Casi nueve de cada diez personas dicen no haber utilizado nunca una cabina de teléfono. Este icono de nuestras calles casi en desuso, que se ha convertido en un elemento más del paisaje urbanístico de Vitoria y Álava, está a punto de desaparecer tras más de un siglo de existencia.
Los denominados baby boomers nacidos a finales de los 70 y la década de los 80 (la primera generación que disfrutó de la tele en blanco y negro y también los calificados como migrantes digitales) es la generación que recuerda perfectamente las largas colas que había que hacer las noches de verano en los pueblos para poder hace un llamada a los padres mientras pasaban el verano en casa de los abuelos.
Telefónica ha anunciado que retirará a partir de este año las 14.824 cabinas de teléfonos desplegadas en todo el Estado, alrededor de un centenar de ellas en Álava, después de que estas hayan dejado de ser un servicio universal obligatorio.
De este modo, la compañía comenzará a retirar paulatinamente todas las cabinas siete años antes de que estas cumplan su primer centenario. Cabe recordar que la normativa obligaba a las poblaciones de más de mil habitantes a tener al menos un cabina, y otra adicional por cada 3.000 vecinos.
Como curiosidad, la primera cabina telefónica del Estado se instaló en el año 1928 en la caseta del Viena Park, actualmente denominado como Florida Park, en el parque de El Retiro de Madrid. Se trataba de un aparato que estaba emplazado dentro de un cajetín que se abría para poder acceder al teléfono.
UNA LLAMADA SEMANAL DE PROMEDIO
Los datos que maneja Telefónica ponen de relieve el desuso en el que ha caído este icono. En el Estado, al cierre de 2020, entre las 14.824 cabinas de teléfono se registraron una media 0,17 llamadas al día, lo que se traduce en una llamada semanal de promedio.
Los datos revelan que el uso de las cabinas ha entrado en declive durante los últimos años. De hecho, las 0,17 llamadas al día registradas a cierre de 2020 suponen reducir a más de la mitad la media que se había contabilizado hace poco más de dos años, cuando se registraban 0,37 llamadas diarias, es decir, un uso cada tres días, según datos de Telefónica.
La explicación de estos datos está relacionada con la irrupción de la telefonía móvil, que ha sido la causa principal de la caída en desuso de estas estructuras. Ya en 2006 se registraron más líneas de teléfonos móviles que habitantes.