El BBVA celebra este viernes, una junta extraordinaria en la que pedirá a sus accionistas el apoyo a la ampliación de capital necesaria para poder lanzar la opa sobre el Sabadell y llevar a cabo el canje de títulos con los accionistas del banco catalán.

La junta de accionistas se celebrará a partir de las 10:00 en Bilbao, en el Palacio Euskalduna, aunque se podrá seguir a través de la propia web del banco.

La ampliación de capital consistirá en la emisión de nuevas acciones del BBVA, que serán entregadas a los accionistas del Banco Sabadell que acepten la oferta de compra del grupo vasco, un paso clave en su estrategia para hacerse con el control de la entidad.

Petición de apoyo por carta

El presidente del BBVA, Carlos Torres, ha pedido por carta a los accionistas del banco su apoyo para sacar adelante la ampliación de capital y avanzar en la compra del Sabadell, un proyecto "positivo" para los propios accionistas, empleados y la sociedad en su conjunto.

La ampliación es clave porque gracias a ella el banco podrá ofrecer a los accionistas del Sabadell una acción nueva del BBVA por cada 4,83 títulos del banco catalán.

"La unión de ambas entidades reforzará nuestro posicionamiento y escala en el mercado español, y así conseguiremos una mayor eficiencia y rentabilidad", explicaba el banquero, que enumeraba, a continuación, las bondades de la operación.

En su opinión, para los accionistas del BBVA supone una clara generación de valor, ya que, por un lado, formarán parte de un banco "más fuerte y competitivo" y, por otro, conseguirán elevar los retornos de la inversión con un limitado impacto en el capital.

Reticencias a la Opa

Más allá de los accionistas, el presidente del BBVA considera que la compra del Sabadell también es "positiva" para los clientes, que tendrán a su disposición un banco "de alcance global, una propuesta de valor diferencial y una mejor oferta de productos".

Una afirmación que choca frente a quienes argumentan que la fusión tendrá impacto en el empleo y en la red de oficinas, además de que reducirá la competencia y empeorará la oferta comercial.

A pesar de todas las voces críticas, el banquero se mostraba convencido de que la fusión es positiva para la sociedad en su conjunto. "La nueva entidad tendrá más capacidad para prestar a familias y a empresas, y para contribuir vía impuestos. Todo ello redundará en un mayor progreso económico y social", resumía.

La junta de accionistas se celebrará después de que el BBVA haya solicitado todas las autorizaciones para poder lanzar la opa, entre ellas la petición formal al Banco Central Europeo (BCE), después de haber hecho lo propio con el supervisor bursátil y con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).