n menos de tres semanas, se cumplirán 70 años de la constitución del germen de lo que hoy es uno de los pilares económicos de Gasteiz, de Araba y de Euskadi: un 17 de noviembre de 1950 se constituyó Industrias del Motor SA (Imosa), origen de la actual Mercedes Benz Vitoria. No puede entenderse el panorama económico, industrial y empresarial de la capital alavesa sin la multinacional alemana, tan unidas que incluso dio a uno de sus modelos más exitosos el nombre de Vito en homenaje a la ciudad que lo fabrica. Pero el paisaje industrial y empresarial de Vitoria es mucho más amplio que los gigantes automovilísticos que acoge.

Hay un dato curioso porque quizá no resulta muy conocido, pero aunque lógicamente el peso de la propia Mercedes Benz o del otro gigante industrial del territorio, Michelin, es indudable y decisivo, la gran mayoría de las empresas del territorio y, por tanto, de la capital son pymes y micropymes. "Casi un 95% de las empresas son pymes y micropymes -recuerdan desde SEA Empresas Alavesas-, aunque es cierto que ese 5% restante aglutina un gran porcentaje del empleo".

Araba y su capital son territorio eminentemente industrial, un 32-33% del peso de la economía lo representa este sector. De hecho, Araba se suele situar como la provincia más industrial y más exportadora per cápita del Estado. Aunque pueda parecer que los servicios han ganado terreno, la realidad no se ajusta tanto a esa percepción, subrayan desde SEA: "La propia evolución de las empresas ha hecho que servicios que antes tenían interiorizados (transporte, seguridad, ingenierías€), hoy requieran un nivel de especialización tal que se han externalizado. Si tenemos en cuenta todos esos servicios conexos a la industria, que no se pueden desligar de la misma, ese 33% pasa a ser más de un 40%".

Los orígenes

Algunas pioneras

El impulso empresarial e industrial de la ciudad viene de lejos, habría que remontarse al siglo XIX, cuando echan a andar empresas señeras del territorio alavés como Lascaray y Fournier. Lascaray presume de ser la industria más antigua de Araba en activo y una de las más antiguas del Estado. Fundada en 1823, Juan Bernardo Lascaray inició este negocio familiar -que ya transita por la sexta generación- arrendando una pequeña fábrica de velas que hoy día, desde la zona industrial de Arriaga, da empleo a unas 85 personas, en su doble vertiente de trabajo en el sector oleoquímico y en el cosmético.

Fournier, nacida en 1870 -precisamente en este 2020 celebra su 150 aniversario-, con un pequeño taller de impresión en Gasteiz. Hoy, con su fábrica en Legutio (Gojain), se integra en el grupo belga Cartamundi, líder mundial en juegos de cartas y mesa, y es una de las marcas alavesas más internacionalizadas: sus barajas -más de 9 millones de unidades salen cada año de sus talleres- se venden en 70 países.

Inevitable también mencionar la no menos emblemática KAS, cuyo prólogo, por así decirlo, se remonta a finales del siglo XIX aunque la marca como tal no nacería hasta mediados del siglo XX. Su legado lo recoge hoy Pepsico, con sede en la Avenida de Los Olmos.

Años 60-70

Impulso definitorio

Son solo algunos ejemplos pero marcan una trayectoria, más lenta en la primera mitad del siglo XX, pero que toma un impulso definitivo en los años 60-70. "La red industrial fue el motor de la transformación de Gasteiz en la década de los 60 del siglo pasado", subrayaba el Plan de Apoyo a la Industria 2017-2020 del Ayuntamiento de Gasteiz. SEA Empresas Alavesas destaca también ese momento como uno de los hitos en el camino empresarial-industrial de la ciudad, "la cantidad de empresas vizcaínas y guipuzcoanas, especialmente del Bajo Deba, que eligieron Álava para expandirse allá por los años 60 y 70". Es la época en la que llegan firmas como Zayer, Forjas Alavesas o BH, por ejemplo, que llega a Gasteiz en 1959 desde Eibar.

"Las sucesivas recalificaciones de suelo para actividades económicas ordenadas en su mayor parte alre-dedor de la ciudad crearon un atractivo cinturón paralelo a la A-1 y consolidaron un tejido industrial al que debemos la pujanza económica y el alto nivel educativo de la población que las mismas exigencias de la industria instalada en el municipio ha propiciado", remarcaba el mencionado Plan municipal 2017-2020. A día de hoy, Gasteiz dispone de una amplia oferta de suelo industrial distribuido en ocho zonas: Jundiz, Ali-Gobeo, Arriaga, Armentia, Gamarra-Betoño, Betoño-Larragana, Uritiasolo-Ansoleta-Campo de los Palacios y el Parque Tecnológico de Álava.

A ese primer hito de impulso de la actividad industrial en la ciudad hay que sumarle un segundo, recuerda SEA, "la llegada de las multinacionales, fundamentalmente Mercedes y Michelin".

El germen de la planta gasteiztarra de la multinacional alemana echó a andar en 1954. En 1972 Imosa se unió a Volkswagen dando lugar a Mevosa y en 1981 pasó a ser Mercedes Benz España. Precisamente este mes de octubre se han cumplido 25 años del inicio de la producción del emblemático modelo Vito. De la cadena de la factoría de Ali-Gobeo han salido dos millones de unidades en este cuarto de siglo. En la actualidad, la planta -con unos 5.000 trabajadores y se calcula que en torno a 15.000 empleos indirectos- puede llegar a producir hasta 150.000 vehículos, más del 90% dirigidos al mercado exterior. El último modelo que llegó a su cadena, en 2014, fue el Clase V.

