Tras semanas de negociaciones sin acuerdo acerca del plan de producción para 2025 en Mercedes Benz Vitoria, la dirección de la planta alavesa ha decidido fijar el modelo presentado en octubre a la parte social y que ya fue respondido con la negativa por parte de sindicatos como LAB, ESK y ELA. La suma de ELA a esta negativa deshablitó una posible mayoría sindical en torno a un eventual acuerdo.
Ahora ha sido la dirección de la compañía la que ha decidido poner en marcha un modelo de trabajo previsto en el convenio pero que sindicatos como LAB tachaban de "salvajada" asegurando que traería consigo "más bajas y menos productividad" en "una plantilla envejecida".
La factoría de Mercedes en la capital alavesa pasará a trabajar a 2 turnos de 9 horas a partir del 3 de marzo. El pasado 24 de octubre, la dirección ya planteó al comité esta propuesta, que incluía un calendario a dos turnos de 9 horas, además de los sábados hasta final de año, treinta en total.
La última propuesta presentada por la empresa en las negociaciones planteaba que para mantener a toda la plantilla en 2025 habría que establecer a partir de marzo un modelo de dos turnos de nueve horas, con la activación de los sábados.
Los seis días activables restantes se utilizarían para dar descansos individuales rotatorios, en bloques de unos 500 trabajadores, utilizándose tres para descanso en marzo y tres para abril. Asimismo, el resto de los meses se planificarían dos días al mes de descanso a cuenta de las horas generadas de la cuenta flexible en el caso de dos turnos de nueve horas y un día de descanso en el caso de un solo turno de nueve horas.
En caso de trabajo a dos turnos de nueve horas, la empresa también proponía que cualquier bajada del programa de producción eliminaría la segunda novena hora en primer lugar, luego la primera novena hora y, finalmente, los sábados.
Un 2025 complicado
La empresa toma esta decisión de cara a un año que laboralmente arrancará el 13 de enero y que se presenta complejo por las obras que afronta la planta para acoger la nueva plataforma VAN.EA de fabricación del nuevo modelo eléctrico, que prevé empezar su producción a partir de 2026; y por la contracción de la demanda, que ha derivado en este 2024 en la suspensión de una treintena de jornadas que no solo ha agotado la flexibilidad prevista en el convenio, sino también la ampliación que se acordó en marzo.
De hecho, aunque la dirección de la factoría de la avenida de los Huetos aún no ha hecho oficial el dato, está planteando un horizonte de producción para 2025 en el nivel más bajo desde la pandemia, por debajo de las 125.000 unidades.
“Afortunadamente, nuestro actual convenio colectivo establece un modelo de trabajo con el que cumplir ambos objetivos”, exponía el comunicado trasladado la semana pasada por la dirección a la plantilla: “Cumplir con la estacionalidad de las demandas de los clientes y acometer, al mismo tiempo, la transformación de nuestras instalaciones para afrontar con éxito el futuro modelo”.