi Eraldatuz 2030’ activará 1.000 millones de euros en los dos próximos años para la transformación “estructural” de la economía en sectores ya de éxito -máquina-herramienta, siderurgia o fabricación avanzada- y otros de futuro -tecnologías biosanitarias, soluciones digitales o energías renovables- para contribuir a dar soluciones a los retos de Euskadi en las transiciones digital, energética y demográfica que ya están en marcha. El Departamento de Hacienda dio a conocer ayer las líneas básicas del Plan, que es “a largo plazo y cuyos frutos no serán a corto”. y con el que se pretende acelerar” la transformación económica para que Euskadi esté en “la punta de lanza” de la reindustrialización, indicó el consejero Nöel d’Anjou.
La estrategia presentada ayer se integra dentro del Plan de Industria del Ejecutivo y la Alianza Financiera Vasca, el vehículo de colaboración público-privada presentado en marzo y que pretende fomentar el arraigo empresarial, el empleo local y la inversión productiva. La directora general del Instituto Vasco de Finanzas (IVF), Amaia del Villar, detalló el Plan, que se ha estructurado en tres ejes de actuación: transformación, arraigo empresarial, e impulso de nuevos sectores emergentes. El propósito es que la tracción de inversión privada y la colaboración con otros socios e instituciones permitirán generar 3.000 millones adicionales de inversión, “multiplicando el efecto transformador”, destacó.
Para canalizar los recursos del Plan se proponen cuatro vehículos. Por un lado, está el propio IVF, que contará con una dotación de 150 millones destinada a la financiación tradicionales mediante préstamos y garantías a largo plazo. Su objetivo será ayudar a la transformación de toda la línea de actuación de la empresa, en aspectos como la producción, la expansión y la internacionalización. Por otra parte, está el fondo público Finkatuz, creado en 2021 y titularidad al 100% del IVF, tiene por objeto la adquisición y gestión de participaciones financieras a largo plazo en grandes empresas tractoras de Euskadi con el objetivo de garantizar su arraigo. Posee participaciones accionariales en CAF, Kaiku, ITP, Grupo Arania, Innometal y Ohmnia Electronics por cerca de 150 millones de euros. Ahora, el Plan de Inversiones contempla dotar de otros 350 millones adicionales al fondo para el arraigo empresarial y laboral. La novedad en este área es que se rebajan algunos requisitos anteriores, puesto que la facturación mínima exigida pasará de 100 a 50 millones y el número de empleados de 50 a 30. “Se busca generar potencia financiera para grandes actuaciones”, explicó Amaia del Villar.
“Nos jugamos el futuro de Euskadi”, advierte el lehendakari
El lehendakari, Imanol Pradales, advirtió ayer de la importancia de la estrategia integral de reindustrialización que va a marcar la economía vasca en los próximos años, ya que “nos estamos jugando el futuro de este país y de qué van a comer nuestras hijas e hijos”. En la clausura del acto, Pradales indicó la necesidad de “anticiparse y arriesgar” que tiene la CAV ante los “tiempos complicados” que se viven, en un mundo donde “los cambios y crisis se suceden una tras otra, a una velocidad que da vértigo”. “Debemos adaptarnos y gestionar la realidad, y hacerlo rápido porque nadie nos va a esperar. Europa está tardando demasiado en reaccionar. Urge acelerar, meter una marcha más”, alertó el lehendakari.
En este sentido, recordó que apenas se están cumpliendo las tareas que marcó el Plan Draghi, esenciales para que Europa no pierda competitividad frente a Estados Unidos y China, y apeló a actuar con raapidez. “Hay diagnóstico, hay receta, pero hay que ir a la farmacia a comprarla y tomar la medicación. Euskadi lo va a hacer porque el escenario internacional de incertidumbre exige asumir responsabilidades, aunar fuerzas y arriesgar. Debemos transitar este camino como pueblo, conjugando responsabilidad individual y colectiva, pública y privada, como siempre hemos hecho”, dijo.
