- El Consejo Económico y Social Vasco (CES) afirmó ayer que los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, Next Generation, son “clave” para impulsar una recuperación fundamentada en el “progreso y no solo de crecimiento del PIB”. No obstante, advirtió de la necesidad de que estos sean “bien dirigidos y eficientemente gestionados”. Estimó asimismo que esos fondo se deben “facilitar el retorno a la actividad de los colectivos más afectados por la crisis del covid, mediante iniciativas públicas estratégicas que favorezcan la transición a un sistema productivo avanzado y competitivo en un entorno mundial.

La presidenta del CES, Emilia Málaga, junto a Jon Barrutia, presentaron ayer en Bilbao la memoria socioeconómica de 2020 que analiza los datos económicos, laborales y sociales del País Vasco en un “periodo excepcional” fruto de una pandemia” que ha condicionado “de principio a fin” todo el informe.

El CES advirtió así de la “incertidumbre” respecto al futuro que generan la evolución de la pandemia, la retirada de las ayudas públicas, la inflación o el impacto que tendrán en la economía los fondos europeos. En este sentido, considera que los fondos europeos Next Generation son “claves” y se muestran “esperanzados”, si bien advierte de la necesidad de orientarlos bien.

Respecto a la situación económica, el CES detalla el descenso del PIB hasta el 9,5% en Euskadi, “por encima de la media europea y por debajo de la media española”, con una pérdida de industrias entre febrero y diciembre de 1.371 empresas. La disminución fue más intensa en el Estado (-3,3%) que en Euskadi (-2,4%).

El CES estima que Euskadi “cuenta con músculo para la recuperación”, pese a que se es “altamente dependiente en el ámbito energético”, con cifras “muy por encima de la media española y europea. De este modo, muestran su preocupación por la “elevada dependencia energética exterior de la comunidad autónoma y la reducida producción en base a energías renovables”.