- El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, avanzó ayer que el número de trabajadores acogidos a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) se ha reducido en las últimas semanas al pasar de los cerca de 900.000 con los que cerró febrero a 783.000 a día 20 de marzo.

En una rueda de prensa para hacer balance de las medidas tomadas por su Ministerio, Escrivá subrayó que los ERTE están bajando al ritmo que se levantan las restricciones aplicadas para hacer frente a la tercera ola y anunció que lo van a seguir haciendo aunque la media del mes seguirá por encima de los 800.000.

Escrivá reconoció el gran impacto que ha tenido en la economía y la afiliación los nuevos rebrotes y aventuró que es “difícil” que el PIB termine este trimestre en positivo.

No obstante, el ministro avanzó que los últimos datos de afiliación de marzo están “yendo algo mejor” con un alza del empleo, aunque, reconoció, no se está contratando al ritmo que suele ser habitual en esta época del año. “La recuperación de empleo será más fuerte después de Semana Santa”, señaló Escrivá, que recordó que el diseño de los ERTE se ha ido adaptando a las distintas fases de la pandemia y que así volverá a hacerse de cara a una ampliación más allá del 31 de mayo.

Sobre esta nueva prórroga, el ministro avanzó que el énfasis va a volver a estar en la activación, es decir en las exoneraciones para las empresas que vayan recuperando a trabajadores.

“Lo lógico es que estemos más en clave de activación”, subrayó el ministro que emplazó, no obstante, a las negociaciones con los agentes sociales donde tendrá que abordarse el diseño de un nuevo modelo de ERTE estructural, más allá de la pandemia, que sirva para acompañar las posibles reestructuraciones que puedan producirse en la economía.

Escrivá expuso los datos sobre el perfil de los afectados por ERTE, herramienta en la que llegaron a estar 3,4 millones de trabajadores. El 53% de los trabajadores en ERTE han sido hombres y más de tres cuartas partes de ellos eran indefinidos y el resto, temporales.

En función del tiempo en un ERTE, desglosó, casi un 30% apenas estuvo cinco días, si bien la duración fue superior para las mujeres que para los hombres, entre los temporales que entre los indefinidos y entre los menores de 30 años y los mayores de 60.

Junto a estos datos, Escrivá recordó que en el último año se ha protegido a más de un millón de autónomos y se han tramitado 3,8 millones de bajas por covid: 1,3 millones por contagio y 2,5 millones por aislamiento.

Y destacó que los datos también muestran, de forma aún preliminar, los efectos de la vacunación en los profesionales sanitarios y sociosanitarios. “Han pasado de tener una incidencia un 50% superior a la de la media de trabajadores a tener una incidencia un 50% menor”, apuntó.

Sobre el coste de todas estas medidas, apuntó que el gasto total del Ministerio se ha situado en torno a los 16.000 millones y que hasta mayo, y sumando las partidas de desempleo, el gasto total del Gobierno se acercará a los 40.000 millones.

En total, las medidas de protección de la Seguridad Social han llegado a más de 8 millones de personas en algún momento de la pandemia y a casi 600.000 empresas.

Conversación con los agentes sociales. Escrivá aseguró que las negociaciones con los agentes sociales sobre la reforma de las pensiones “no están bloqueadas” y cifró las discrepancias a cuestiones de calendario o algunos detalles técnicos en las jubilaciones anticipadas.

Retraso en el informe de jubilación anticipada. El plazo del Ejecutivo para presentar el informe sobre jubilación anticipada venció en febrero. El retraso inquieta a colectivos como Asjubi40, que piden eliminar las penalizaciones a la jubilación anticipada de los trabajadores con más de 40 años cotizados, una situación que Escrivá considera “injusta”.