- La mayoría de los economistas vascos ven el futuro con optimismo, pero muchos menos que medio año antes, en una situación en la que los precios de la energía han pasado a ser su primera preocupación, según se desprende del Ekonometro, una encuesta realizada por el Colegio Vasco de Economistas entre sus afiliados y presentada ayer.

Según este sondeo, la mayoría cree que la situación económica vasca ha mejorado en los últimos seis meses, y de cara al futuro, el 47% cree que mejorará en el próximo medio año, pero casi la cuarta parte cree que va a empeorar. “Son optimistas, pero menos, y la diferencia entre optimistas y pesimistas se ha reducido veinte puntos en seis meses”, señaló la profesora de la UPV Mercedes Vallejo, que presentó el estudio junto a Iñaki Fernández de Gamboa.

Uno de los motivos de ese declive en la confianza es que la encuesta presentada ayer se hizo a finales de noviembre y comienzos de diciembre, en plena sexta ola de la coronavirus, mientras que la anterior fue en junio, cuando “había mucho optimismo por las vacunas”. La opinión sobre la evolución del empleo es similar: la mitad cree que el paro se reducirá en los próximos seis meses, aunque será un descenso pequeño. Sin embargo, un 27 % creen que subirá el desempleo. Según el Ekonometro, un informe de carácter semestral.

Este optimismo muy moderado se refleja en el indicador de confianza de los economistas, que mide de cien a menos cien, es decir, el cero es el punto intermedio: se ha situado en un 12,7, positivo, aunque es inferior al del pasado.

Respecto a los factores que afectan a la competitividad, por primera vez el principal es el precio de la energía. En segundo lugar, a bastante distancia, los costes salariales y la I+D+I (investigación , desarrollo e innovación) en tercer lugar. Esta última suele ocupar habitualmente el primer lugar de las preocupaciones, pero la escalada de los precios de la energía en los últimos meses le ha llevado a encabezar la lista.

También se han incluido en esta encuesta cuestiones que no se preguntaban en anteriores sondeos, como los desequilibrios económicos globales, el cambio climático o la economía. Sobre la primera cuestión, la primera opción elegida por los economistas vascos para corregir los desequilibrios sería resituar las cadenas de producción en Europa para evitar la dependencia de Asia y corregir así la crisis de suministros.