Pradales puso en valor la creación de Indartuz, que contempla la disposición de fondos para infraestructuras industriales avanzadas, impulso de la escalabilidad, o el nuevo fondo de deuda flexible, “el primer fondo público de estas características” en Euskadi. “El objetivo es claro: facilitar el acceso a la financiación y al apoyo necesario a las empresas en todo su ciclo de vida, pudiendo acudir así a operaciones de arraigo, transformación, expansión o impulso de la nueva industria y apoyo a los sectores emergentes”, señaló.
Pradales destacó que la deuda flexible permitirá a una empresa vasca acceder a una financiación alternativa a la que le proporcionaría un nuevo accionista “sin diluir su participación”, al tiempo que contribuiría a crear infraestructuras “transformadoras”, un campo en el que la necesidad de capital “va a ser muy elevada”.
Al igual que la financiación ordinaria del IVF, el nuevo programa Indartuz tiene también como fin la transformación de la empresa. Dispondrá de 400 millones “para inversiones directas e indirectas en proyectos transformadores”. Se articulará a través de deuda flexible, pero que, ya sea de forma directa o indirecta, la participación del Gobierno vasco no podrá superar el 49% del total. “No queremos tener el control de la empresa; lo que se busca es que exista un plan de negocio con un socio empresarial, y ahí nuestra labor será acompañar ese proyecto”, expuso el consejero de Hacienda, Nöel d’Anjou. Además, con el objetivo de incrementar el número de empresas no será obligatorio que la sede social se ubique en Euskadi, siendo suficiente con que tengan “impacto” en el territorio.
Además de la propia inversión directa del Ejecutivo, está también la indirecta, que se busca desarrollar de la mano de fondos de inversión -locales, del Estado o del extranjero-, “pero en determinadas actividades concretas” donde el acceso a financiación ordinaria pueda ser más difícil. Aquí se piensa sobre todo en proyectos vinculados a “infraestructuras avanzadas” relacionadas con las telecomunicaciones y la digitalización, con el IVF como un “inversor ancla”. Además, con el objetivo de incrementar el número de empresas no será obligatorio que la sede social se ubique Euskadi, siendo suficiente con que tengan “impacto” en el territorio. La vocación de presencia de los mecanismos públicos “es de permanencia”, pero mediante el desarrollo de “alianzas y una visión compartida del futuro” entre los agentes institucionales y los privados.
El Gobierno vasco desea que, aunque sean gestoras internacionales las que participen, lo hagan a través de fondos radicados en Euskadi, de manera que los centros de decisión no escapen fuera del ámbito de la CAV. El objetivo es activar una inversión que derive en un proceso de “escalabilidad” de las empresas, en especial de las pymes, sobre las que se han detectado en Euskadi barreras en el acceso a financiación mayores que en otros territorios del Estado. Por otra parte, Indartuz quiere impulsar también las actuaciones en la denominada ‘transición social’, con el enfoque prioritario en las industrias culturales. Por último, para impulsar la nueva industria y los sectores emergentes, se trabajará con fondos de capital riesgo para, con una dotación de 100 millones de euros, apoyar por un lado iniciativas de nueva creación, como ‘start-ups’, y por otro proyectos “más maduros” que hayan demostrado tener un cierto recorrido de crecimiento.
Para definir los nuevos instrumentos contemplados en ‘Euskadi Eraldatuz 2030’ se ha trabajado en estos últimos meses tras “múltiples reuniones” con agentes del sector financiero, empresas y clústers, en la identificación de necesidades de inversión en tejido empresarial, analizar la oferta de instrumentos financieros para detectar necesidades de financiación, así como aprender de las mejores prácticas internacionales. En el acto también tomó parte el consejero de Industria, Mikel Jauregi, que remarcó otros objetivos de toda la estrategia, como el desarrollo de nuevo talento, atraer a las mujeres a la industria, la descarbonización, incrementar el tamaño de las pymes e impulsar la adopción de la Inteligencia Artificial.