- Tubos Reunidos ya ha firmado con la SEPI los contratos para recibir una ayuda pública de 112,8 millones de euros, y prevé que sea aprobada definitivamente en los próximos días, con lo que la firma de tubos espera recibir el dinero en julio. Tubos Reunidos celebró ayer en Bilbao su Junta General de Accionistas, en la que el presidente ejecutivo, Francisco Irazusta, y el director general, Carlos López de las Heras, explicaron la situación actual de la empresa, que “está mejor” y va a renunciar a aplicar expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE).

La firma vasca solicitó el apoyo financiero por un importe de 112,8 millones al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas afectadas por la pandemia que se gestiona a través de la SEPI, ayuda que se va a materializar mediante un préstamo participativo. El pasado lunes se firmaron los acuerdos con SEPI del contrato de financiación y el contrato de gestión de la compañía -que no implica un puesto en el consejo, aunque sí el nombramiento de un “observador sin responsabilidad de gestión”-. Ahora los debe aprobar el consejo gestor del fondo y luego se remitirán al Consejo de Ministros para su ratificación. Tras estos pasos finales, la compañía espera disponer del dinero en julio.

Las ayudas tendrán tres destinos: la mejora de los procesos y la eficiencia con una mayor digitalización, una reducción de la huella de carbono mediante la innovación y las mejoras productivas y de productos, y los planes de formación de los trabajadores. Irazusta opinó que la ayuda pública va a ser “fundamental para acelerar el cambio en la línea de crear valor”, adoptando una digitalización con la que “podemos fabricar de una manera mucho más flexible. En un mercado con una sobreproducción muy amplia, nos permitirá posicionarnos en el mercado de manera estable”.

Respecto a la actividad del grupo, ha conseguido este año elevar en junio la cartera de pedidos un 25% por encima de como terminó el año pasado, cuando quedó muy baja. “Es un avance lento, desigual, ha entrado la cartera en el producto de menos valor añadido -tubos para infraestructuras-, mientras que al de más valor -tubos para energía eléctrica- le está costando más”, detalló. Esperan que a partir del tercer y cuarto trimestre aumente de forma significativa la cartera, con tubos para proyectos ligados a la energía eléctrica y la descarbonización, por ejemplo, para reconversión de refinerías o almacenaje de CO2.

La estrategia sigue siendo la diversificación total en producto y geografía, de manera que cada vez se dependa menos de los tubos para prospecciones petrolíferas en Estados Unidos y más de Asia, las energías limpias y, en el futuro, el hidrógeno. Actualmente, el grupo trabaja al 75-80% de la capacidad del 2019, y prevé acabar el año con el nivel previo a la pandemia, tras un 2020 perdido, en el que tuvo un resultado negativo de 101,3 millones, cuando ya venía de pérdidas de 41 millones en el 2019. “Creemos que ya estamos casi en la otra orilla del Rubicón, que lo peor lo estamos dejando atrás”, dijo Irazusta.

De hecho, anunciaron que desde ayer renuncian a los ERTE. Tanto Tubos Reunidos Industrial (Amurrio) como Productos Tubulares (Trapagaran) tenían aprobados sendos ERTE desde diciembre hasta ayer, aunque en PT no se activó en ningún momento. Para el tercer trimestre del año no se va a solicitar la activación de ningún ERTE en ninguna de las dos plantas. Además, la planta de Estados Unidos que está parada desde el año pasado se pondrá en marcha a finales de este año.