Otra fecha relevante para la historia del tejido empresarial vitoriano es la del 5 de enero de 1966, cuando salió de las prensas de cocción de Michelin en Gasteiz su primer neumático: una cubierta de obras públicas de la dimensión 23.5-25 XRT**B. De los apenas 250 trabajadores que la factoría tenía en sus inicios, actualmente el fabricante francés, el otro gran gigante del territorio, cuenta con más de 3.000 empleados entre la planta de la avenida del Cantábrico y el centro logístico de Araia. Sus exportaciones representan en torno al 20% del total del territorio.

"Que una ciudad como Vitoria tenga dos multinacionales de ese nivel es un lujo para el resto del tejido. La capacidad que tenemos de ser contratistas, de que parte de ese tejido de pequeñas empresas pueda trabajar con referentes internacionales en su ámbito, es un lujo, porque eso hace que necesites un nivel tan alto que te posiciona primera línea", destaca SEA Empresas Alaveas.

La pregunta, precisamente cuando el sector de la automoción abordaba -al menos hasta la irrupción de la crisis del coronavirus- un momento clave en pleno debate estratégico mundial sobre una necesaria transición energética, es si el tejido económico de la ciudad y del territorio tienen una excesiva dependencia de estos dos grandes. "No podemos negar la importancia de estas dos grandes compañías en el tejido empresarial de la ciudad, así como en el PIB, el empleo en general y en la exportación -explican desde SEA Empresas Alavesas-. Si Mercedes y Michelin estornudan, Vitoria se constipa. Pero también es cierto que hay infinidad de pymes que no tienen ninguna relación con ellas".

El factor tecnológico

La nueva generación

"Hemos pasado de los sectores tradicionales, que en su momento fueron la base del desarrollo industrial de Vitoria, a otros sectores más tecnológicos; algunos basados en esa esencia tradicional, pero evolucionados", explican desde SEA, en relación a la evolución que el tejido industrial vitoriano ha vivido durante los 42 años ya de andadura de la organización empresarial alavesa. "Hemos asistido al cierre de muchas empresas históricas en estos cuarenta años: Areitio, Gabilondo, Gairu, y un largo etcétera. Mantenemos el músculo industrial pero la propia industria ha evolucionado en base a la evolución económica. La empresa es un organismo vivo que nace, crece, se desarrolla y, en un momento dado, puede morir si no tiene un proceso de adaptación a la realidad del mercado y la demanda".

El factor tecnológico, la innovación, se convierten en elementos decisivos y así aparecen a finales de los 90 nuevas firmas como EGA Master, empresa familiar fundada en 1990; o BTI Biotechnology, liderada por Eduardo Anitua, solo dos ejemplos de firmas de sectores muy distantes pero con la vocación común de la apuesta por la innovación. El Parque Tecnológico de Araba, según sus propios datos, acoge 144 empresas que en 2019 registraron una facturación conjunta de 1.100 millones de euros, con un 37% de la plantilla que es titulado superior (1.244 profesionales) y el 35,4% trabajando en I+D (1.190).

¿Qué hace atractiva a Gasteiz para atraer nuevas empresas? Desde SEA lo tienen claro: "Vitoria tiene muchos elementos a favor. Lo primero es la propia localización, es un lugar estratégico, ya que está en una posición abierta para la distribución hacia Madrid, Puerto de Bilbao, Europa. Tenemos suelo industrial. Tenemos trabajadores bien formados, gracias a nuestros centros de formación. Y tenemos unas administraciones cercanas".

La apuesta y la ventaja logística del territorio en general y de Gasteiz en particular tiene como pilares clave no solo su emplazamiento geográfico, sino infraestructuras como el aeropuerto de Foronda -donde no solo se ubica un centro logístico de DHL, sino que también operan UPS y FedEx- o el Centro Intermodal de Transporte y Logística de Vitoria.

Y es que la empresa del territorio y de Gasteiz tiene un importante componente de internacionalización. "Es una carrera continua en la que debemos seguir trabajando. En los últimos años ha aumentado considerablemente el número de empresas que exportan, pero esa es una labor en la que hay que seguir trabajando", destaca SEA.

La crisis derivada de la pandemia de coronavirus parece haber eclipsado el impulso que en los últimos tiempos había tomado el reto de la lucha contra el cambio climático y la apuesta por la transición energética y las renovables. El alcalde de Gasteiz presentaba a finales de 2019 en el marco de la Cumbre del Clima de Madrid el Vitoria-Gasteiz Green Deal, un plan "por el futuro de la ciudad, basado en la economía verde, la cohesión social y la protección del entorno natural".

Lógicamente, la empresa tiene mucho que decir en este ámbito, incluso porque en no pocos casos su propio mercado se mueve en ese territorio de las renovables, caso por ejemplo de Del Valle Aguayo, con sedes en Jundiz y Miñano.

"Existen dos pilares, la transición ecológica y la digitalización, que son dos elementos que han venido para quedarse. Son dos asignaturas que debemos acometer más temprano que tarde, pero hoy toca sobrevivir", sentencian en SEA Empresas Alavesas, porque ahora mismo, el impacto de la pandemia es un factor crítico al que las empresas de la ciudad tienen que hacer frente.

Mirando al futuro, y al margen de la distorsión e incertidumbre aún por superar del impacto de la pandemia a todos los niveles, también sobre el tejido económico y empresarial, desde SEA Empresas Alavesas señalan algunos retos o necesidades a abordar: "En la parte de servicios deberíamos hacer una apuesta mayor. Una fiscalidad más atractiva desde el punto de vista europeo también sería interesante. Y tenemos que ser más atractivos para lograr captar talento".

La llegada en los 60-70 de empresas del Bajo Deba y el aterrizaje de Mercedes y Michelin marcan un punto de inflexión para la ciudad

"Existen dos pilares, la transición ecológica y la digitalización, que son dos elementos que han venido para quedarse", explica SEA