- La startup donostiarra Linqcase es un buen ejemplo de que en Euskadi existe un movimiento emprendedor con una fuerte base tecnológica que con el apoyo como el ofrecido por EIT Manufacturing puede situar al territorio en la vanguardia de la innovación.

Su producto puede resultar muy efectivo en el sector industrial, al que le permite un importante ahorro de costes. El director de Linqcase, Ibon Iribarren, explica que en esta actividad las piezas pueden salir defectuosas y, hasta el momento, la única manera de comprobarlo es cortándolas y analizando qué ha ocurrido, con las consiguientes pérdidas por el achatarramiento y el desecho de material. La propuesta de Linqcase se basa en una tecnología de inspección no destructiva electromagnética que facilita a las empresas realizar las verificaciones sin necesidad de romper ninguna pieza.

“Nosotros veníamos del sector de la automoción y vimos que hay muchas soluciones para fabricar, pero en el control de calidad existen muchos huecos”, destaca Iribarren.

Para ello, según explica, se pusieron en contacto con Ceit, que dispone de la tecnología para verificar las piezas sin necesidad de destruirlas. El centro tecnológico de Donostia “no está para hacer máquinas, y nosotros somos buenos industrializadores”, señala Iribarren para constatar los beneficios de esta relación, que contempla la exclusividad de la licencia de esta tecnología. La comprobación de la pieza sin desecharla, Linqcase permite reducir a cero el porcentaje de piezas defectuosas en los diferentes procesos industriales.