- La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, afirmó ayer que la guerra de Ucrania hace “cada vez más apremiante el desarrollo de las energías renovables y ha añadido que se viven “tiempos convulsos” y un momento “crucial” para consolidar estrategias energéticas que permitan reducir la dependencia de recursos externos.
Tapia realizó estas manifestaciones en el acto de inauguración del WindEurope Annual Event 2022 que se celebra hasta el jueves en el BEC de Barakaldo, que, según destacó, se convierte en la “sede europea de las energías renovables”.
Tras indicar que es “un orgullo y una responsabilidad” para el Gobierno Vasco y para las empresas vascas que esta cita se desarrolle “con éxito”, aseguró que se vive un “momento crucial” para la consolidación de estrategias energéticas que, por una parte, “permitan reducir dependencia y que, a su vez, aporten mejoras en la respuesta ante las amenazas del cambio climático”. Según apuntó, se viven “tiempos convulsos” con los problemas sociales y sanitarios provocados por la pandemia mundial del covid-19 y las consecuencias geopolíticas de la invasión rusa a Ucrania. Tapia indicó que este conflicto ha puesto al sector energético en una situación de emergencia que “hace cada vez más apremiante el desarrollo de las energías renovables” y ha abierto nuevas oportunidades en este ámbito.
La celebración de WindEurope en Euskadi, según aseguró, es un “excelente” momento para mostrar el potencial de la industria vasca y la “fuerte” apuesta de la Euskadi por la energía eólica. Tapia manifestó que el desafío del cambio climático obliga a desarrollar el sector de las energías renovables para descarbonizar la economía europea y reducir la dependencia de recursos externos. Según recordó, los primeros parques eólicos se pusieron en marcha hace más de 20 años con el apoyo del sector público y en el País Vasco “esa temprana apuesta puso el germen de lo que hoy es una potente industria”.
A su juicio, el apoyo de los gobiernos -a través de colaboraciones público-privadas- volverá a jugar “un papel clave” en la implementación de una estrategia que, en última instancia, busca alcanzar “el desarrollo económico sostenible, la innovación y la cohesión social en una Europa que evoluciona hacia un nuevo modelo energético”. Tapia incidió en que esta cita internacional se celebra en un contexto histórico marcado por la invasión de Rusia a Ucrania:“Las tensiones geopolíticas mantienen abierto un debate europeo en torno al suministro, a las estrategias y a la definición de los precios de la energía”.
La consejera recordó que, recientemente, la Comisión Europea impulsaba el plan REPowerEU, una acción conjunta europea para conseguir una energía “accesible, segura y sostenible” y apuntaba la necesidad de acelerar los permisos a los proyectos de energías renovables. Y lo hace, según destacó, en el contexto de la estrategia Green Deal que fue liderado por la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, una iniciativa que “habla de un desarrollo sostenible e inclusivo”.
Tapia mostró su adhesión a la carta remitida por los CEO de Wind Europe a la presidente Ursula Von der Leyen, en el sentido de que el Green Deal, el desarrollo sostenible, “necesita de una industria fuerte, con músculo, competitiva” que “genere empleo de calidad y ofrezca valor añadido”. “En definitiva, una apuesta por una tecnología desarrollada y una manufactura europea”, agregó.
Tapia indicó que la industria vasca, al igual que la europea, está implicada en la descarbonización, “con compromisos y con hechos” y se felicitó porque esta misma semana Euskadi acoja lo que será la primera cita del Super Cluster europeo Net Zero del World Economic Forum.
Encontronazo por el ‘fracking’. El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, respondió ayer a la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, rechazado la posibilidad de recurrir al fracking en Araba. Ribera aseguró que la extracción de gas en el territorio alavés “no es una solución inmediata ni viable a medio y largo plazo”. Zupiria argumentó que “de entrada, no habría por qué descartar ninguna fuente energética que sea sostenible”.