- Euskadi se ha sumado al Corredor del Hidrógeno del Ebro, un proyecto que se presentó ayer y que busca potenciar la coordinación interterritorial entre las iniciativas regionales que ya se encuentran en marcha en el noreste del Estado -el Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C), el Valle del Hidrógeno de Catalunya (H2ValleyCat), el Valle del Hidrógeno de Aragón Iniciativa GetHyGA y la Agencia Navarra del Hidrógeno Verde-, para contribuir al despliegue rápido y eficiente de la economía del hidrógeno, generando un ámbito geográfico líder en su desarrollo.

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, participó en la Adhesión junto con el director del Ente Vasco de la Energía (EVE), Iñigo Ansola, en un acto celebrado en la sede del Gobierno de Aragón en Zaragoza. Durante el encuentro, los gobiernos de Euskadi, Nafarroa, Aragón y Catalunya firmaron la carta de manifiesto y respaldo para el impulso y consolidación del Corredor del Hidrógeno del Ebro.

También participó la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, quien subrayó que “la economía del hidrógeno está aquí para quedarse”. “Las apuestas de territorios, empresas e industrias como las vuestras, que están aportando soluciones críticas, hasta el punto de ser capaces de producir hasta el 70 o el 80% de aquello que necesitamos para producir hidrógeno en nuestro país sabemos que es determinante y muestra el camino a seguir”, señaló.

Los responsables del corredor destacaron que este nuevo ecosistema jugará un papel protagonista en la descarbonización de la industria circundante, además de mejorar su competitividad y atraer nuevas inversiones. El Corredor del Hidrógeno del Ebro promoverá acciones en todos los ámbitos, incluida la producción, el transporte, usos y almacenamiento. En cuanto a la producción de hidrógeno renovable, se ha marcado la ambición de instalar una capacidad de producción de 400 MW en 2025 (lo que conlleva 1,5 GW de producción de generación renovable asociada”, y alcanzar 1,5 GW en 2030 (6 GW de renovable).

Otra de sus líneas clave de actuación se centrará en estimular los usos finales del hidrógeno renovable, tanto en el sector del transporte como en usos industriales de distintos sectores. Entre estos usos destaca el objetivo de producción de 250.000 toneladas anuales de productos derivados del hidrógeno renovable como el metanol, el amoniaco o los combustibles sintéticos en 2030. También impulsará la creación de una red con 20 hidrogeneras en 2025, infraestructura que contará con hasta 100 puntos en 2030, para posibilitar el despliegue de su uso en el transporte terrestre, marítimo y ferroviario.

Además, en materia de almacenamiento y transporte de hidrógeno renovable, se impulsarán proyectos transfronterizos en el sur de Francia para favorecer la interconexión con Europa y posicionar al Estado español como un productor relevante en el mercado de hidrógeno continental.

“El hidrógeno renovable es una de las principales vías para alcanzar la descarbonización de la economía gracias, principalmente, a su versatilidad”, destacaron los responsables del Corredor. Ya se usa hidrógeno en el sector industrial como materia prima en el refino, en la producción de amoniaco, en la industria del acero y en la química, principalmente. Pero este gas tiene otros usos: “Es en sí un combustible limpio, en movilidad se utiliza en la producción de combustibles sintéticos o en pilas de combustible y también puede emplearse para almacenar energía renovable solventando así la intermitencia de la producción eólica y solar foltovoltaica”.