Iberdrola superó el año pasado su récord de contribución a la economía vasca al aportar 3.500 millones de euros con su actividad, lo que supuso un 3,7% del PIB. Esta cifra contempla las compras realizadas a 500 proveedores en Euskadi, las inversiones, los salarios y la contribución fiscal, que ha cifrado en 1.500 millones –700 millones en pago de impuestos directos–. Este dato supone un nuevo máximo en la compañía, que hace un año estimó su contribución en 2022 en 2.700 millones.
Según ha informado esta mañana la energética en un comunicado, las compras realizadas a proveedores como Haizea Wind, Ingeteam, Ormazabal, Arteche, EDS Ingeniería y Montajes, Lizelan, Boslan o Idom sostienen un total de 30.000 empleos, además de los 1.800 propios de la empresa en sus instalaciones vascas, según un informe de la consultora PwC.
Entre las inversiones destacan las destinadas a las redes eléctricas, básicas para la integración de las renovables, así como para extender la electrifiación a la industria, los hogares y la automoción, con la instalación de cargadores para los vehículos. En este sentido, la compañía recordó que, en octubre de 2021, se inauguró el Global Smart Grids Innovation Hub en su espacio corporativo José Ignacio Berroeta, en Bilbao, un centro mundial de redes inteligentes. De hecho, hoy son más de un centenar las empresas, instituciones y universidades que participan y colaboran tecnológicamente en él.
Iberdrola celebra este viernes su junta general de accionistas en un contexto de récord para la compañía, que prevé superar en este ejercicio los 5.000 millones de euros de beneficio por primera vez "en 120 años de historia". Ya en el primer trimestre, la compañía obtuvo unas ganancias netas de 2.760 millones de euros, un 86% más, aunque hay que tener en cuenta que esta espectacular subida incluye los 1.165 millones de la venta de activos en México y los 238 millones de la recuperación del déficit en el negocio comercial del Reino Unido.
Estas son, no obstante, unas cifras muy positivas para el grupo que lidera Ignacio Sánchez Galán, el cual aspira a que el beneficio se eleve a entre 5.600 y 5.800 millones de euros a cierre de 2026.
En la junta que se celebrará el viernes, la compañía propone, por tercer año consecutivo, un dividendo de involucración de 0,005 euros brutos por título si se alcanza un quórum de constitución de, al menos, el 70%, una iniciativa que busca fomentar la participación en la junta y que equivale a un euro bruto por cada 200 acciones.