- La mayoría de los datos económicos que se van conociendo este año, desde el aumento de la recaudación fiscal vasca en un 15,5% a los resultados empresariales al alza, apuntalan la idea de que la recuperación en Euskadi, tras un año 2020 marcado por los efectos negativos de la pandemia de coronavirus, se está acelerando y eso mismo es lo que resalta un Gobierno Vasco optimista sobre la evolución del PIB, máxime a la vista del tirón previsto en el último trimestre del año con la llegada de los fondos europeos Next Generation EU.
Buena parte de las empresas privadas vascas están dando señales positivas con la mejora de sus resultados semestrales -casos de Gestamp, CIE, Faes Farma, etc.-, por citar algunas de las que han presentado estos días sus cuentas. Si a eso se le suma que firmas como Arcelor Mittal auguran un crecimiento notable de la producción en ACB Sestao, que Petronor levanta el ERTE porque la demanda de combustibles crece o que Tubos Reunidos recibe apoyo de la SEPI, se entiende que el Ejecutivo vasco estime que Euskadi va a acelerar más de lo inicialmente previsto su tasa de crecimiento económico en 2021-2022 debido al notable dinamismo que muestra la economía en estos momentos, dinamismo que se acelerará con las inversiones que va a generar la próxima llegada de los fondos europeos Next Generation.
El máximo responsable del área económica del Ejecutivo del lehendakari Iñigo Urkullu, el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, destacó ayer esta situación y afirmó que al cierre del próximo 2022, la economía de la Comunidad Autónoma Vasca habrá recuperado el PIB perdido con el covid, recuérdese que en 2020 descendió casi el 10%, la mayor caída de la historia moderna de Euskadi. Gracias a esta mejora económica, el PIB vasco crecerá por encima del 6%, según todos los analistas, la tasa de paro vasca volverá a descender por debajo de la cota del 10%, para quedar en cerca de un 9,6%.
Pedro Azpiazu, al presentar ayer el Informe Anual de la Economía Vasca 2020 -acto en el que también participado el viceconsejero de Economía y Fondos Europeos, Jordi Campás, y el director de Economía y Planificación, Ignacio Barredo-, señaló que no se descarta revisar al alza la tasa de crecimiento de la economía vasca en 2022 por encima del 5,7% de las primeras estimaciones.
Para argumentar su optimismo, Azpiazu recordó que los datos recogidos por el Eustat en el avance económico del segundo trimestre mostraban la aceleración del crecimiento de la economía de la CAV, con un alza estimada del 2,2% con respecto al primer trimestre, lo que da pie al Gobierno Vasco, de confirmarse esta tendencia como así parece si la subida temporal de precios de las materias primas y de la energía no lastra a la industria, a elevar sus previsiones para el conjunto del año.
En este sentido, el consejero vasco de Economía Azpiazu adelantó que “en septiembre” cuando estén los datos definitivos del primer semestre, “lo que haremos será una revisión del cuadro macroeconómico” apuntando a que podrá “mejorar las previsiones del año que viene”.
El Ejecutivo vasco confía, para tirar de la economía de Euskadi, en la puesta en marcha de algunos del os proyectos inversores ligados a los fondos europeos Next Generation. Todo ello podrá hacer posible que Euskadi recupere a finales del próximo año, el PIB y el empleo perdidos por la crisis generada por la pandemia de coronavirus y las medidas restrictivas adoptadas para atajar sanitariamente el avance del covid.
En este sentido, Pedro Azpiazu destacó que “nosotros en el año 2022 vamos a recuperar lo perdido y alcanzaremos sobradamente las tasas del año 2019”, lo que en datos supone una previsión inicial de crecimiento del 6,7% en el PIB vasco este año y un 5,7% en el próximo 2022. En total supondría un crecimiento acumulado del 12,4%, cuando la caída del infausto 2020 fue de un 9,5%, el mayor descenso en tiempos de paz de la economía moderna del País Vasco.
Naturalmente, un crecimiento notable del PIB, máxime si no hay sexta ola de covid que obligue a mantener algunas restricciones que inciden mucho en sectores turísticos y de ocio, irán acompañadas de una mejora del mercado laboral en lo que respecto a creación de empleo. Ello hará posible reducir la tasa de paro de la CAV a cotas del 9,6%, superiores a la media europea, pero ya cercanas a la de antes del covid. La crisis derivada del coronavirus gracias a la figura de los ERTE y a la mayor flexibilidad de la que cuentan las empresas gracias a la última reforma laboral, según los fuentes empresariales, no ha destruido tanto empleo como las anteriores en Euskadi y se cifra en unos 21.000 los empleos perdidos.
Estas previsiones de mayor crecimiento económico serán valoradas debidamente para preparar los presupuestos del Gobierno Vasco para el próximo ejercicio de 2022, que se espera que vayan acompañados de unos mayores ingresos recaudatorios -en el primer semestre de este año las diputaciones forales de la CAV han ingresado 5.906 millones de euros, unos 796 millones de euros más que en el primer semestre de 2020- y una capacidad de déficit y endeudamiento que permita aumentar las inversiones.
+6,7%
Las previsiones de crecimiento de la economía de la CAV para este 2021 son, según el Gobierno Vasco, del 6,7%, y del 5,7%, en 2022, pero el Ejecutivo y no descarta que se pueda producir una revisión al alza en el PIB previsto para el próximo año.
-9,5%
El Producto Interior Bruto de la CAV registró un descenso de casi el 10% por los efectos de la pandemia