La Facultad de Economía y Empresa de la UPV/EHU acogió la semana pasada las XXXVII Jornadas de Economía Industrial, el mayor evento del Estado en el campo de la organización industrial. Durante dos días, cerca de un centenar de expertos han debatido en Sarriko sobre competencia, regulación y mercados.

¿En qué se han centrado las jornadas este año?

–Siempre tienen más o menos la misma estructura, se trata de sesiones paralelas con diferentes tópicos de la economía industrial. Por ejemplo, competencia, regulación de mercados, cambio digital, publicidad... La gente envía sus trabajos, se seleccionan y se encajan cada uno en su correspondiente sesión paralela. Reservamos tantas aulas como sesiones paralelas y ahí la gente presenta sus trabajos. Y, por otro lado, están las sesiones plenarias, que las realiza gente con mucho más recorrido. Este año se ha programado una mesa con Funcas, la fundación de las cajas, para abordar las reformas para mejorar la competitividad. Otra se ha centrado en las plataformas para hacer compras, sobre regulación. Se abordan temas que están de moda en esos momentos.

“Euskadi es una Alemania en pequeñito, y es más fácil salir [de la inestabilidad] si eres una zona industrial”

Efectivamente, las plataformas digitales están muy de moda en estos momentos.

–Sí. Chiara Farronato, de Harvard Business School, e Imke Reimers, de Cornell University, son las pioneras que están en la punta de la investigación en esto. Se tratan temas que están muy de actualidad y que luego, muy posiblemente, la regulación a nivel europeo o a nivel de la OCDE va por esa línea.

Precisamente, las plataformas ‘online’ suponen una gran competencia para los pequeños negocios, muchos de ellos abocados al cierre por los nuevos modelos de consumo.

–Ellas analizan bienestar y ahí tienes que incluir a todo el mundo. Tú como consumidora, pero también los que proveen plataformas y los que quedarían potencialmente excluidos del mercado. Y lo que se suele hacer en economía, que por eso a veces los economistas somos impopulares, es un análisis neto. Si en el análisis neto es positivo, todo para adelante, aunque te lleves gente por delante. En este ámbito, hay regulación europea, pero como los mercados van evolucionando hay que ir cambiando también la regulación, se trata de buscar el equilibrio entre no impedir la innovación y no permitir que haya un único operador.

Esta semana, la Unión Europea ha obligado a seis grandes plataformas digitales, entre las que se encuentran Amazon, Google y Facebook, a cumplir la nueva ley antimonopolio.

–Claro. Una de las sesiones paralelas de las jornadas ha sido sobre competencia. Nosotros, lo que hacemos es proporcionar a la Comisión Europea las herramientas para que ellos evalúen si realmente hay comportamientos anticompetitivos o no.

Nos encontramos en una complicada coyuntura económica derivada de la guerra en Europa y en un momento de grandes transformaciones (digital, ecológica y socioeconómica). ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentamos?

–Yo creo que los mayores desafíos para la economía son los geopolíticos. La inestabilidad es muy mala, para Euskadi es terrible. Somos una Alemania en pequeñito. Tener una guerra al lado de casa lastra muchísimo, porque los inversores son muy sensibles a ese tema. Para Europa el mayor desafío ahora es el geopolítico, porque es que Europa no tiene nada, todo viene de fuera. Por ejemplo, los precios del platino se han multiplicado por cuatro, y hay cantidad de componentes que llevan platino. Es un desafío, a ver cómo salimos.

“Si no hay mano de obra cualificada y no cubren las plazas las empresas no van a querer invertir aquí”

¿Euskadi puede sufrir más en los próximos meses por esta compleja coyuntura?

–Yo creo que sí. Los mayores contribuyentes a las arcas públicas son empresas que están sufriendo, como Petronor. Aunque sigo pensando que es más fácil salir si eres Alemania o una zona industrial como Euskadi, que si vives del turismo, sigo pensando que hay que apostar por la industria. Lo que pasa es que algunas industrias van a sufrir, sobre todo la industria pesada y la que depende de combustibles.

La industria enfrenta grandes desafíos, uno de ellos es la falta de mano de obra.

–Aquí tenemos un problema demográfico tremendo; aquí la gente puede trabajar todo lo que quiera, pero no hay gente. Si no tienes mano de obra cualificada y no hay posibilidades de llenar las plazas, las empresas no van a querer invertir aquí, no van a poder instalarse aquí. Las empresas están preocupadas por esta situación. El problema de la mano de obra y la situación geopolítica son dos grandes desafíos. Aquí, en la Universidad, también cuesta cada vez más cubrir las plazas. Cada vez menos hacen doctorados, porque la vida académica es una carrera de fondo. Y necesitamos gente, teníamos tres plazas y al final hemos cubierto una porque no hay candidatos. Se está notando la disminución de estudiantes y las proyecciones son negativas para todas, menos las ciencias de la salud. Los números para entrar pueden ser muy altos y se cubren todas las plazas rápidamente.

Su rama de investigación es la competencia e investiga sobre el mercado energético, un tema que también se ha convertido en una de las principales preocupaciones ciudadanas. En el momento actual, ¿conviene la tarifa fija?

–Los precios fijos se basan en la expectativa de cómo van a ser los precios futuros. Ahora el petróleo está subiendo, el gas va a empezar a subir y depende del invierno, si sale complicadillo, entonces eso volverá a subir muchísimo los precios. Así que igual es buen momento para contratar una tarifa fija, porque la previsión es que puedan subir los precios de la electricidad otra vez, sí.