Los paros y manifestaciones convocadas ayer en Aiaraldea, por la mayoría sindical y agentes sociales de la comarca, en defensa del empleo y contra la precariedad, volvieron a resultar un rotundo éxito. De hecho, fueron miles las personas que secundaron las manifestaciones, primero a la mañana en Llodio y, posteriormente a la tarde, en Amurrio, y con representantes de un amplio espectro social, además, ya que se sumaron a las convocatorias desde comités de empresas, jóvenes y movimiento feminista, hasta pensionistas, comerciantes, hosteleros y trabajadores y trabajadoras de servicios públicos y educación.

En la multitudinaria marcha celebrada en Laudio estaban trabajadores de las plantas de Tubacex en esa localidad y en la cercana de Amurrio, en huelga desde hace ya 112 días en contra del ERE, que se ha saldado con una reducción de 129 empleos (95 despidos, 22 bajas incentivadas y 12 prejubilaciones). Precisamente, el martes la dirección de Tubacex advirtió a las plantillas de estas factorías que la persistencia de la huelga "amenaza seriamente" la continuidad de las plantas.

También había operarios de otras fábricas como la de Tubos Reunidos o Artiach, así como el colectivo de pensionistas, el movimiento feminista y trabajadores de residencias, de hostelería y comercio y de centros educativos, como el de Zabaleko en Amurrio.

Entre estos últimos estaban miembros de la plataforma Zabaleko Bizirik, creada recientemente ante el temor de la fusión de este colegio del barrio San José, con el también de Amurrio, Mendiko. Aunque desde el Departamento de Educación ya han garantizado la continuidad del centro el próximo curso y desde el Pleno municipal ha habido una declaración institucional unánime en contra del proyecto de fusión, en el barrio amurrioarra aún persiste la incertidumbre en torno a qué pasará a partir de 2022 y preocupación por un cierre a futuro que genere más precariedad a la escuela pública, así como más paro a la comarca, ya que "profesores, educadores, limpiadores, monitores, conserje y muchos otros trabajadores pasarán a las listas del paro", explicaron argumentando los motivos de su presencia en las movilizaciones.

No fueron los únicos, ya que cada empresa y colectivo se personó con su respectiva pancarta, pero todos unidos bajo un mismo lema: SOS Aiaraldea. No en vano, la jornada de movilizaciones -que también englobó un paro de actividad de 10.00 a 14.00 horas- fue convocada por la preocupación que reina en la comarca ante la situación de "emergencia" que muchos y muchas vecinas palpan en el ambiente dado el continuo goteo de malas noticias que, de un tiempo a esta parte, está llegando en forma de cierres de empresas, despidos, precarización de las condiciones laborales.

La manifestación en Llodio fue a las 11.00 horas y la de Amurrio, a las 19.00 horas. "Vivimos en una comarca marcada por la lucha. Somos un eskualde acostumbrado a tener que pelear por los derechos que nos son inherentes y nos quieren arrebatar a base de porrazos. Estamos habituados a pelear en contra de la precariedad social y laboral, sabemos lo que es dejarnos la voz, la piel e incluso la libertad contra las injusticias que nos rodean", fueron las palabras de inicio del comunicado que se leyó al término de la manifestación en Llodio, y en el cual se dejó claro que no iban a hablar de tasas, ni de tantos por ciento.

"No vamos a perdernos entre números y datos, porque no somos economistas, ni altos empresarios, ni casta política que decide entre cuatro paredes el futuro de otras personas. No somos números, ni vamos a dejar que nos reduzcan a gráficos. Somos mucho más que todo eso, somos personas, vecinas, conocidos, amigos, familias, pequeñas empresarias, autónomas, trabajadoras, compañeros, somos base, somos pueblo", afirmaron para, a renglón seguido confesarse "hartos" de ver como las distintas generaciones siguen luchando por los mismos derechos que hace 40 años, y de que "nuestro futuro esté en manos de políticas capitalistas que degradan sistemáticamente los derechos de las y los trabajadores".

Llamada de auxilio

Por ello, interpelaron al Gobierno Vasco, a las instituciones alavesas y a las entidades locales para "que atiendan las reivindicaciones de la ciudadanía y de los movimientos sociales y asuman sus responsabilidades, y articulen las políticas e iniciativas necesarias para que en el escenario actual se logre un modelo social que ponga la vida en el centro".

De igual forma, aseguraron que no van a permitir que dejen otra vez de lado a esta comarca y que vuelvan a ser sus habitantes y trabajadoras "las que paguemos una vez más la avaricia del capital y de sus políticos cómplices" y que seguirán tomando las calles y alzando la voz para defender Aiaraldea y los puestos de trabajo "como lo hicieron en su día nuestros mayores", sin olvidar que "esto es una carrera de fondo y que están esperando que nuestras fuerzas flaqueen, pero no saben que este eskualde tiene a las y los jóvenes más preparados de los últimos años, a los y las cuarentonas mas cabreadas de los últimos meses y a las y los pensionistas más tenaces de la historia", apostillaron, recordando las palabras de la filósofa, antifascista, política comunista, activista, feminista y defensora de los derechos humanos, Ángela Davis, "la libertad es una batalla constante".