El sector del comercio no es inmune a la gran transformación económica y social que están suponiendo las tecnologías digitales. Pero, al mismo tiempo, ofrece señales de dinamismo al calor de la recuperación del consumo en el último año y el ligero respiro que está ofreciendo la inflación, ahora más contenida.

Las estadísticas del Informe de Estructura del Comercio Vasco de 2023, difundido ayer por el Departamento de Turismo y Comercio, recogen que entre los años 2013 y 2023 se han perdido 5.658 comercios minoristas, además de otros 2.114 de carácter mayorista. A cierre del pasado año, en la CAV existían 22.050 comercios minoristas, por los 27.708 de diez años antes.

Un dato preocupante que contextualiza esta pérdida de fuerza del tejido vasco es la caída de la densidad comercial, indicador que se mide en función al número de establecimientos por cada mil habitantes. En 2013, con una población total en Euskadi de 2.178.949 habitantes, la densidad comercial era de 12,72. Es decir, casi trece tiendas por cada mil personas. El año pasado, con una población superior -2.219.019 personas-, la densidad comercial descendió por vez primera por debajo de los diez puntos (9,94).

El grueso de la caída en el número de establecimientos minoristas se ha producido desde el año 2017,ya que desde entonces se han perdido más de 4.000 referencias. Además, 57 de los 251 municipios vascos se encuentran en esta situación (22,7%) tienen una densidad de menos de tres establecimientos por cada mil habitantes, si bien la población total de estos municipios es de 30.829 personas, apenas el 1,39% del total de los habitantes de la CAV.

Sin embargo, ahí se refleja el alarmante cierre de pequeños comercios en las localidades con población más reducida, pueblos en los que los establecimientos, por lo general con gran variedad de productos, juegan también un papel de cohesión social.

En 2023 había un total de 34.788 comercios en Euskadi. Además de los 22.050 minoristas, había 9.641 mayoristas y 3.097 de automoción. La mayoría de estos establecimientos se concentra en Bizkaia (18.375), mientras que en Gipuzkoa son 11.771 y en Araba 4.642. La categoría de alimentación representa la más numerosa (7.389), seguida por la de equipamiento de la persona (3.951) y equipamiento del hogar (2.909).

Como destaca el informe, “Gipuzkoa muestra un mayor peso del comercio minorista de equipamiento de la persona, mientras que Bizkaia destaca en el subsector de alimentación. Por su parte Araba es el territorio con mayor porcentaje de negocios dedicados a la venta online”. Pese a lo que se pueda creer, el subsector de la venta por Internet “ha decrecido en Bizkaia y Gipuzkoa con respecto a 2022”, lo que pone de manifiesto que la traslación del consumidor a los canales telemáticos está beneficiando a las grandes plataformas más que al tejido digital local.

En lo que concierne al comercio mayorista, la cifra de establecimientos, así como la densidad comercial de los mismos, seguía también una línea decreciente desde 2013, a pesar de un ligero aumento en 2020. En esa década, se perdieron hasta 2.114 comercios mayoristas. La crisis está siendo especialmente fuerte desde el año 2018, con la pérdida de casi 1.500 establecimientos. Por otra parte, entre los años 2013 y 2023 se han perdido 325 comercios de automoción, un dato que se ve corroborado también por el retroceso en las matriculaciones en el último lustro.

No obstante, los datos a corto plazo reflejan también aspectos positivos. Así, las ventas del comercio al por menor en Euskadi subieron el pasado mes de julio un 4,6%, en relación al mismo mes de 2023, mientras que la ocupación del sector ha crecido siete décimas en este período, según los datos que divulgó ayer el INE. El comercio minorista vasco incrementó sus ventas por encima de la media estatal en tasa interanual, que fue del 2,8%. De hecho, el aumento del 4,6% en Euskadi es el quinto más alto del conjunto de comunidades. Respecto a julio de 2023, el empleo sube un 0,7%, mientras que en tasa mensual sube un 0,6%.