El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha afirmado que, para lograr una recuperación "rápida y robusta de la economía" y que se minimicen los daños estructurales derivados de esta crisis se requiere, no solo que la política fiscal continúe apoyando "adecuadamente a los hogares y las empresas en el corto plazo", sino también que los fondos europeos se destinen a proyectos de inversión de alto valor añadido y que se acompañen de un plan de reformas estructurales.
En su intervención en Bilbao en una conferencia sobre salud financiera organizada por Bilbao Metropoli-30, Gobierno vasco, BBVA y Bilbao Plaza Financiera, Azpiazu ha destacado que el Gobierno vasco tiene "muy claro" que la salud financiera es "garantía de solvencia" y ha recordado la estrategia financiera del Ejecutivo que apostó en 2007 por la consolidación fiscal y por la adecuación del presupuesto a la coyuntura, conscientes de que, durante los años de la crisis, fue necesario recurrir a más deuda, pero también de que "era necesario ir saneando las cuentas públicas en épocas de mayores recursos".
Según ha apuntado, fueron capaces de "dar la vuelta a la situación" y, a partir de aquel año, se pudo contar con "recursos suficientes" para ir eliminando la deuda, con un planteamiento de "inversión a futuro", porque "mejoraba las posibilidades de respuesta ante posibles escenarios económicos más complicados". "Quién nos iba a decir en aquellos momentos que tres años después iba a suceder lo que ha sucedido", ha añadido.
Azpiazu ha precisado que la senda de las cuentas públicas vascas muestra un superávit desde 2017, lo que les permitió realizar Inversiones Financieramente Sostenibles.
Además, ha subrayado que en 2019 Euskadi se convirtió en la comunidad menos endeudada del Estado, lo cual "mejoró sustancialmente" la valoración de su solvencia por parte de las agencias de calificación y les permitió un "mejor acceso a los mercados en términos de coste y diversificación de inversores".
Azpiazu ha señalado en 2020, pocos días antes del estallido de la pandemia, se celebró la reunión de la Comisión Mixta del Concierto Económico que supuso un "espaldarazo" al Concierto Económico, ya que por primera vez se reconoció a las Diputaciones Forales una capacidad de endeudamiento propia.
El consejero ha recordado que se pactó un déficit del 2,6% para 2020 y un objetivo de deuda pública del Gobierno vasco del 16,3% para 2020 y del 16,9% para 2021, lo que suponía poder alcanzar los 10.821 millones y 12.440 millones -"que no se ha llegado ni de lejos"-, respectivamente.
PANDEMIA
Azpiazu ha señalado que así afrontó Euskadi su estabilidad presupuestaria hasta que se vieron obligados a afrontar una situación "sobrevenida e inesperada" como la pandemia de la Covid19.
"No les voy a negar que gestionar las cuentas públicas durante los dos últimos años no ha sido un camino de rosas. El Gobierno vasco, y todas las instituciones de Euskadi, hemos tenido que saber adaptarnos a una coyuntura de extrema gravedad", ha dicho.
Azpiazu ha indicado que la pandemia ha desencadenado una crisis sanitaria y económica "sin precedentes" en la historia reciente, ya que la alerta sanitaria obligó a las autoridades a tomar medidas que afectaron a la actividad económica que han provocado una "recesión a nivel mundial desconocida en las últimas décadas", de hecho, según ha apuntado, hay que remontarse a la Segunda Guerra Mundial para encontrar caídas de la actividad de una magnitud similar.
El responsable de Economía y Hacienda ha señalado que la crisis sanitaria motivada por la pandemia, además de su "alto coste" en vidas humanas, está teniendo unas consecuencias económicas y sociales "devastadoras" que los Estados y las instituciones supranacionales de todo el mundo intentan mitigar desde el inicio mediante el despliegue de medidas de apoyo dirigidas a los agentes sociales y económicos.
El consejero vasco ha aludido a las medidas adoptadas desde la UE y ha señalado que las políticas de austeridad impuestas en la Gran Recesión y la inacción inicial del BCE que en aquel momento "agudizó la crisis en el continente europeo" han quedado "aparcadas afortunadamente" en esta nueva crisis económica causada por la pandemia.
Según ha subrayado, para facilitar la acción de los Estados miembros, la UE activó dos vías de gran relevancia. Por un lado, ha apuntado, flexibilizó el marco normativo sobre Ayudas de Estado mediante la adopción de un Marco Temporal para apoyar la economía a través del cual, la Comisión Europea permite a los Estados miembros utilizar toda la flexibilidad prevista en la normativa de ayudas estatales para adoptar medidas rápidas y eficaces de apoyo a ciudadanos y empresas, en especial las pymes.
Por otro lado, flexibilizó las normas presupuestarias de la UE. "Así, los Estados miembros han podido adoptar medidas para hacer frente a la crisis apartándose de los requisitos presupuestarios que se aplicarían normalmente en el marco fiscal europeo", ha agregado Azpiazu, que ha recordado la iniciativa Next Generation EU.
Azpiazu ha destacado que, a partir de las que restricciones se fueron relajando, la economía inició una senda de recuperación que ha sido "incompleta, desigual y frágil".
"Para lograr una recuperación rápida y robusta de la economía y que se minimicen los daños estructurales derivados de esta crisis se requiere, no solo que la política fiscal continúe apoyando adecuadamente a los hogares y las empresas en el corto plazo, sino también que los fondos europeos se destinen a proyectos de inversión de alto valor añadido y que se acompañen de un plan de reformas estructurales cuyo diseño parta del objetivo de fortalecer el crecimiento a largo plazo de la economía".
