Esta mañana ha arrancado en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) una de las vistas más esperadas en la comarca de Aiaraldea, por lo que a su futuro económico se refiere. Se trata de los dos juicios abiertos por las demandas sindicales contra el ERE de las plantas alavesas del grupo Tubacex, cuyas plantillas están secundando -prácticamente, en su totalidad- desde el pasado 11 de febrero, una huelga indefinida cuyo objetivo es la readmisión de los 128 compañeros y compañeras afectados por el citado expediente de regulación de empleo (95 de ellos despidos directos).

De hecho, eso es lo que esperan de la Justicia, una resolución favorable a los y las trabajadoras, que devuelva a las personas despedidas a sus puestos de trabajo, porque "entramos al juicio cargados de argumentos y razones para demostrar la no procedencia de estos EREs", afirmó Eduardo Ibernia, portavoz del comité de empresa y miembro de ELA, una hora antes del comienzo del juicio correspondiente a la fábrica TTI, ubicada en Llodio, que ha recaído en la sección presidida por Garbiñe Biurrun.

Un espacio de tiempo que la plantilla en huelga también aprovechó para concentrarse frente al TSJPV y tras una pancarta en la que se podía leer No al ERE, mientras se oía la consigna "en Tubacex no sobra nadie", acompañada de sirenas y petardos, y el no menos habitual amplio despliegue policial que les está acompañando en todas sus movilizaciones.

La segunda vista, la que atañe a la planta de Aceralava en Amurrio, será este martes y ha recaído en la sección del magistrado Juan Carlos Iturri. Al igual que hoy habrá movilizaciones previas, aunque en este caso darán inicio a las seis de la mañana en la planta de Llodio, desde donde iniciarán una marcha a pie hasta el juzgado en Bilbao, frente al que se volverán a concentrar a las 11.00 horas.

Los precedentes hablan sobre que estos ambos jueces han dictaminado en fechas recientes a favor de los trabajadores y en contra de los ERE, al entender que los problemas de las empresas eran coyunturales y no estructurales. Precisamente, el mismo argumento que lleva defendiendo el comité de empresa desde el inicio de este conflicto laboral. "En los últimos años previos a la pandemia, la dirección de Tubacex ha obtenido millones de euros de beneficios, han recibido ayudas públicas y tienen el respaldo de una reforma laboral que les permite presentar estos EREs bajo el amparo de la clase política, impasible ante esto y que no es capaz de echar abajo esas reformas laborales que tanto daño están haciendo a la clase trabajadora", incidieron esta mañana desde el comité.

Reforma laboral

Reforma laboral

Desde el comité de empresa también recordaron que de forma previa a la reforma, los ERE tenían que pasar un filtro marcado por la autoridad laboral. Dicho de otra forma, "hoy hemos llegado a juicio por esa reforma; sin ella seguramente la empresa no tendría las causas suficientes para haberlo presentado y estaríamos ahora hablando solamente de acordar medidas temporales para abordar la crisis. Porque lo que ha quedado claro en la negociación de los ERE es que las causas que han presentado son del todo coyunturales y temporales, fruto de una pandemia que la sufrimos en toda la sociedad y por ello la solución pasaba por adoptar medidas coyunturales", insistieron.

Al mismo tiempo, volvieron a dar las gracias a la sociedad en general "por las muestras de solidaridad que estamos teniendo y que también esperan con ganas una resolución favorable a las y los trabajadores de Tubacex".

Con todo, aunque estas fechas son sin duda importantes porque pueden cambiar el rumbo del conflicto laboral, lo que parece claro es que sea cual sea el resultado de las sentencias, el asunto seguirá en tribunales, ya que la parte que se considera perjudicada recurrirá a otras instancias. El comité de empresa es también consciente de ello y, por ello, tiene prevista otra concentración y manifestación ante el Parlamento Vasco en Gasteiz, el jueves (24 de junio), con motivo del debate sobre la proposición no de ley en torno al ERE de Tubacex.

También criticaron al Gobierno vasco, al que acusaron de "mirar para otro lado" y preocuparse "por nosotros, únicamente, cuando ven que tienen que emplear la represión policial ante personas que solo pretenden defender algo tan lícito como su puesto de trabajo", en referencia a las personas detenidas en las movilizaciones de los últimos meses. La última, precisamente, el pasado jueves y ante el Juzgado de Amurrio, cuando una trabajadora de la empresa fue acusada de un delito de atentado contra los agentes de la autoridad y afectada por una fisura en la mano, tras una carga de la Ertzaintza, mientras tomaba parte en la concentración de apoyo a otras tres personas que habían sido citadas a declarar por su participación en los piquetes del 25 de marzo.