La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha mostrado este miércoles su preocupación por el impacto que las fusiones bancarias que se avecinan puede tener en el nivel de competencia existente en el sector y, sobre todo, en el acceso de la población a los servicios financieros.
En una nota, la OCU explica que de los seis grandes bancos que quedaron tras la reestructuración del sector financiero que se produjo durante la última gran crisis (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Popular y Sabadell) casi todos van a participar en algún proceso de fusión, lo que reduce las opciones para los clientes.
De ellas, CaixaBank y Bankia han anunciado formalmente su intención de fusionarse, en tanto que BBVA y Sabadell han reconocido que mantienen "conversaciones" preliminares y sólo el Santander se mantiene al margen, tras integrar al Popular en julio de 2017.
Para la asociación, algunas de las consecuencias que podría tener para los clientes la oleada de fusiones serían la subida de los precios de los servicios financieros o la desaparición de oficinas, que "agravará el riesgo de exclusión financiera que padecen "muchas zonas de España que no tienen un acceso adecuado a los servicios financieros presenciales".
Por todo ello, pide a las autoridades que impulsen medidas que eviten esa exclusión financiera de los clientes de mayor edad o con una menor cultura digital, residentes en localidades sin oficinas bancarias y para quienes el uso de la banca electrónica pueda ser problemático.
También pide que se fomente la competencia dentro de Unión Europea y se facilite la entrada en España de "nuevas entidades competidoras", siempre que ofrezcan a sus clientes niveles de protección "homogéneos" a los de una entidad española, así como que se eliminen las trabas que afrontan los españoles para abrir una "simple cuenta corriente" en el extranjero.