- El comité de empresa de las plantas ayalesas de Tubacex está citado para comparecer mañana ante las Juntas Generales de Álava para exponer la problemática que sobrevuela sobre las fábricas de Llodio y Amurrio, pero no acudirán solos. De hecho, desde los sindicatos se ha planteado para esa misma jornada una nueva huelga de 24 horas -desde las 06.00 horas del día 3 de diciembre hasta las 06.00 horas del día 4 de diciembre- para que los y las trabajadoras se concentren, a partir de las 10.00 horas, frente al Parlamento Vasco en Vitoria-Gasteiz.
Las movilizaciones en Tubacex comenzaron el pasado septiembre, en un intento de evitar el plan de ajuste económico anunciado por la empresa -consistente en 150 despidos o recortes salariales de entorno al 20%, que podrían suponer hasta 500 euros mensuales menos en la nómina- para las plantas de Amurrio y Llodio- con el fin de ahorrar diez millones de euros. En medio se han llevado a cabo procesos de negociación infructuosos en torno a los ERTE activados desde mayo de 2019. De hecho, el último entró en vigor el pasado 4 de noviembre, con una afectación del 80% de la jornada, frente al 60% del anterior, y una duración de tres meses, que afecta a 674 empleados (prácticamente la totalidad de las plantillas, en las fábricas de Amurrio y Llodio).
En frente tienen la situación del grupo desde el que, a principios del noviembre, comunicaron que se habían contabilizado unas pérdidas de 13 millones de euros al tercer trimestre de este 2020, que ya comenzó en números rojos por la pandemia y lastrados asimismo por el desplome de precios en los mercados del petróleo y del gas, que suponen el 30% de sus ventas consolidadas.
En este sentido, Tubacex -con un equipo inicial de 2.500 trabajadores en dieciséis fábricas en nueve países- sigue adelante con un plan de ajuste que busca ahorros de entre 20 y 25 millones de euros y que incluye más de medio millar de despidos, a sumarse a los 400 empleados de los que ya ha prescindido.