- El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, avisó ayer de que la crisis económica que se avecina es más aguda de lo previsto y vaticina una caída del PIB del 9,5% para este año, casi tres puntos superior a la de hace un mes, al tiempo que aconseja no retirar todavía las medidas fiscales de emergencia.
"La recuperación no estará exenta de dificultades y no se puedan descartar escenarios más desfavorables que los considerados actualmente", advirtió durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados para explicar la evolución económica y el impacto de las medidas aprobadas hasta el momento para hacer frente al covid-19.
Hernández de Cos dijo que se han quedado desfasados los dos escenarios que barajaba el Banco de España de caída del PIB para este año (entre el 6,6 y el 8,7% si el confinamiento duraba ocho semanas y en el 13,6% si dura doce semanas) y que son más realistas una caída del PIB de entre el 9,5% y el 12,4% con incrementos posteriores del 6,1% y el 8,5% en 2021.
Estas caídas de la economía serían mayores si no se acomete un plan plurianual de medidas "ambiciosas" en el terreno fiscal o laboral, además de en el ámbito de la política monetaria europea. A corto plazo señaló que "no cabe una retirada prematura de las medidas fiscales de emergencia" ya que aumentaría el riesgo de que la economía sufriera daños más duraderos y estructurales.
El gobernador del Banco de España valoró las medidas de apoyo a las rentas y a los agentes más afectados mediante inyecciones rápidas de recursos transitorios y fue claro al advertir de que "no hay alternativa sensata a la expansión presupuestaria".
En este sentido, cree necesario hacer una revisión profunda de la fiscalidad para aumentar la recaudación y considera que hay margen en el IVA y en los impuestos medioambientales si se compara esta presión fiscal con la de otros países de la de eurozona.
También ve razonable aplicar un impuesto a nivel internacional sobre algunas grandes multinacionales y así se refería a los impuestos digital y a las transacciones financieras.
Hernández de Cos subrayó que la magnitud de la consolidación fiscal es tan relevante que "no podemos pensar que con cambios mínimos o figuras impositivas nuevas se podría afrontar el reto".
Para el gobernador solo hay cuatro figuras impositivas con gran capacidad de recaudación y dijo que lo adecuado es combinar la eficiencia impositiva con el gasto público.
Advirtió además del elevado déficit estructural actual, en torno al 3% del PIB, que será mayor ante los intereses de una mayor deuda pública y ante incrementos de gasto como las pensiones o la renta mínima.
Precisamente, sobre el Ingreso Mínimo Vital consideró que como instrumento de equidad es deseable, pero que las experiencias de otros países demuestran que no es fácil introducir un esquema de esas características sin generar trampas a la pobreza, desincentivos a la oferta laboral e incluso, economía sumergida.
Hernández de Cos calcula que el coste de todas las medidas aprobadas hasta el momento sin tener en cuenta los avales del Estado a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) es del 3% del PIB, de un entorno de más de 30.000 millones de euros.
Otra de las medidas pendientes en el futuro será una "revisión profunda" de las modalidades contractuales que tienda a equiparar el grado de protección ofrecido a los distintos grupos de trabajadores.