- Laboral Kutxa prevé generar este año un beneficio después de impuestos de 120 millones de euros, lo que supondría un incremento de más del 10% con respecto a 2021, ejercicio en el que ganó 108,8 millones. Para ello, la entidad se marca como retos incrementar el volumen de la cartera crediticia, diversificar las fuentes de generación de ingresos y crecer en seguros y fondos de inversión.

Así lo trasladó ayer el director general de Laboral Kutxa, Xabier Egibar, durante la asamblea general ordinaria de la cooperativa de crédito vasca celebrada en el Palacio Kursaal de San Sebastián, cuyos socios respaldaron de forma unánime la gestión llevada a cabo durante el pasado ejercicio 2021.

En su intervención, Egibar expuso los aspectos más relevantes del Plan de Gestión 2022, que enmarcó en un contexto macroeconómico “difícil y pleno de incertidumbres”, advirtiendo de la coyuntura “muy complicada” que “impide vaticinar el futuro con un mínimo de fiabilidad”. Tras enumerar las amenazas por los impactos negativos derivados de las tensiones geopolíticas de la actualidad, así como los riesgos sobre el crecimiento económico y la inflación, señaló la posibilidad de un escenario de tipos más normalizado “que puede favorecer una mejora de la evolución de la cuenta de resultados”.

“Con todas las cautelas, de cara al final del ejercicio, Laboral Kutxa puede generar un beneficio después de impuestos de 120 millones de euros, lo que supondría un incremento de dos dígitos con respecto a 2021”, apuntó, para mostrarse confiado en la fuerza de la cooperativa. “La situación del mercado y nuestra posición competitiva ofrece oportunidades que debemos aprovechar”, aseveró.

En cuanto a los “grandes desafíos” a los que se enfrenta la entidad, ha destacado la “excelente posición de liquidez, que otorga a la entidad una base sólida sobre la que el objetivo ahora es hacer crecer el negocio y apalancar su rentabilidad”.

“El segundo desafío, íntimamente relacionado con el anterior, es continuar incrementando los volúmenes de inversión crediticia, que es la base del negocio bancario típico por lo que, contribuye a engrosar la parte alta de la cuenta de resultados”, indicó.

El tercer desafío, según el director general de Laboral Kutxa, consiste en “seguir evolucionando el modelo de negocio” y, como consecuencia, el modelo de rentabilidad, profundizando en la diversificación de las fuentes de generación de ingresos para que, de esta forma, “se fortalezca la capacidad de generación ante los diversos ciclos y coyunturas”.

Durante su intervención en la asamblea, el presidente de Laboral Kutxa, Txomin García, aseguró que la cooperativa de crédito vasca mantendrá el rumbo actual a pesar del “altísismo grado de incertidumbre” que rodea las perspectivas económicas. “Con guerra o sin ella, con virus o sin él, con o sin tipos de interés ultrabajos, nuestra línea de actuación no puede desviarse de la que nos ha traído hasta la situación de solvencia actual: rigor en la gestión, prudencia en la admisión de riesgos, control de los costes, y mejora de la fidelización y satisfacción de nuestros clientes”.

Los socios también aprobaron las cuentas anuales, resultante de la integración contable de las empresas participadas (compañías de seguros, gestoras de fondos e inmobiliarias), que reflejan un beneficio consolidado de 108,8 millones después de impuestos, lo que implica un crecimiento del 24,4% respecto a 2020.

“Cabe esperar una economía más débil y un repunte de la morosidad los próximos trimestres”

Presidente de Laboral Kutxa