La economía vasca encadena siete meses de suave desaceleración debido fundamentalmente al descenso del consumo privado, que se ve afectado por la elevada subida de los precios.

Así lo refleja el "Termómetro Económico" mensual que publica el Departamento vasco de Economía y Hacienda correspondiente al mes de septiembre y que analiza un centenar de indicadores.

La suave desaceleración es el resultado de un enfriamiento del consumo privado, que se ve afectado por la pérdida de poder adquisitivo asociada a la alta inflación, a pesar de la significativa creación de empleo, señala este estudio.

Sin embargo, constata que la inversión muestra un "notable dinamismo", aunque se modera ligeramente por el aumento de la incertidumbre. Las exportaciones también se mantienen fuertes, pero algo menos que el mes anterior.

Con estos datos la puntuación de la situación económica de septiembre baja a 119,6 puntos sobre 150, es decir que sigue todavía en una situación de "crecimiento sólido" -entre 100 y 150- a pesar de que sigue en descenso ya que en agosto tuvo 121,5 puntos y en julio 125,4.