- La presidenta de la Confederación de Cooperativas de Euskadi (Konfekoop), Rosa Lavín, afirmó ayer que la entrada del cooperativismo vasco en el nuevo Consejo de Lanbide es su objetivo “prioritario” en 2022 ante el “hartazgo” y el “malestar” que vive el sector por su posible encaje tras la tramitación del Anteproyecto de Ley del Servicio Vasco de Empleo. “No hay ningún obstáculo para que no estemos, ni problemas normativos ni jurídicos. Es una cuestión de voluntad política” remarcó, en la presentación, junto al director Iñaki Nubla, de los resultados deL año 2021 y sus perspectivas para el próximo año.
Lavín explicó que la postura de la confederación en esa reclamación en que “el mercado de trabajo se está transformando intensamente y Lanbide tiene que reflejar esos cambios de la mano del cooperativismo”. En su opinión, “la alternativa” a su presencia es “una fórmula que observa el empleo con un modelo del siglo XIX, basado en esquemas clásicos del trabajo y limitado de cara a reflejar los nuevos perfiles de empleo”.
Tras aclarar que Konfekoop tiene claro que se debe mantener en todo momento “y respetar la representatitividad establecida entre gobierno, empresas y sindicatos”, Lavín reiteró que su presencia en Lanbide “es un objetivo prioritario”, aunque lamentó que, “después de 10 años, no podemos hablar de optimismo, sino de que vamos a dar pasos firmes para lograrlo”.
Lavín subrayó, a la hora de abordar sus previsiones para 2022, que el actual contexto está marcado por la “inestabilidad en Ucrania, que está afectando de manera especial a las cooperativas más internacionalizadas del sector de la máquina herramienta”. En cuanto a las cifras de este año, Konfekoop aspira a continuar creciendo en asociadas y empleos, hasta llegar al cierre de este ejercicio a las 1.450 empresas. La presidenta expresó el deseo de la confederación de trabajar para “extender” el modelo cooperativo en los sectores emergentes, como el de plataforma, la producción energética o las cooperativas vecinales”.
Por su parte, el director de Konfekoop, Iñaki Nubla, repasó los resultados obtenidos en 2021, que calificó de “positivos” tanto a nivel organizativo como económico. Konfekoop cerró el pasado año con 1.350 cooperativas asociadas, 57.152 empleos y un total de 1.443.605 socios mientras que en 2020, contaban con 1.259 asociadas, 58.356 empleos y 1.422.758 socios. El descenso de empleos en 2021 se debe a que el año anterior, por la pandemia, muchas cooperativas tuvieron que reforzar el empleo al ser consideradas, principalmente las de consumo, servicio “esencial” y tuvieron que aumentar plantillas para sustituciones y refuerzos de personal.
Las cooperativas más numerosas y que más empleo crean son las de trabajo asociado, con 1.174 asociadas y 36.326 empleos. Su actividad es mayoritariamente industrial, de construcción y servicios y, tal y como explicó Nubla, es “el modelo característico de Euskadi”. Le siguen las 69 cooperativas de enseñanza, con 6.900 empleo y las 66 agrarias y alimentarias, con 900 empleos. El resto son 12 de consumo, siete de transportistas y una de crédito.
El cooperativismo vasco vive un buen momento. Elkar-Lan promovió el año pasado la creación de 149 cooperativas en Euskadi, 36 más que en 2020, unas cifras que suponen el segundo récord de surgimiento de estas sociedades en los 18 años de historia de Elkar-Lan. La crisis de oportunidades en el trabajo por cuenta ajena ha estimulado la formación de coopertivas de trabajo autónomo, destacan en el sector.