- El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, destacaron ayer la fortaleza de la entidad tras cerrar un 2020 “extremadamente positivo” teniendo en cuenta la pandemia de covid-19.

En la rueda de prensa de presentación de resultados de 2020, cuando CaixaBank registró un beneficio atribuido de 1.381 millones de euros, ambos valoraron positivamente las cuentas de la entidad tras un año “inaudito”.

“Estamos muy orgullosos de los resultados que hemos conseguido”, señaló Gual, y destacó la fortaleza en términos de solvencia, la mejora generalizada de todas las cuotas de mercado de la entidad y el colchón de capital con el que entran en 2021.

Ambos auguraron un 2021 mejor a nivel macroeconómico, donde las políticas monetarias y fiscales supondrán un gran apoyo, lo que permitirá una “rebote” de la economía tras el congelamiento de la actividad productiva provocado por la pandemia si se controla el virus.

En este sentido, Gortázar sostuvo que esperan un rebote, así como un impacto relevante pero contenido en la parte del sector con menos fortaleza financiera, el cual no desestabilice al conjunto.

Destacó asimismo que el nivel de endeudamiento de las empresas se encuentra al 104% del PIB, frente al 140% de 2009: “El conjunto del sector empresarial está menos apalancado que nunca”.

Gual aprovechó la presentación de resultados para anunciar el reparto de un dividendo de 2,68 céntimos por acción a cargo de los beneficios de 2020, después de que el Banco Central Europeo haya autorizado a las entidades a realizar estos pagos por un máximo del 15% de las ganancias. La nueva flexibilidad dada por el BCE permitirá pagar en efectivo estos 2,68 céntimos por acción, lo que supondrá 216 millones de euros.

El presidente Gual apuntó que el consejo que se configure una vez completada la fusión con Bankia se encargará de decidir sobre el dividendo correspondiente a los beneficios de 2021.

Precisamente, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, afirmó que la fusión con Bankia avanza a buen ritmo y que la operación depende ahora de la concesión de las pertinentes autorizaciones de las entidades reguladoras y de competencia.