- Si en Aiaraldea se constipa Tubacex tose todo el valle es una máxima que se ha grabado a fuego en la conciencia colectiva de esta comarca que, el pasado jueves, se acostó con la noticia de que la compañía tubera iba a despedir finalmente a 95 trabajadores de sus plantas de Amurrio y Llodio, tras finalizar el periodo de negociación del ERE sin acuerdo, y tras aceptarse 22 bajas voluntarias y un total de 12 prejubilaciones.

De hecho, ayer las calles de Llodio volvieron a verse atestadas al paso de la nueva manifestación en defensa del empleo, que auspiciaron los comités de Guardian y Autoglass, y a la que se sumaron el resto de comités de una inmensa mayoría de empresas de la comarca, para mostrar una vez más el apoyo incondicional de toda la clase trabajadora hacia la plantilla de Tubacex.

"Somos conscientes de que si sucede algo en Tubacex nos afecta a todos y no podemos permitir esta destrucción de empleo planteado por la dirección de la multinacional con origen en Laudio, y menos aún cuando es una empresa que tiene y ha tenido innumerables exenciones fiscales avaladas por el Gobierno Vasco", afirmaron en el acto final en la Herriko Plaza, de donde partieron a las 10.00 horas, todas las empresas adheridas a este llamamiento, en dirección a la portería de Tubacex.

Una vez allí se sumaron a sus compañeros y compañeras, en huelga indefinida desde el pasado 15 de febrero, para luego salir todos juntos en una gran manifestación en defensa del empleo por las calles de Llodio, que culminó de nuevo en la Herriko Plaza.

Entre las empresas adheridas se encontraban desde Autoglass, Guardian, Vidrala, Envases o Amurrio Ferrocarril y Equipos, pasando por Imegar, Supermercados Berrik, Maderas Llodio, Montajes Mecánicos Jauregui o Inauxa, hasta Deguisa, Jez, Tubos Reunidos, ITP-PCB, la junta de personal del Ayuntamiento de Llodio, el Comité del Ayuntamiento de Amurrio o Laudio Ikastola.

La huelga continúa

Por su parte, el comité de empresa de Tubacex mantiene la huelga indefinida y, como ya adelantó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA hace unas semanas, los servicios jurídicos de los sindicatos están preparando las demandas correspondientes para que sean los tribunales de justicia los que tengan la última palabra en este conflicto.

El objetivo es conseguir la anulación de todos los despidos planteados por la compañía, ya que siguen esgrimiendo que los problemas de la empresa "son coyunturales y no estructurales". La multinacional, en cambio, en señala a "la larga crisis del sector del petróleo y gas", así como "al proceso global de descarbonización e impulso de las energías limpias que ha sido acelerado por la pandemia", como causantes del proceso de reorganización industrial y ahorro de costes que inicio en julio de 2020 y que ha desembocado en los despidos.