El fabricante estadounidense de coches eléctricos Tesla registró un beneficio neto atribuido de 1.129 millones de dólares en el primer trimestre del año, lo que supone una reducción del 55% en comparación con los 2.513 millones de dólares contabilizados en el mismo periodo de 2023, según las cuentas presentadas por la compañía.

En ese sentido, el margen operativo de la compañía cerró el primer trimestre del año en el 5,5%, lo cual supone 5,9 puntos porcentuales menos que en el mismo periodo del año anterior, cuando se situó en el 11,4%.

Asimismo, la compañía que lidera Elon Musk ha disminuido sus ingresos hasta los 21.301 millones de dólares en el primer trimestre del año, un 9% menos que los 23.329 millones de dólares que facturó entre enero y marzo de 2023.

Asimismo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado hasta marzo fue de 3.384 millones de dólares, un 21% menos que los 4,267 millones de dólares del primer trimestre de 2023.

Tesla justifica esta disminución de los volúmenes a la actualización de su rampa de producción del Modelo 3 en la fábrica de Fremont (California) y a los "cierres de fábrica resultantes de los desvíos de envíos causados por el conflicto del Mar Rojo y un ataque en la Gigafactory de Berlín", explica el comunicado.

Además, la compañía del magnate ha adelantado que actualizará su futura gama de vehículos en los que se incluirán modelos más asequibles.

Software de conducción

Elon Musk, consejero delegado de Tesla, aseguró este martes que el fabricante de automóviles está en conversaciones con un "gran fabricante de vehículos" para licenciar el software de Full Self Driving (FSD), el sistema de ayuda a la conducción de la compañía.

Durante una teleconferencia con analistas y medios de comunicación tras la presentación de los resultados financieros de Tesla del primer trimestre, Musk explicó que "hay muchas posibilidades" de que este mismo año licencie su software a un fabricante, "e incluso a más de uno".

El empresario reconoció que en el primer trimestre del año, Tesla ha sufrido una serie de contratiempos, entre ellos la caída global de la demanda de vehículos eléctricos, pero aseguró que venderá este año más vehículos que en 2023.

Musk, que no quiso hablar del robotaxi, "o cybercab", que será presentado en agosto, insistió durante la llamada que es erróneo concebir Tesla como un fabricante de automóviles cuando él cree que en realidad es una compañía de "inteligencia artificial robótica".

Además, insistió en que está acercándose a la conducción autónoma a gran velocidad y que ese es el verdadero negocio de la compañía.

"Si no ha probado FSD 2.3, y 2.4 será mejor, realmente no entiende lo que está pasando", afirmó Musk a un analista que preguntó cuánto tardarían sus competidores chinos en copiar la próxima generación de vehículos de la compañía.

Optimus

En otro momento, Musk aseguró que Optimus, un robot humanoide diseñado por Tesla, empezará a ser producido a finales de año de forma limitada para realizar pruebas de laboratorio y que "quizás se empiece a vender el próximo año" aunque inmediatamente añadió que "son solo suposiciones".

Pero repitió que Optimus será "más valioso que todo lo demás junto", porque las posibilidades son infinitas para un robot humanoide capaz de sentir como un humano a través de la inteligencia artificial.

Musk también aseguró que con una flota de millones de vehículos autónomos, Tesla será una combinación entre Airbnb y Uber además de ser capaz de aprovechar la capacidad de computación de sus automóviles como hace Amazon con sus servidores a través de AWS, la unidad del gigante de la venta por internet que hospeda millones de webs.