Azpiazu ha destacado que el Gobierno vasco ha optado por aprovechar la suspensión temporal de la normativa de estabilidad presupuestaria de cara a endeudarse el "máximo permitido" y poder acometer "de manera sólida" todas las necesidades que se han dado durante los últimos años.
"Es por ello que contamos con un remanente voluntario y buscado que nos ha permitido dar cobertura a todas las necesidades extras generadas por la pandemia, y a las que ahora están dándose por el conflicto bélico en Ucrania", ha agregado.
RATINGS
Azpiazu ha destacado los últimos ratings, como el de marzo de S&P que mejoró el rating de Euskadi elevándolo a 'AA-' con perspectiva "estable", lo que sitúa a Euskadi dos escalones por encima del Estado, al entender que la calidad crediticia de Euskadi les hace "más resistentes que el soberano en un escenario de estrés".
Según ha destacado, se apunta a que, gracias al superávit generado en 2021, Euskadi aumentó aún más su colchón de liquidez, por lo que siguen viendo su liquidez "como excepcional".
Azpiazu señala que, a pesar de las incertidumbres en el contexto internacional, S&P considera que la economía de la CAV disfruta de indicadores socioeconómicos "más sólidos que la media estatal".
"Estas valoraciones no quitan para que sigamos atentos a las señales del entorno y, de momento, no vemos motivos para cambiar nuestro discurso económico en el corto plazo", ha añadido.
Tras hacer alusión a la subida de tipos de interés de la Reserva Federal y al episodio de inflación que se está viviendo, ha destacado la buena noticia de la semana pasada en Euskadi en relación a la producción industrial y al mercado laboral, con un ritmo de creación de empleo "importante y estable", por lo que cree que "pronto" se batirá el récord de afiliaciones.
Por último, ha concluido garantizando el compromiso del Gobierno vasco de seguir siendo "fiel" a su estilo de gestión, el que "no deja a nadie atrás, y apuesta firmemente por la competitividad y la cohesión social del país".
FONDOS EUROPEOS
En otro acto organizado este lunes con motivo de la presentación de una herramienta web puesta en marcha por el Gobierno vasco para ofrecer "un canal sencillo" a los agentes interesados en poder acceder a los fondos del MRR (el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia), Azpiazu ha confiado en que este dinero llegue "con mayor fluidez e incluso con mayor sensatez", y ha advertido de que es "crucial acelerar la ejecución".
Los detalles de la nueva web, denominada Next Gen Euskadi, han sido detallados en una comparecencia en Bilbao por el consejero y el director de Política de Cohesión y Fondos Europeos, Iñaki Barredo, coincidiendo con el Día de Europa, una fecha que, para Pedro Azpiazu, tiene sentido celebrar "más que nunca".
En este sentido, ha lamentado que, en este aniversario de la Declaración Schuman y 72 años después de que se sentaran las bases de la Unión Europea, "el mundo entero se encuentra saliendo de una terrible pandemia y afectado inevitablemente por las consecuencias de una guerra sin razón".
Estos condicionantes, ha añadido, han exigido "una respuesta ambiciosa" por parte de las instituciones europeas, que se ha materializado en la iniciativa Next Generation EU, con la que se busca "afrontar las transformaciones necesarias para abordar los retos presentes y futuros".
Según ha destacado, entre las herramientas de esta iniciativa, la de mayor dimensión económica es el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. "Tenemos ante nosotros un reto colosal, que desde Euskadi estamos dispuestos a asumir con todos nuestros recursos. El Estado español recibirá 70.000 millones en subvenciones del MRR y va a optar a otros 70.000 millones mediante préstamos en junio", ha recordado.
El consejero ha señalado que para estos recursos europeos, canalizados a través de los Estados Miembros, se exige "corresponsabilidad" y, según ha asegurado, "desde Euskadi pretendemos, hemos pretendido y pretendemos asumir con todas sus consecuencias, no solo en las fases de gestión, seguimiento y control, sino también -y de vital relevancia- en el diseño de las líneas de inversión, que garantizarán el buen destino de los fondos".
En esta línea, ha recordado que el Gobierno vasco, en colaboración con las diputaciones y los ayuntamientos de las capitales, diseñó el programa Euskadi Next, "coherente con lo exigido por Europa, alineado con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Estado, e ideado para sentar las bases para la prosperidad y el progreso de las próximas generaciones".
"Euskadi cuenta con un programa ambicioso con el que enfrentar los retos marcados por Europa", en palabras del consejero, que ha confiado en que, a pesar de que hasta el momento los recursos del MRR "no han fluido de la manera esperada, previsiblemente será en 2022 cuando el ritmo coja velocidad de crucero".
De este modo, ha planteado que, aunque no tiene "sensación", sí "esperanza" de que este año "los recursos vengan con mayor fluidez e incluso con mayor sensatez" y vayan destinados a "las cuestiones prioritarias" para proyectos transformadores y que sirvan para "tener una mayor resiliencia".
"Esperemos que eso sea así, pero de momento no es así. El porcentaje que ha venido a Euskadi de los fondos MRR es del 3,88%. ¿Cómo ha llegado? Hemos sido prácticamente ajenos, hemos tenido que simplemente tomar nota de los dineros que decían que iba a venir y para qué proyectos", ha criticado.
Según ha advertido, "ni se ha dado la participación suficiente a las comunidades autónomas, tal y como la propia Europa exigía, y este porcentaje no responde a ningún dato objetivo, ni de población ni de renta, sino simplemente es el resultado de un reparto en que no hemos participado". Por ello, ha esperado que se esta situación se "vaya corrigiendo".