Los procesos de baja laboral por contingencias comunes iniciados en 2023 en Euskadi crecieron un 6,4% con respecto a 2022, hasta los 266.588, lo que supone una incidencia media mensual de 31,9 por cada mil trabajadores.

Suponen un coste de 502 millones de euros en prestaciones y de 404 millones de manera directa para la empresa.

Estos datos se desprenden del informe sobre absentismo laboral que la patronal de las mutuas de accidentes de trabajo (AMAT) ha publicado, y del que se desprende que Euskadi es la quinta comunidad en tasa de incidencia media mensual por detrás de Nafarroa (42,9), Catalunya (42,6), Melilla (33,7) y La Rioja (32,9).

Los procesos iniciados crecieron un 6,4% con respecto al año anterior, pero también lo hizo y en mayor medida la población protegida, al pasar de 634.243 personas a 695.462, con un incremento del 9%.

Bajas de 43 días de media

La duración de las bajas laborales en Euskadi fue en 2023 de 43,19 días de media, un 6,7% por encima del periodo medio registrado en el año precedente.

En cuanto a los costes en Euskadi, 502 millones en prestaciones y 404 millones directos para las empresas, también se incrementaron en 2023, un 128,1 y un 155,5%, respectivamente.

En el Estado español, los 8,1 millones de procesos de baja laboral por contingencias comunes que se registraron en 2023 tuvieron un coste de 25.300 millones de euros para la Seguridad Social y para las empresas, una cuantía que se ha incrementado un 17,6% respecto al año anterior.

De los 25.300 millones de euros de coste directo generado por los procesos de baja en 2023, 13.081 millones respondieron al pago de las prestaciones (un 16 % más que el año anterior).

Salud, competitividad y asistencia integral

Para AMAT, esta situación provoca un "riesgo para la salud de los trabajadores", ya que eleva la burocracia de estas gestiones y las listas de espera en la sanidad pública, al tiempo que supone "un gasto innecesario".

Además, merma la competitividad de las empresas, suponiendo "un lastre para la creación de empleo y el crecimiento económico".

Como solución al problema, AMAT propone "reconocer a las mutuas la posibilidad de prestar asistencia sanitaria integral y de emitir altas médicas en los procesos de incapacidad temporal por contingencias comunes, al menos en patologías traumatológicas y osteoarticulares".

Ello podría llevarse a cabo, explican, al igual que en los procesos derivados de accidente de trabajo y enfermedades profesionales, estableciendo un "mecanismo de garantía para los trabajadores" como el que ya existe para esos casos.

AMAT

AMAT también plantea evitar, suprimir o reducir los "complementos y mejoras a la prestación por incapacidad temporal por contingencias comunes en los convenios colectivos" y "rebajar el porcentaje que se aplica a la base reguladora para el cálculo de la prestación", aunque teniendo en cuenta la gravedad de la enfermedad o su evolución.

La patronal de las mutuas detalla que casi 1,3 millones de trabajadores que sufrieron un proceso de contingencia común por patología traumatológica tardaron en recuperar su salud 26 días más, un tiempo que, dicen, podría recortarse a la mitad con sus propuestas.

También, añaden, podrían reducirse las listas de espera sanitarias y recortarse en 2.630 millones de euros el gasto innecesario, de los que 1.650 millones se los ahorraría la Seguridad Social y otros 980 millones, las empresas