VITORIA - El comité de empresa de Mercedes Benz Vitoria y la compañía se reunirán este viernes tras el anuncio de posibles ajustes en la planta, donde se tiene previsto prescindir de los eventuales a partir de enero y no se descarta tener que aplicar EREs.

Fuentes del comité han señalado que este órgano no ha recibido ninguna información oficial, pero este lunes hubo una comunicación interna a la plantilla, en la que la empresa adelantaba los posibles ajustes.

Tras estos anuncios, el comité tiene previsto reunirse el jueves y al día siguiente están convocados a una reunión con la empresa, en la que esperan que se les detallen estos planes, aunque, desde algunos sindicatos como CC.OO. o LAB ya se ha apuntado que, con estos anuncios, se busca "meter miedo a la plantilla".

En esa comunicación interna, la dirección traslada a la plantilla que Daimler y su fábrica de Vitoria se están viendo afectados "de manera importante" por el Covid-19 y alude a que, adicionalmente, la industria de automoción debe afrontar "una total transformación del negocio" para sobrevivir, dadas las "enormes exigencias" de los Gobiernos y los mercados mundiales en relació a las emisiones de CO2 y los cambios en la movilidad.

La compañía señala que esa situación le ha llevado a que este año se hayan cancelado días de producción, para lo que se han "agotado" las medidas de flexibilidad y se han utilizado ERTES de cara a ajustar la capacidad productiva desde un programa ventas inicial de 152.200 unidades a 125.000 unidades, que es el actual.

Esta reducción del programa de producción en 1.400 unidades adicionales viene motivada por el retraso en la homologación de los motores OM654 y a la media de emisiones que se les exige desde la Comunidad Europea (WLTP).

Para afrontar esta reducción, según explica la empresa, se acometerán diversas medidas de flexibilidad que se confirmaran este mismo mes y que serían la cancelación con cargo a bolsa de los días 18, 21, 22 y 23 de diciembre y la no activación de los días 7, 28, 29 y 30 de diciembre.

Ello supondría que la cuenta de referencia se situará al cierre de 2020 en -133,7 horas cuando en el convenio el límite se fija en -144 horas.

Asimismo, como ya adelantó la compañía hace unas semanas, la producción prevista en un contexto de "inestabilidad e incertidumbre", para el próximo año es de 131.500 unidades, que incluye recuperar las 1.400 unidades que se dejaran de producir este año.

La empresa apunta que, con la flexibilidad "prácticamente agotada" (-130,7 horas) y con una posible situación estructural de reducción de las ventas, se hace "imposible" mantener el ritmo de producción en los tres turnos actuales durante los 218 días de jornada de 2021, "sin la utilización de expedientes de regulación de empleo", debido al "enorme desfase" entre la capacidad productiva y la demanda del mercado.

En este sentido, adelanta que, para evitar en lo posible "medidas más drásticas" para el empleo como el paso directo a dos turnos de producción, la dirección ha decidido iniciar 2021 manteniendo el modelo de trabajo de tres turnos recogido en el convenio colectivo durante los tres primeros meses. No obstante, con el objeto de ajustar la capacidad productiva de los citados tres turnos, la velocidad de fabricación de uno de ellos será reducida.

La empresa reconoce que, dada la "incertidumbre e inestabilidad" en los mercados, resulta complicado tener una visión "a largo plazo" que les permita asegurar los volumenes de producción durante el resto de 2021 por lo que, en función de las ventas, se tomarán las decisiones precisas para "ajustar la producción" si fuera necesario.

Esa medida de reducir la velocidad de un turno supone que su la producción será menor a la de los otros dos y la empresa tiene previsto realizar, durante la semana del 14 al 17 de diciembre pruebas para el cambio de tacto en uno de esos turnos.

En principio, esos tres turnos de producción rotarán y no está previsto que se ve afectado el salario de los trabajadores, ya que los que estén asignados al turno con tacto diferente trabajarán con la misma actividad y carga de trabajo que el resto de empleados.

Desde el sindicato LAB se ha apuntado que estos anuncios pretenden "asustar a todo el mundo" y creen que se puede deber a la negociación del convenio.

Por su parte, desde CC.OO. también consideran que la empresa quiere "meter miedo" y ha indicado que hablar de posibles despidos es un "brindis al sol" porque, según ha recordado, tienen un acuerdo de ERTE hasta mayo de 2021. Por lo tanto, ha rechazado que se planteen otras medidas que no sean de flexibilidad o de uso de ERTEs.

Este sindicato considera que parte de los eventuales todavía son necesarios para el comienzo del año y cree que se debería hacer desde la empresa un esfuerzo por "mantener el máximo de empleo" porque, a mediados de año, "se suele tener más programa y la pandemia puede tener datos más positivos".

Además, ELA ha acusado a la dirección de la planta de Mercedes de tratar de crear un "contexto de inestabilidad" con anuncios sobre el futuro laboral en la empresa para luego "sacar partido de la situación" de cara a la negociación de un nuevo convenio.

En un comunicado, ELA advierte de que no va a aceptar ninguna medida que no vaya ligada al contexto actual, marcado por la pandemia, ya que no puede ser que en una planta con una rentabilidad económica "altísima" los últimos años se puedan aplicar medidas "drásticas".

En este sentido, se ha referido a la probabilidad de que los más de 400 eventuales de la empresa pierdan su empleo, un colectivo que "durante los últimos años ha sido estructuralmente necesario para sacar la producción adelante".