“Esta vez no ha sido posible alcanzar un acuerdo, por lo que la empresa aplicará, teniendo en mente las mejores condiciones para todas y todos los empleados, el modelo de trabajo acordado en el convenio colectivo. En breve os ampliaremos información sobre este tema”. De este modo ha oficializado Bernd Krottmayer, director de la fábrica de Mercedes-Benz en Vitoria, el cierre de las negociaciones que venían manteniendo desde octubre dirección y comité de la factoría para afrontar el programa y modelo de producción para el próximo año.

Tras una nueva reunión celebrada hoy, finalmente ELA se ha sumado a LAB y ESK en su oposición a la fórmula que se estaba negociando sobre la base de la propuesta de la empresa de un modelo de dos turnos de 9 horas. El paso de ELA ha deshabilitado una posible mayoría sindical en torno a un eventual acuerdo.

Así las cosas, queda en manos de la empresa ahora decidir el modelo de trabajo con el que abordará 2025, teniendo en cuenta que el próximo año se presenta complejo por las obras que afronta la planta para acoger la nueva plataforma VAN.EA de fabricación del nuevo modelo eléctrico, que prevé empezar su producción a partir de 2026; y por la contracción de la demanda, que ha derivado en este 2024 en la suspensión de una treintena de jornadas que no solo ha agotado la flexibilidad prevista en el convenio, sino también la ampliación que se acordó en marzo. 

De hecho, aunque la dirección de la factoría de la avenida de los Huetos aún no ha hecho oficial el dato, está planteando un horizonte de producción para 2025 en el nivel más bajo desde la pandemia, por debajo de las 125.000 unidades. “Afortunadamente, nuestro actual convenio colectivo establece un modelo de trabajo con el que cumplir ambos objetivos”, expone el comunicado trasladado ayer por la dirección a la plantilla: “Cumplir con la estacionalidad de las demandas de los clientes y acometer, al mismo tiempo,, la transformación de nuestras instalaciones para afrontar con éxito el futuro modelo”.

La última propuesta de la empresa

Y ahí radica ahora la cuestión, en cómo aplicará la dirección la previsión del convenio. Según ha explicado CCOO en un comunicado, la última propuesta presentada por la empresa en las negociaciones planteaba que para mantener a toda la plantilla en 2025 habría que establecer a partir de marzo un modelo de dos turnos de nueve horas, con la activación de los sábados.

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En imágenes: Mercedes-Benz presenta las obras de ampliación de su planta en Vitoria Alex Larretxi

Los seis días activables restantes se utilizarían para dar descansos individuales rotatorios, en bloques de unos 500 trabajadores, utilizándose tres para descanso en marzo y tres para abril. Asimismo, el resto de los meses se planificarían dos días al mes de descanso a cuenta de las horas generadas de la cuenta flexible en el caso de dos turnos de nueve horas y un día de descanso en el caso de un solo turno de nueve horas.

En caso de trabajo a dos turnos de nueve horas, la empresa también proponía que cualquier bajada del programa de producción eliminaría la segunda novena hora en primer lugar, luego la primera novena hora y, finalmente, los sábados.

CCOO considera que la propuesta de la empresa se acercaba bastante a la que había presentado este sindicato y veía posibilidad de negociar y llegar a un acuerdo, pero ELA finalmente no ha considerado que existan condiciones para el acercamiento, lo que de facto ha dejado en minoría a los sindicatos partidarios de avanzar en la negociación.

“El camino del diálogo y negociación con el comité de empresa continúa abierto y comenzaremos a tratar el calendario de producción de 2025”, ha insistido la dirección, que ha añadido además: “Tenemos claro que las personas están en el centro y que nuestra prioridad es el mantenimiento del empleo”.